La avalancha que barrió al tirano (+fotos)

En los días finales de 1958 el Ejército Rebelde ataca a Trinidad, Yaguajay y Jatibonico, mientras el Che combatía por Santa Clara. Rememoran en Jatibonico aniversario 55 de la victoria Conmemoran aniversario 55 de la liberación de Sancti Spíritus (+fotos) Fomento, primer municipio libre de Las Villas Una situación sui

El Señor de la Vanguardia exige la rendición a los cercados en el cuartel. En los días finales de 1958 el Ejército Rebelde ataca a Trinidad, Yaguajay y Jatibonico, mientras el Che combatía por Santa Clara.

Rememoran en Jatibonico aniversario 55 de la victoria

Conmemoran aniversario 55 de la liberación de Sancti Spíritus (+fotos)

Fomento, primer municipio libre de Las Villas

Una situación sui géneris ocurrió a finales de diciembre de 1958 en el territorio de la antigua provincia de Las Villas, cuando varias de las mayores ciudades fueron liberadas una tras otra por el Ejército Rebelde; ello permitió cortar la isla en dos para impedir a la tiranía el envío de refuerzos por tierra hacia Oriente, donde fuerzas al mando de Fidel estrechaban el cerco a Santiago de Cuba.

Para entonces el Frente Norte, bajo la dirección del Comandante Camilo Cienfuegos, había iniciado desde el 22 de diciembre la lucha por Yaguajay. Sancti Spíritus, liberada el 23 por tropas del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, devino entonces centro neurálgico para la arremetida final contra Trinidad y Jatibonico, los dos últimos baluartes que le quedaban al régimen en la zona.

LA LUCHA POR TRINIDAD

Para emprender el asalto a Trinidad, el comandante Faure Chomón, jefe máximo del Directorio, concentró parte de sus hombres en Sancti Spíritus, mientras estudiaba informes que le llegaban de la sureña villa y conformaba el plan para la acción, hasta que en la noche del 27 de diciembre salió en camiones y jeeps la larga caravana guerrillera.

La columna se detiene en La Papelera para recibir a los prácticos trinitarios y decidir la ubicación de las fuerzas una vez dentro de la ciudad. Por orden de Chomón, los comandos de Juan Pedro Carbó Serviá, Fructuoso Rodríguez, Ramón González Coro y Menelao Mora Morales se movilizan hacia el punto de concentración escogido, que fue el antiguo central Trinidad —luego FNTA— a un lado de la carretera a Sancti Spíritus.

La orden dada es tomar posiciones para atacar al amanecer del 28 el cuartel del Ejército y la cárcel, pero las fuerzas del Directorio son sorprendidas, ya que no hay información de que en la Planta Eléctrica y en la Zona Fiscal haya soldados, y es precisamente en estos dos lugares donde se inicia el combate antes de la hora fijada.

Armando Acosta, segundo por la derecha, de pie, en los días de la toma de Jatibonico.En la Planta Eléctrica cae mortalmente herido el teniente Manolito Solano, y en la Zona Fiscal corre igual suerte el capitán Ernesto Valdés Muñoz. Se toma la Zona Fiscal y se hacen prisioneros a los soldados que la defienden. Luego le llega el turno a la Planta Eléctrica. Al atardecer del primer día de combates pierden la vida otros dos rebeldes: Antonio Jamil Duménigo y Anselmo Rodríguez, tiroteados desde el hospital.

Amanece el 29 de diciembre. Los guardias refuerzan el cuartel ocupando distintos edificios en el perímetro, incluida la Estación de Ferrocarril. Tres aviones comienzan a ametrallar las posiciones rebeldes. Cae la tarde. Desde el punto de observación situado en la loma del motel Las Cuevas se detectan movimientos raros de tropas en los alrededores del baluarte enemigo. Son los guardias que huyen a la desbandada hacia el puerto de Casilda para abordar una fragata enviada en su auxilio desde el Distrito Naval del Sur en Cienfuegos.

