Novedosos proyectos buscan resguardar patrimonio histórico en el Valle de los Ingenios

Especialistas y técnicos en restauración trabajan para conservar el patrimonio del Valle de los Ingenios. A las puertas de su medio milenio Trinidad agradece el esfuerzo de los especialistas y técnicos en restauración, incansables en esa suerte de cruzada para conservar el patrimonio edificado y cultural de la ciudad histórica

Vista del Valle de los Ingenios, en Trinidad.Especialistas y técnicos en restauración trabajan para conservar el patrimonio del Valle de los Ingenios.

A las puertas de su medio milenio Trinidad agradece el esfuerzo de los especialistas y técnicos en restauración, incansables en esa suerte de cruzada para conservar el patrimonio edificado y cultural de la ciudad histórica y su Valle de los Ingenios.

En la fértil llanura, declarada en 1988 Patrimonio de la Humanidad, progresan novedosos proyectos de preservación de espacios físicos que proponen la interpretación del producto museográfico a partir de diversos códigos.

Así, los especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad trabajan en los últimos detalles de los centros de interpretación del Azúcar y del Patrimonio Industrial, uno en la antigua hacienda Guáimaro, el otro en el más famoso de los sitios de la llanura, San Isidro de los Destiladeros.

A poco más de 10 kilómetros de la ciudad puede admirarse la torre tras el milagro de la restauración, la más singular de todas las que, en el valle, cumplían la mística función de ser campanario, mientras en el área doméstica y esclava aguardan restos arqueológicos que relatan pasajes de la vida esclava y el desarrollo industrial en la zona.

En la hacienda Guáimaro ha logrado rescatarse no solo la fisonomía de la casona, sino el espíritu de una época de pujanza azucarera y sudor esclavo. La otrora estancia de los Borrell recreará todo el proceso de fabricación del azúcar, gracias al cual se forjó la leyenda de fortunas trinitarias en una de las ciudades más prósperas de la isla durante la primera mitad del siglo XIX.

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

2 comentarios

  1. Hace años el Delegado del Minaz en SS, Evaristo, tuvo la idea de utilizar la caña del Valle en la producción de raspadura, era con lo que se endulzaba en aquella época, al igual que el mascabado, también de una pequeña destilería y fábrica de ron que podía salir con el nombre alegórico al Valle ola Villa como una exclusividad de Trinidad y así tener un valor agregado para la ciudad, piensen en eso. Algo pequeño para vender a los turistas. Consútenlo. Saludos.

  2. Creo que es una vergüenza la cantidad de marabú que se puede divisar desde la Loma del Puerto en el valle de los ingenios, la suerte que los extranjeros al parecer no son muy conocedores de lo que es la caña de azúcar y marabú, tengo en mi mente la vista de ese lugar histórico sembrado de caña cuando tenia el verdadero sentido de valle de los ingeniaos con caña de azúcar no marabú como lo es hoy día.
    Saque usted sus propias conclusiones.

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