Remuneración a deportistas: el precio del compromiso

La nueva política de remuneración a deportistas debe convertirse en mejores resultados. La más reciente decisión del Estado cubano de subir el salario a sus deportistas ha calentado los termómetros de la opinión nacional e internacional. Mas allá de los criterios a favor o en contra de una decisión que

Cuba tendrá que vibrar con quienes hayan decidido quedarse a luchar por sus cuatro letras sin cotizaciones sentimentales. La nueva política de remuneración a deportistas debe convertirse en mejores resultados.

La más reciente decisión del Estado cubano de subir el salario a sus deportistas ha calentado los termómetros de la opinión nacional e internacional.

Mas allá de los criterios a favor o en contra de una decisión que considero justa y necesaria, prefiero detenerme en aristas que mueven la polémica.

Aun sin ser de las esferas definitorias en el universo económico cubano, no escapa al país el deterioro experimentado en una de las conquistas que ha sido carta credencial de identidad.

El declive de los resultados en eventos de todo tipo en los últimos años resulta incuestionable, aunque el discurso de los principales directivos del deporte no siempre lo haya asumido. El mundo cambió, ¡y cuánto!, mas Cuba se había mantenido estática, unas veces por razones objetivas y otras por “enquistamientos subjetivos”.

El sector se actualiza no solo por esta medida. La apertura de las trasmisiones televisivas a partidos de las Grandes Ligas es una muestra y mucho más se pudiera aprovechar si los partidos se emplearan como forma de videos para perfeccionar nuestra pelota, aunque, sin desdorar la calidad de ese béisbol, ya todos han advertido que no se trata ni de extraterrestres ni de superhombres.

Otras señales también hablan, como el publicitado viaje de exindustrialistas a Miami, la visita a Cuba de no pocos deportistas que un día se marcharon del país, la inserción de peloteros en otras ligas, la posibilidad, aún en discusión, de reinsertarnos en la Serie del Caribe y tibios asomos por desencofrar los vestigios de secretismo que tanto han lastrado la información, aunque en tal sentido andamos todavía en taparrabos.

Pero volvamos a la remuneración. Tras bambalinas o fuera de ellas se conocen problemas de atención hacia no pocas disciplinas del alto rendimiento. No es noticia que algunos padres han impedido la permanencia de sus hijos en los centros de alta competitividad, sobre todo en la capital, por la imposibilidad de costear una rama que se encarece cada vez más.

Otro de los entuertos que pretenden enderezarse es la posibilidad de que los deportistas reciban el dinero que sean capaces de ganar en competencias internacionales en disciplinas que lo admitan. Por años burbujearon comentarios sobre las pírricas sumas que recibían algunos beneficiados, o no las recibían o existían atrasos en pagos, sin que tampoco se revirtiera en el propio desarrollo deportivo o en la ayuda a la familia de quienes, cierto es, están sujetos a fuertes sacrificios y a estar separados por mucho tiempo de sus hogares.

Por estos caminos tal vez comiencen a declinar ciertas prácticas de meroliqueo en las que incurrían nuestros deportistas, tanto nacional como internacionalmente.

También comienzan a borrarse diferencias con el sector artístico, mucho más abierto a las contrataciones en el exterior en todos estos años, sin que dejasen de ser patriotas o fuesen tildados de desertores, aunque ya las primeras experiencias en el béisbol han dicho que si no hay rendimiento, no hay arreglo.

Todo cuanto espera la afición es poder disfrutar de la respuesta de quienes hoy se benefician, aun cuando nuestras carencias económicas no dejan ver más el impacto de la decisión.

No podemos taparnos los ojos. No siempre quienes siguen un evento han podido contar con todo el ingrediente de entrega que demanda el espectáculo, ni tampoco el rendimiento.