El 30 de diciembre de 1958 solo resiste la cárcel y, para crear confusión antes de rendirse, los uniformados apostados allí dejan libres a los presos. Luego salen disimulados entre los reos algunos guardias que tienen cuentas pendientes con la Revolución, pero son identificados y detenidos.

Ya Trinidad es libre. El tañido de las campanas de la villa así lo indica. Y hasta había quien decía que Trinidad era una ciudad devota al dictador Batista. ¡Mentira!, Trinidad es de Fidel y lo demuestra con creces el alborozo desbordado del pueblo en las calles festejando el triunfo.

YAGUAJAY Y SU HÉROE

A las cinco de la madrugada del 22 de diciembre, una columna con alrededor de 90 hombres salida del campamento del Partido Socialista Popular en Jobo Rosado ocupó el central Narcisa. Al mismo tiempo otra fuerza de cerca de 40 hombres se dirigió al central Vitoria y lo tomó. Luego sus efectivos se aproximaron al cuartel de la Guardia Rural ubicado en las afueras de Yaguajay.

Camilo ante el primer blindado del Ejército Rebelde en Yaguajay. Camilo arribó al pueblo a las ocho de la noche procedente de Zulueta y asumió la dirección de las operaciones. En ese momento había en la localidad cuatro objetivos ocupados por el enemigo: la Jefatura de Policía, el hotel Plaza, el Gran Hotel y la Sociedad Colonia Española, con unos 20 soldados y/o policías en cada uno de ellos, además de avanzadillas de guardias en los accesos de la población del lado del cuartel y unos 280 soldados en ese reducto, bajo el mando del capitán Alfredo Abón Lee.

La propia noche del 22 comenzó el hostigamiento a las posiciones de los soldados. El 24, cuando los guardias se disponían a rendirse por falta de alimentos y parque, llegó un comando desde el cuartel para evacuarlos y en el intento tuvieron 18 bajas entre muertos, heridos y prisioneros.

En estas condiciones el capitán Abón solicitó una tregua, en cuyo transcurso, en un incidente confuso, se produjo un tiroteo en la parte posterior de la instalación y resultó muerto el joven rebelde Orlando Paneca Gutiérrez, quien ese propio día cumplía 17 años. Además fueron heridos Ramón Marcel, Víctor Sotomayor y el capitán William Gálvez.

Se alternaron momentos de lucha y negociaciones, y Camilo en persona fue hasta dos veces al cuartel para entrevistarse con Abón Lee, quien esperaba refuerzos o la posibilidad de ser evacuado por mar. La segunda vez, el hombre del sombrero alón llevó cigarros y tabacos que repartió entre la asediada tropa. El Che lo visitó en tres ocasiones y le pidió mesura.

La falta de armas poderosas que decidan rápidamente la batalla, exasperó a Camilo, de ahí su apoyo a la idea aportada por dos combatientes de construir un blindado a partir de un tractor de esteras. El Dragón 1, que así se llamaría aquel primer tanque del Ejército Rebelde en el Frente Norte, realizó tres acciones sucesivas contra el cuartel los días 26, 27 y 28 de diciembre, siempre de madrugada, con gran efecto psicológico, pero escasos resultados militares.

Otros intentos consistentes en lanzar un carro de ferrocarril contra la parte trasera del cuartel, primero cargado de explosivos y luego de leña ardiendo para incendiar la instalación, tampoco tuvieron el éxito esperado.

Del 26 de diciembre en adelante la situación de los cercados empeoró drásticamente. Los cerca de 350 soldados en su interior carecieron casi totalmente de agua. Allí escasearon los alimentos y la acumulación de heridos y enfermos desbordó la capacidad de la enfermería.

El 31 de diciembre el escenario para los sitiados en el cuartel se tornó tétrico. Ello provocó en los soldados conatos de insubordinación a su jefatura, para exigirle a Abón Lee que cesara de una vez aquella resistencia inútil. A las 4:00 p.m. de ese día llegó el mortero enviado por el Che y comenzó a funcionar de inmediato.

