Humorismo en Sancti Spíritus: Ni muy muy, ni tan tan

Escritor y director del grupo Cariduros, Noelio Ramos Rodríguez manifiesta su desacuerdo con la visión publicada en Escambray sobre el humor en Sancti Spíritus. “Más allá del cuero” se titula el trabajo aparecido el pasado 16 de agosto en el periódico Escambray y cuyo sumario cito: “El panorama del humor

Humorismo espirituano: ni muy muy, ni tan tan...Escritor y director del grupo Cariduros, Noelio Ramos Rodríguez manifiesta su desacuerdo con la visión publicada en Escambray sobre el humor en Sancti Spíritus.

Más allá del cuero” se titula el trabajo aparecido el pasado 16 de agosto en el periódico Escambray y cuyo sumario cito: “El panorama del humor en Sancti Spíritus padece de no pocos vicios. Escambray alerta en torno a un mal que puede volverse crónico”. Sobre el artículo, quisiera expresar algunas consideraciones.

Es cierto que existen aspectos del trabajo que deben mejorarse, formas de expresión que necesitan ser depuradas, pero no creo que el humor en esta provincia se encuentre en el estado deprimente que asegura el autor en su artículo.

De deficientes técnicamente, de utilizar el chiste banal, de plagiar arquetipos y reproducir vulgaridades, de autodeterminarse comediantes y de terminar convirtiéndose en una de parodia de sí mismos se acusa a los humoristas espirituanos.

A lo anterior, se suman otros desaciertos supuestamente cometidos, como “armar un show a base de fonomimias y caricaturas”, ignorando al parecer que esas dos variantes de la proyección escénica son precisamente las que distinguen a la casi totalidad de los grupos del territorio.

No se trata tampoco de que el humor en Sancti Spíritus tenga todos los problemas resueltos. Hay muchos desaciertos que mejorar, otros que eliminar y tantos que incorporar en aras de establecer la defensa de lo auténtico y lo sano.

La crítica no debe consistir, a mi juicio, en meternos a todos en un mismo saco o en emitir un criterio general; la crítica es reflexión, análisis y sugerencia.

Responsabilizar a un grupo de colectivos de similares vicios, sin nombrar las cosas por su nombre, es dejar el problema en terreno de todos que, en definitiva, termina siendo el de nadie.

Confeccionar el repertorio de las agrupaciones dedicadas a la tan seria tarea de hacer reír es una labor en extremo difícil. Muchas veces el sueño altruista de encausar las agrupaciones por el rumbo del humor reflexivo, inteligente, que ponga al público a pensar y genere estados de ánimos y conductas, se desvanece ante la realidad de que una gran parte del auditorio va en busca de alejar de la mente asuntos bien serios y divertirse a través del desenfado y la picardía. Entonces, un espectáculo muy bien intencionado, apto para cualquier tipo de público o escenario, suele ser tildado de tedioso.

Ello no justifica lo grosero ni lo chabacano pero, ¿quién está en condiciones de establecer mediante un reglamento qué es una cosa o la otra? En tiempos en que el lenguaje atrevido cobra más fuerza en textos literarios, obras teatrales humorísticas y dramáticas, letras de canciones, filmes, bajo las más disímiles corrientes artísticas, se hace difícil establecer una línea divisoria entre lo vulgar, lo grosero y sus antónimos.

De cualquier manera —y que quede claro—, no comparto aceptar libertinaje por libertad. Hay un público para todo, solo se debe ser capaz de identificarlo.

Los artistas tienen el serio compromiso de entretener y, a la vez, educar. Deben transmitir modelos dignos de imitar y ser cronistas consecuentes del devenir social e histórico a través de su labor creativa. Pero esta labor es también un medio de vida y un modo de sustento. Lamentablemente, casi nunca lo uno se corresponde con lo otro. Sucede entonces que quien transgrede las reglas encuentra mercados a fuerza de un lenguaje verdaderamente grosero.

Lo del cuero es cierto, pero que conste que no se inventó en la tierra del Yayabo. Y que no todo es cuero. Existe el intercambio con el público, casi siempre preparado de antemano o escogido entre aquellos que sabemos admiradores de nuestro trabajo o que disfrutan unos minutos del protagonismo.

Los humoristas espirituanos, que somos sin dudas los primeros encargados de garantizar la salud de la manifestación, debemos sentarnos a reflexionar. Hay que trabajar en la solución de las deficiencias, debemos ser receptivos a las sugerencias, a los criterios y a los consejos de las personas inteligentes que siguen nuestro trabajo, pero se necesitan críticas con nombre y apellidos.

Por último, algunas precisiones: los humoristas —con la excepción de alguno que lo haga fuera de su proyecto de trabajo— no “andan por ahí travistiéndose”. El hecho de que un actor o actriz se convierta mediante el vestuario y el maquillaje en un individuo del sexo contrario se llama transformismo y se remonta a los inicios mismos del teatro. Incluso, el hecho de que un hombre asuma actitudes inherentes a la mujer o viceversa es un recurso muy utilizado en la actuación como vía de provocar situaciones hilarantes, sobre todo en el absurdo.

En cuanto a que Sancti Spíritus tuvo una Época de Oro del Humor, no la conozco. En aquellas etapas en que abundaban los centros recreativos y plazas con reconocidos espectáculos, siempre hubo necesidad de importar los humoristas desde otras regiones del país. Puedo citar por sus nombres a los del patio y me sobrarían los dedos de una mano, y a los que se contrataban para cubrir las solicitudes, que eran mayoría.

No comparto el criterio de que los humoristas nos pasamos el tiempo faltándole el respeto al público. Si no, cómo explicar que se llenen las salas cuando se programan presentaciones.

No obstante, somos conscientes de que aún no le estamos brindando al público el producto que merece. Cualquier crítica o sugerencia, venga de quien venga, si es justa, será bien recibida.

Redacción Escambray

Texto de Redacción Escambray

2 comentarios

  1. felipe napoles carmenate

    soy el director de los fonorrelampagos ,grupo que surgio en el yayabo en el 1996 y que ahora se encuentra trabajando en la capital con la agencia caricatos,creo q sancti spiritus es una tierra de grandes artistas en todas las manifestaciones y el humor no se queda atras,de alli surgio blanco y negros ,los favis,fonorrelampagos.eureka,y solistas que hoy estan por todo el mundo.me siento deudor del publico del yayabo que tantas veses lleno el principal para disfrutar de un buen bufo ,del vernaculo que casi no se hace.y espero pronto regalarle el humor de fonorrelampagos que aunque estamos en la habana,seguimos siendo un grupo espirituano ,del yayabo al almendares y del almendares al yayabo,

  2. La verdad es que el humor en Sancti Spíritus está… ¿está?

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