Y no es solo asunto de dinero. Los deportistas cubanos han tenido prebendas que son quimeras para otros sectores en el país, como regímenes especiales de estudio, títulos universitarios aupados por el paternalismo y una cuestionable flexibilidad por este o aquel resultado. También la concesión de viviendas, de vehículos en casos contados, atención médica priorizada, pago en divisa convertible para campeones olímpicos, mundiales y otras. Que conste que no estoy de espaldas al hecho de que aún muchos viven en difíciles condiciones, ni más ni menos que otros cubanos.

Muchos atletas han sido los niños mimados del pueblo que les ha dispensado el reconocimiento social y el aplauso gratuito y los ha convertido en ídolos, casi dioses.

Toca entonces corresponder con muchísimo más esfuerzo individual y colectivo, con mayor disciplina en los escenarios y terrenos. Toca estimular mucho más la rivalidad en la sana lucha de contrarios que impone la naturaleza del deporte.

El primer examen que estará en el punto de mira de los “censores” será, por supuesto, la Serie Nacional de Béisbol. Ojalá las jugosas estimulaciones animen la real pasión que añora la afición y la entrega incondicional de quienes ocupan posiciones de liderazgo en cada uno de los conjuntos.

Urge también revertir los dividendos económicos en mayor atención al deporte, pero en particular a la base, donde se forjan los campeones y donde resultan recurrentes la escasez de ropa, calzado; competencias suspendidas por falta de transporte, mala alimentación, terrenos en deplorable estado…

Un último asunto igualmente controversial. En estos años ha crecido el éxodo de atletas en deportes como el voleibol, el atletismo, el béisbol, el fútbol o el boxeo; algunos sostienen que la mejoría en la remuneración no detendrá esa tendencia, como ya se ha constatado en el propio béisbol.

Habrá que lidiar con inteligencia y no caer en el chantaje de “si no me atiendes, me voy”, más que todo por asunto de principios.

Además de que Cuba nunca podrá emparentarse con las millonadas que se proponen en otros lares, ni puede desangrarse más de cuanto lo hace hoy, corresponde al deportista una cuota de dignidad, decoro y elección.

No todos tienen la postura de Asley González, el campeón mundial de judo este año, que rechazó una oferta de 20 000 dólares para que perdiera la pelea. Nadie puede pretender tampoco que regresen los años románticos en que se jugaba pelota sin zapatos y se dormía en literas, en tiempos de celular, Internet, ley migratoria y flexibilizaciones económicas.

Cuba tendrá que vibrar con quienes hayan decidido quedarse a luchar por sus cuatro letras sin cotizaciones sentimentales.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

9 comentarios

  1. Muy bien por Elsa y por los demas foristas que aqui han participado, estoy muy de acuerdo con todo lo aqui expresado, pero quisiera solo hacer una pregunta de acuerdo a un razonamiento expresado aqui: yo digo, cuando se van a preocupar por estimular correctamente a los que trabajamos en las diferentes entidades estatales de este pais, que en fin son los que llevan alante el desarrollo de este pais, pues el deporte en general es una de las aristas de este, coincido en que muy importante, pero no el pollo de este arroz con pollo. Creo que es hora de preocuparnos como pais por el desarrollo integral de toda la sociedad y no del deporte solamente.

  2. ELIO ME ES DIFICIL ACCEDER A LA PAGINA DE ELSA Y TENGO UNA INQUIETUD QUE PLANTARLE PARA VER SI ELLA PUEDE RESPONDERME, TE LA HAGO A TI PARA VER SI POR MEDIACION TUYA ME LA PUEDES ENVIAR, CITO ¿PODREMOS VER LOS JUEGOS FINALES DE LAS GRANDES LIGAS AUN CUANDO HELLAN CUBANOS ENTRE LOS EQUIPOS QUE DISCUTEN LA FINAL? SIEMPRE RECORDANDO LOS PASOS POSITIVOS QUE ESTA DANDO EL ESTADO CUBANO PARA EL BUEN DESENVOLVIMIENTO Y DESARROLLO DEL, BEISBO EN LA ISLA MARAVILLA, GRACIAS HERMANO Y OJALA ESTO LLEGUE A TI PARA QUE SE LO PUEDAS ENVIAR A ELSA.

