Presidente sirio propone plan de paz y lucha contra el terrorismo

El presidente de Siria, Bashar Al Assad, expresó este domingo que su país continuará con la lucha contra los grupos terroristas financiados desde el extranjero y reiteró su postura de solucionar por la vía pacífica el conflicto interno que azota a la nación árabe desde hace 21 meses. En una

Bashar Al Assad, presidente de Siria. El presidente de Siria, Bashar Al Assad, expresó este domingo que su país continuará con la lucha contra los grupos terroristas financiados desde el extranjero y reiteró su postura de solucionar por la vía pacífica el conflicto interno que azota a la nación árabe desde hace 21 meses.

En una alocución emitida por la televisión siria, el jefe de Estado explicó que su iniciativa para resolver la actual crisis debe aplicarse, siempre y cuando, los grupos irregulares dejen de recibir armamento desde el exterior, de acuerdo con un reporte de la Agencia Venezolana de Noticias.

Al Assad pronunció su discurso desde la Casa para la Cultura y las Artes Dar Al Asad, en Damasco, capital del país, acompañado por una multitud de personas.

El jefe de Estado señaló que si las agrupaciones terroristas, como el Ejército Sirio Libre (ESL) y el frente Al Nursa, dejan de recibir financiamiento de terceros países, ordenará a las Fuerzas Armadas detener sus operativos.

Igualmente, Al Assad aclaró, como en otras ocasiones, que las tropas sirias conservarán «el derecho de responder a cualquier agresión que se registre a las instalaciones públicas y del Estado».

El mandatario agregó que otro punto que se debe cumplir para retomar el diálogo con los opositores armados es garantizar la seguridad en las fronteras.

Desde que comenzaron los ataques contra Siria, las infiltraciones de terroristas al país se producen principalmente desde Turquía, nación que ha manifestado abiertamente su apoyo a los irregulares.

Los mercenarios, entre los que se encuentran miembros de Al Qaeda, también ingresan por Líbano, aunque las Fuerzas Armadas de esa nación han arrestado decenas de individuos armados.

Al Assad reiteró que en el diálogo nacional participarán todos los sectores de la sociedad siria que tengan el objetivo final de encontrar una solución a la crisis respetando la soberanía y la independencia de la República.

El presidente sirio detalló que si las conversaciones se desarrollan con normalidad, posteriormente se elaborará una nueva Constitución y se elegirá un nuevo gobierno.

«Mantendremos un diálogo con cualquiera que discrepe mientras sus principios estén basados en el patriotismo y no quieran vender el país a sus enemigos», enfatizó.

En febrero de 2011 se llevó a cabo un referendo popular donde se aprobó por amplia mayoría una reforma constitucional, medida que era exigida por las agrupaciones opositoras no violentas del país.

A esto se suma que iniciados los ataques contra la nación árabe, se han efectuado elecciones municipales y parlamentarias.

Transición y defensa

Al referirse a la transición exigida por Estados Unidos y sus aliados, Al Assad se preguntó: «¿Transición de qué a qué?».

A esto, el mandatario agregó que para los sirios «el período transitorio es de la inestabilidad a la estabilidad, y debe ser realizado a través de los medios constitucionales».

El jefe de Estado reconoció que el país está sumido en «una guerra más feroz que las tradicionales» y denunció que los autodenominados «rebeldes» son, en realidad, terroristas inspirados por la ideología de Al Qaeda.

Al Assad alertó que los ataques contra Siria tienen el fin de dividir a la nación, aunque aseveró que su país «es más fuerte que sus enemigos y les dará una lección».

Ante esta situación, manifestó que «defender el país es una opción legítima y legal».

Al analizar lo que ocurre, el presidente sirio expresó que en su país no se enfrentan «el poder y la oposición, sino la patria y sus enemigos, el pueblo y sus asesinos».

Durante su discurso, Al Assad agradeció a China, Rusia e Irán por mantenerse firmes y «luchar contra la injerencia» de Estados Unidos, sus aliados europeos, Turquía y las monarquías del Golfo Pérsico.

Beijing y Moscú han vetado en varias oportunidades los proyectos de resolución presentados en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que tenían como objetivo permitir una invasión militar contra la nación árabe.

Ambas potencias han desarrollado una política con respecto a Siria que rechaza la injerencia extranjera y aboga por el diálogo entre las partes.

En el caso Irán, el gobierno del presidente Mahmud Amhadineyad denunció en reiteradas ocasiones los planes de Estados Unidos e Israel contra Siria.

Teherán además impulsa un grupo junto a Arabia Saudita, Egipto y Turquía, que busca acercar posiciones entre la administración de Damasco y los opositores armados.

Escambray

Texto de Escambray

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