A las 4:30 p.m. el chino Abón envió dos oficiales a conferenciar con Camilo. El Comandante les dijo que nada tenía que conversar con ellos, que hablaría solo con el jefe de la guarnición. Los militares regresaron y al poco rato Abón Lee en persona se presentó ante Camilo. El chino le planteó a su contraparte la necesidad de sacar a sus muertos y heridos, a lo que el Señor de la Vanguardia le respondió que ya no cabía hablar de treguas, y que únicamente trataría acerca de la rendición incondicional.

Después de unos minutos de dolorosa reflexión, aquel hombre pequeño, de rasgos asiáticos, aceptó rendir las armas ante el Comandante guerrillero a quien había perseguido sin éxito durante la Invasión desde los llanos de Camagüey. Eran las 5:00 p.m. del 31 de diciembre y en Yaguajay se desató la apoteosis. El gentío enardecido ignoraba entonces que solo faltaban ocho horas para la fuga del tirano…

JATIBONICO, LA ÚLTIMA MADRIGUERA

Próxima la medianoche del 27 de diciembre llegan a Jatibonico las tropas del capitán Erasmo Rodríguez —Armando Acosta— y penetran en la población, donde se tirotea a las postas que custodian el puente de la carretera Central. Los soldados huyen hacia el cuartel.

Jatibonico: los tanques llegados como refuerzo a la guarnición, ya están en manos del pueblo. En la foto el Chino Soler.Se establece entonces el asedio a la instalación castrense, que no tarda en recibir un primer refuerzo desde Camagüey compuesto por varios camiones blindados precedidos por un tanque Sherman. Casi simultáneamente aparatos de la Fuerza Aérea del régimen comienzan a hostigar las posiciones de los asaltantes.

Antes de concluir la jornada reciben los sitiados un segundo refuerzo que es enfrentado por la tropa del Capitán Eliseo Reyes —San Luis— en El Guao, entre el pueblo y el crucero de Barquero, pero la falta de bazucas y minas antitanques impide a los insurrectos frenar el avance de los blindados, que abren paso al convoy con sus cañones y ametralladoras.

El tercer refuerzo choca en El Túnel con una fuerza rebelde y allí mueren los hermanos Roberto y Rolando Santos Perdomo. Al llegar a la población, los guardias se posesionan en la fábrica de pienso. Luego de dos días de fuego intenso, los atacantes apenas tienen municiones. Erasmo Rodríguez le pide armas y parque al Che, y este se los envía, lo que permite reforzar el acoso contra las posiciones enemigas.

En la tarde del 31 se rinden los soldados que resisten en la fábrica de pienso, no así los del cuartel. El capitán Rodríguez conmina al adversario a la capitulación, luego de rechazar la propuesta de un alto al fuego que le hace el comandante de la plaza, quien la entrega finalmente el 2 de enero de 1959 al enterarse de la fuga del tirano.

Hace solo unas horas de la gran victoria del Che en Santa Clara, quien ahora se aproxima a la capitalina Fortaleza de La Cabaña. Santiago está en manos de Fidel. Camilo avanza sobre Columbia, baluarte principal del régimen derrocado y el pueblo festeja delirante el triunfo formidable. No hay manera de medir tanta alegría. Cuba toda es ya territorio libre.

Pastor Guzmán

Texto de Pastor Guzmán
Fundador del periódico Escambray. Máster en Estudios Sociales. Especializado en temas históricos e internacionales.

Comentario

  1. naci muchos años despues de la toma de jatibonico . mis abuelos tenian una tienda cercana a la entrada del central azucarero donde cooperban con ropa y comida , era el bastion de los rebeldes en el extremo contrapuesto al cuartel que queda en la entrada por camaguey y ciego de avila del pueblo , en una incursion a ese lugar los soldados batistianos arremetieron contra ese local con armamento pesado , mis abuelos no saben si fueron raid aereos , obuses o de los blindados , pero gurdaron los restos de los proyectiles donde se aprecia muy bien ser de fabricacion norteamericana , me gustaria donarlos a alguna institucion.mi abuelo y el padre de los hermanos santos feuron intrañables amigos el vivia en un modesto cuarto del segundo piso de la funeraria de jatibonico.

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