    • Hola , mire yo tengo la misma insatisfaccion suya en cuanto a las trasmisiones de béisbol de las GL , si fuera mi decisión levantaría las dos manos porque se trasmitan en vivo todos esos juegos finales, incluso otros, sea cual fuere el equipo aunque estuviesen cubanos en ellos, en tiempos de desarrollo tecnológico, lo que no pone la television cubana , lo ponen otros medios, incluso telesur ha trasmitido noticias sobre los peloteros cubanos que están alla y eso es natural porque ese canal tiene una alta teleaudiencia , o de lo contrario la gente se entera por internet que aunque no todos tienen, las personas lo multiplican,
      y no es solo bésibol, el propio telesur ha referido noticias sobre cubanos en el voli italiano y para mi es lo mismo y no por eso se quitará telesur ¿o sí? nada que talvez nos demos cuenta de que ya pasó la era del misterio y el secretismo.

  3. Elsa felicidades, cómo te envidio; ahora estamos en el deber de contribuir a la reforma de la dirección del beisbol en Cuba, no mas Higinios ni Víctores, no mas caprichos ni imposiciones. Ya la actitud de ciertos funcionarios y directivos se estaba volviendo sospechosa.
    Un fuerte saludo para ti. Trata de contagiar al resto de los periodistas de tu provincia que se dedican a ¨coger mangos bajitos¨ ¿me entiendes? Nos vemos.

  4. Elsa esta vez no puedo terminar sin dedicarte unas merecidas palabras de felicitación. Dijiste esactamente lo todos hablamos a diario y quisieramos oir. Gran mérito el del periodista capáz de sistetizar y decir con las palabras precisas lo que el pueblo siente.
    Gracias

  5. Elsa de nuevo regreso a la prensa digital y es para felicitarte por este escrito, damos gracias al Señor por tu valentía en publicar la noticia sin rodeos y también por escribir artículos que de leerlos quienes tienen que ver con estas realidades que planteas fueran capaces de hacerlo y les interesara de veras el deporte cubano tomaran a consideración lo difícil de la vida del deportista y lo mal remunerado pero no solo ellos si no también los entrenadores, por ejemplo en un equipo de béisbol solo se ven los jugadores y algún entrenador pero cuantos mas están detrás de un juego de béisbol y un equipo, entrenadores, los periodistas, los que acondicionan los terrenos, los camarógrafos, para que seguir nombrando a lo quiero llegar cuantos hijos abandonados que mientras sus padres comen un pollo en el lugar donde están hospedados lo hacen con lagrimas en sus ojos porque no saben que están comiendo sus hijos en casa, no se toman el refresco de lata que le dan en sus meriendas para llevarlo a casa para sus hijos eso es triste y creo que revertirse ya es tiempo de hacerlo si queremos ver el deporte dar los frutos esperados.
    Les deseo a todos una linda y bendecida semana.

  6. Como nos tiene acostumbrado llama a las cosas por su nombre como debe ser en un periodista que se respete.Bueno para los peloteros que le paguen mas,el «amateurismo» cubano que no creia nadie,solo servia para escudarse tras el y pagarle una miseria a los peloteros..ah! y nadie se ahara rico con 100 cuc al mes

  7. gracias elsa, muy valiente
    otra arista del problema es el sistema de competencia con relacion a los premios dados por competencias ganadas ,por ejemplo el beisbol tiene una o dos competencias al año y no creo que todas sean renumeradas , habria que compartir entre 24 peloteros , sin embargo leinier dominguez se haria rico de la noche a la manana con un sistema de campeonatos casi uno todos los meses . podria torserse la tendencia a praticar deportes bien renumerados en detrimento de otros , … vaya como en la cultura , mejor cantar regeton que estudiar musica clasica

  8. solo tengo que decir que es un escrito FUERA DE SERIE , OJALA SE ARREGLEN MUCHAS COSAS Y YA VEREMOS DESPUES QUIEN ES QUIEN AL MENOS EN EL BEISBOL QUE ES LO QUE MAS LE GUSTA AL PUEBLO

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *