Los misterios del calor

Aunque los espirituanos se quejan de la canícula, los meteorólogos aseguran que las temperaturas de estos meses no rebasan los promedios históricos. Otros argumentos para la sofoquina común. En cualquier esquina se escucha el mismo comentario: ¡qué calor! Casi no deja dormir en las noches ni trabajar en las tardes.

Durante estos meses de mucho calor los espirituanos buscan refrescarse con un chapuzón. Aunque los espirituanos se quejan de la canícula, los meteorólogos aseguran que las temperaturas de estos meses no rebasan los promedios históricos. Otros argumentos para la sofoquina común.

En cualquier esquina se escucha el mismo comentario: ¡qué calor! Casi no deja dormir en las noches ni trabajar en las tardes. Abanicos y ventiladores poco resuelven. Sin embargo, las estadísticas de los meteorólogos aseguran que en estos meses de verano no se ha impuesto ningún récord de altas temperaturas y que estas no rebasan los promedios históricos establecidos para la temporada.

Luis Antonio Catalá, especialista principal del grupo de Pronósticos del Centro Meteorológico Provincial, considera que las personas olvidan de un año para otro los calores ya experimentados; sin embargo, admite que actualmente sí tenemos bastante.

“La temperatura es una cosa y la sensación térmica es otra. Este año ha llovido muy poco porque nos encontramos bajo la influencia del anticiclón del Atlántico. Además, la temporada ciclónica se ha comportada poco activa, pues se han formado solo dos sistemas y sin incidencias sobre Cuba. También existe un alto contenido de humedad relativa en la atmósfera. Todo eso hace que se perciba más calor”, argumenta.

Por su parte, recientemente el Doctor José Rubiera comentaba las molestas jornadas calurosas que se experimentan desde temprano; no obstante, aclaraba que este sofocante calor no resulta peligroso en Cuba: “Recordemos que el mecanismo de refrigeración natural del ser humano radica en la piel. Cuando se suda, el cuerpo proporciona energía al sudor para que se evapore y cuando lo hace, baja la temperatura de la piel y nos refrescamos.

“Pero si la humedad es alta en el ambiente, entonces llegará un momento en que ya no se pueda evaporar más sudor. Se alcanza la saturación en el aire circundante. El sudor quedará sobre la piel y al no evaporarse, no nos refrescamos y sentiremos un calor muy molesto. Sin embargo, no será algo peligroso, ya que el cuerpo humano no perderá una cantidad grande de líquido”.

Mary Luz Borrego

Texto de Mary Luz Borrego
Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas económicos. Ganadora de importantes premios en concursos nacionales de periodismo.

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