Cuba transforma su economía sin abandonar principios socialistas

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Cuba hará las transformaciones necesarias para hacer más eficiente su economía, pero sin abandonar la propiedad social sobre los medios de producción.

Durante una intervención en el foro sobre economía cubana que cerró la 101 reunión del Consejo del Banco Internacional de Inversiones (BII), el vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo insistió en que la apuesta no es por un cambio estructural sino por la modernización de la administración de los recursos con que cuenta el país.

Se trata de alcanzar un modelo socialista próspero y sustentable, de ahí la obligación de presentarle al mundo una estrategia de crecimiento, y sobre todo de desarrollo, que cuente con una tasa de acumulación considerable, lo que indica la necesidad de acceder al capital foráneo.

Al explicar las actuales características de la economía y su actualización, Murillo expresó a los representantes del BII que el país necesita de dos mil a dos mil 500 millones de dólares anuales de inversión extranjera directa para desarrollarse.

No utilizar esas fuentes retardaría el desarrollo nacional, ya que la tasa de crecimiento en los últimos tres años no ha rebasado el 3,2 por ciento y la de acumulación (inversiones) 12 por ciento.

Para este año el plan de crecimiento de la isla es de 2,2 por ciento, lo cual subraya que, si bien la economía crece, lo hace a un ritmo que retarda el desarrollo, puntualizó.

Apuntó que la economía nacional precisa de un ritmo anual de entre el cinco y el siete por ciento y para conseguirlo hacen falta tasas de acumulación del 20-25 por ciento, mediante créditos e inversión extranjera directa.

Murillo precisó que sobre esa base se aprobó la Ley de Inversión Extranjera y aseguró que todos los cambios están bien estudiados y pensados y la dirección del país sabe en qué momento aplicarlos.

Para dicho proceso, agregó, se analizaron experiencias similares de otros países con el objetivo de diseñar un modelo económico propio y un programa de desarrollo a largo plazo.