¿Qué dejó el Campeonato Provincial de béisbol?

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Escambray hurga en los aciertos y desaciertos del principal evento de pelota que se desarrolla cada año en territorio espirituano.

Bajo el toque de tambores y el ardiente sol de agosto el Campeonato Provincial de Béisbol cerró sus cortinas en Trinidad, villa que vio coronar por segunda vez al equipo de casa, gracias a la dinámica de su mánager Reinier Escobar y a sus ventajas desde el box para superar a un combativo Taguasco.

Concluyeron así casi dos meses de bregar de un evento que en su epílogo suscita una pregunta: ¿qué y cuánto dejó la serie? Con este “lance”, Escambray entra al cajón de bateo.

Si se le mira en sus propósitos generales, jugar béisbol y entretener al público, cada quien hace un swing diferente. Desde su autoridad como comisionado provincial de béisbol, Roberto González anota la primera carrera: “El evento se organizó bien, pero no todo salió como esperábamos, creo que los atletas se entregaron, se celebró una buena cantidad de partidos, se logró espectáculo, se pudieron entregar trofeos a los ganadores y diplomas a los más destacados”.

Quienes buscan remedios a males crónicos no encuentran buenos augurios, según Carlos Pérez, comisario provincial: “Poca disposición de jugadores, falta de agresividad, no corren fuerte con rolling o fly, el calentamiento antes del juego no es bueno, poca efectividad de la rapidez en función de la ofensiva, poco cuidado de los lanzadores con los corredores y de los conteos favorables”.

Desde la añoranza de sus más de 40 años ligado al béisbol, el trinitario Rogelio Arrechea empuña el bate: “Hay excepciones, pero se ha perdido la combatividad, los que vienen de la Academia no se ven con la responsabilidad, ni el ejemplo que deben tener esos atletas; en la base se carece de recursos”.

Lázaro Martínez, director del elenco taguasquense, pondera, sin embargo, la actitud de “los atletas que se han puesto para ayudar a sus equipos” y concuerda con que la idea de los refuerzos es buena. Con el respaldo que le da el trofeo de ganador, Escobar apuesta “por el cambio de mentalidad, el trabajo con los jóvenes, la búsqueda de la motivación; hay buenos talentos pero hay que trabajar duro, al sol, para formar peloteros diferentes”.

Al juvenil trinitario Dismani Ortiz el torneo le vino como anillo al dedo: “Es un béisbol superior, me han dado oportunidades y las he tratado de aprovechar”. Mientras, el espirituano Robersis Ramos, líder de los bateadores con 429, no mira por encima del hombro pese a ser habitual en series nacionales: “Con Trinidad te dan ganas de jugar, a veces la Provincial decayó, pero este equipo siempre le puso interés”.

BOLA BOMBEADA

Yunier Mendoza, otro de los que se “pelan”  por su terruño, le da con todo y apenas consigue un fly a los jardines. “Es la pelota”, dicen todos excepto Niorkel Cervantes, líder jonronero con siete. Pero algo hay. Javier Vázquez, líder de los lanzadores (0.48 PCL) la tira al medio: “Son de diferentes tamaños y pesos, a los dos o tres batazos se rompen o se ponen fofas”. El zurdo Yoanni Hernández repite la dosis: “Empezamos con cuero y terminamos con vinil, eso no es bueno para el brazo”. Desde el bullpen, el comisionado provincial alega que de la dirección nacional enviaron 450 pelotas y solo 100 eran de cuero, al final se debió apoyar con algunas del territorio.

Otros “bateadores” se ponchan en este extenso partido: falta de anotadores y juegos con solo dos árbitros, una situación que persistirá si los municipios no asumen como propia la problemática en momentos en que otras opciones resultan más tentadoras que cobrar 10 pesos por encuentro y viajar a veces por sus medios.

Desde la subserie inicial que La Sierpe perdió por forfeit frente a Cabaiguán, hasta la última en que Trinidad, en plena discusión del Campeonato, debió pagar de su bolsillo su traslado de unos 3 kilómetros en el mismo Taguasco; el transporte fue una pesadilla.

Apenas enseñadas las primeras rectas sobre la atención, la lluvia de batazos avizoran un nocaut. Desde la mala alimentación y déficit de su elaboración hasta la falta de agua fría o una merienda endeble para un doble juego y la falta de higiene en albergues figuran entre las pifias graves de la serie.

La mayoría de los encuestados coinciden en señalar a La Sierpe, Sancti Spíritus y Trinidad como las peores sedes, sobre todo esta última, al decir de René Hernández, entrenador de Taguasco: “No se podía dormir por el mal olor de los colchones, en el agua se hallaron hasta cangrejos muertos, los alimentos se elaboran a la intemperie”. No queda atrás Fomento donde, según el lanzador Yanoski Duardo, “los mosquitos son del tamaño de un cigarrillo”.

EXTRAINNING

A punto de la regla Shiller, desde el banco llegan señas: “No creo que la atención haya sido mala de acuerdo con lo que hay -acota Alexis Bernal, director de deportes de Cabaiguán-, el equipo no bateó en la segunda fase, no hizo una buena selección de refuerzos y cometió una indisciplina grave cuando varios atletas no se presentaron al partido final, eso lleva sanción”.

En el círculo de espera Lázaro Martínez anuncia su retiro: “Las principales autoridades ni vienen a preguntar cómo están los atletas, por eso a veces cuesta trabajo armar un equipo, los que estudian Cultura Física que deben jugar no lo hacen y nadie toma cartas en el asunto”.

Javier Lemas, director del INDER en Yaguajay, llega en rol de apaga fuegos: “Desde octubre comenzamos un evento de base y realizamos una copa municipal con nueve equipos, por tanto a la hora de hacer el elenco había de dónde buscar; la atención fue aceptable”.

Escambray destapa las arcas del INDER Provincial. Tanto Carlos Reyna Santos, director de la Unidad Presupuestada, como Víctor Almanza, jefe del Departamento Económico, coinciden en que aun cuando la serie no cuenta con dinero independiente, existe suficiente garantía financiera para respaldar el evento, aunque a veces no existe el aseguramiento por problemas de asignación de recursos.

“Me entero contigo de todos esos problemas -acota Reyna-, cada vez que sucede algo lo hemos enfrentado, un ejemplo es que hemos cedido dinero a la EIDE para reforzar los Juegos Escolares”.

Con la precisión de un buen fildeador, el Comisionado Provincial no aguanta la bola en su mascota: “En algunos municipios faltó el apoyo, cada chequeador al final del juego discute los problemas en la sede, cada martes lo hacemos en la comisión donde siempre participa el mismo representante del INDER provincial, al final de las dos fases del torneo entregamos un informe con las deficiencias técnicas y de atención a la subdirección de actividades deportivas; es verdad que han existido problemas de coordinación con el transporte, dejadez en la solución de algunos problemas”.

A  la hora de recoger los bates Escambray se afinca en el cajón: ¿hasta dónde la Provincial será la varilla para medir a los preseleccionados para la Serie 53? Si como se pretende, este debe ser el principal espectáculo deportivo de la provincia, entonces merece otra mirada y no simplemente de reojo. Pese a sus cojeras, la afición, sobre todo fuera de la cabecera, asiste y disfruta… todavía. Ante los reiterados problemas de alimentación y alojamiento sería prudente evaluar la opción de establecer para todo el torneo la variante de la segunda vuelta de viajes sin estancia o el acortamiento del cronograma. Pero surge una pregunta que usted ahora mismo se pudiera hacer: ¿para qué y para quién se escriben los informes?

A falta de más iluminación, el partido se pospone.