Sancti Spíritus: cinco siglos de ciudad (+fotos)

Cuando llegué por primera vez a la ciudad del Espíritu Santo me pareció una urbe más, un poblado a la vera del Yayabo con un puente monumental que acaso no merecía.   Reconstruyen en Sancti Spíritus emblemático parque Serafín Sánchez (+fotos) Pero su fisonomía colonial y unas exiguas calles de

La cuarta villa de Cuba se alista a cumplir su medio milenio.Cuando llegué por primera vez a la ciudad del Espíritu Santo me pareció una urbe más, un poblado a la vera del Yayabo con un puente monumental que acaso no merecía.

 

Reconstruyen en Sancti Spíritus emblemático parque Serafín Sánchez (+fotos)

Pero su fisonomía colonial y unas exiguas calles de piedra bastaron para que echara raíces definitivamente aquí. La cuarta villa fundada por Diego Velázquez en el año de gracia de 1514; ese pueblo incipiente entonces, arcaico ahora, me acogió sin rodeos ni premoniciones.

Poco a poco descubrí su encanto de paraje primigenio, la lozanía de aquellas mismas casas antidiluvianas, la increíble vitalidad de sus tejados. Y ya no me pareció tan angosta, tan antigua la tierra donde nacieran los Sánchez Valdivia.

De tanto desandar sus muchos vericuetos, los espirituanos apenas se percatan de que la suya es una localidad que crece, se despereza de las marismas del pasado en un loable intento por parecerse al Ave Fénix. A fuerza de transitar iguales rutas, algunos olvidan que, tras balaustres y fachadas casi medievales, se esconden siglos de historia, de esos tiempos inmemoriales en que los pocos techos jugaban a burlar la ira de los huracanes.

Irremediable conquistada estoy por el embrujo de esta metrópoli en ciernes, por los arpegios de la trova originaria, por cada una de sus fiestas santiagueras. Y es que las aguas del Yayabo me atraparon, en esa especie de sortilegio místico, ontológico, que impide abandonarlo del todo.

A las idas y venidas de su arteria fluvial le deben los espirituanos —y quienes jugamos a serlo— las bonanzas y desventuras de cada año. Tal vez por eso, o porque la gente en sus orillas es capaz de todos los milagros, cada enero la sorprende con esos recovecos de villa pretérita, cansada, estrenando nuevos bríos, orgullosa de sus cinco siglos sobre la piel del mundo.

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Gisselle Morales

Texto de Gisselle Morales
Periodista y editora web de Escambray. Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2016). Autora del blog Cuba profunda.

5 comentarios

  1. Porque no se publican las fotos del proyecto del Parque Serafín Sánchez, pues muchos espirituanos se preguntan cómo es, cómo quedará, …………, pienso que la divulgación debe ser mayor, estamos hablando de un espacio muy importante para los espirituanos.

  2. Me ha gustado mucho su artículo, también esas fotos, quisiera ver más y siempre que sea posible tener el año en que fueron tomadas, sin dudas nuestra ciudad es una de las más conservadas de Cuba.
    Ahora vemos retomar las acciones constructivas con motivo del 500 Aniversario, después de un 2013 que a mi juicio no tuvo muchos avances en ese sentido si lo comparamos con lo hecho en 2011 y 2012. Quedan muchas cosas por hacer, por fin comenzamos con el Parque y todavía nos preguntamos si le pondrán la estatua ecuestre de Serafín que tanto han querido los que aquí vivimos, le rinde un homenaje más que merecido en el mismo corazón de la ciudad, el lugar que lleva su nombre.

  3. alcanza con asomarte una sola vez al puente, tomar agua del yayabo, recorrer sus retorcidas y añejas calles o entablar amistad con un espirituano, para quedar prendado (a) con esta hermosa, inigualable y querida villa, periodista no me extraña que te haya sucedido, a mi también me paso lo mismo, santaclareño-espirituanizado.

    Felicidades mi adorada ciudad en tus 500 años.

  4. Y eso que no alcansastes a partcipar de la costumbre de dar vueltas al parque.Asi encontrabamos pareja los espirituanos y quizas alguna saguera conseguiria algoHierbe el agua del Yayabo,que ni yo,que me crie en sus orillas me la tomo

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