Sancti Spíritus: ¿cuál es la casa más vieja?

Aunque los especialistas coinciden en que la Iglesia Parroquial Mayor es la edificación más veterana de la villa, muy pocos saben cuál es la vivienda más añosa. Entre los centenares de construcciones que datan de varios siglos en Sancti Spíritus, descuella una: la Iglesia Parroquial Mayor, que ostenta la categoría

Recientemente remozada, esta casa disimula con garbo sus 321 años. Aunque los especialistas coinciden en que la Iglesia Parroquial Mayor es la edificación más veterana de la villa, muy pocos saben cuál es la vivienda más añosa.

Entre los centenares de construcciones que datan de varios siglos en Sancti Spíritus, descuella una: la Iglesia Parroquial Mayor, que ostenta la categoría de ser la más airosa —por su altura— y la más anciana, pues, de acuerdo con los elementos disponibles, se concluyó entre junio y septiembre de 1680, hace 334 años.

Sin embargo, muy pocos espirituanos conocen que la vivienda más antigua es un hogar humilde, ubicado en la calle Gilberto Zequeira No. 119 (Santa Bárbara) esquina a San Julio; según María Antonieta Jiménez Margolles (Ñeñeca), historiadora de la ciudad, la ya fallecida dueña le mostró hace años un documento de propiedad con fecha de 1690.

Si ello fuera así, esta residencia sería solo 10 años más joven que la emblemática iglesia y sentaría pautas entre las de su tipo, en una clasificación según el carácter y utilización de cada una de estas construcciones; a saber, de destino religioso, social, habitacional y hasta económico.

La morada en cuestión pertenece hoy a la maestra jubilada Claribel Morell y es, al decir de Ñeñeca, “una casa de puntal bajo, con las puertas dotadas de anchos tapajuntas, con restos de aleros tejaroz, con los vanos apaisados, techos cuatri estriados y en las paredes presenta los ladrillos unidos con tendas (espesor de la mezcla) más gruesas que los propios ladrillos, además de piedras grandes en las paredes, por lo que constituyen muros mixtos.

Si tenemos que la Parroquial Mayor es el inmueble más viejo en términos absolutos y, en particular, entre los de carácter religioso, y que dicha casa es la más antigua entre los de carácter habitacional, ¿cuál o cuáles le siguen?

Según la Historiadora de la Ciudad, “la construcción civil más vieja es el Hospital de San Juan de Dios, ubicado en la esquina de las calles Frank País y Luz y Caballero. Esta instalación, afirma, fue inaugurada en 1712 y se construyó gracias a una donación del presbítero Silvestre Alonso Muñoz, quien también mandó a edificar el Convento de San Francisco en 1716  —ya desaparecido— con aulas destinadas a la enseñanza.

Pero ocurre que muchas de las antiguas grandes construcciones espirituanas concebidas originalmente con fines residenciales han sido dedicadas luego a fines sociales. Este es el caso de la casona donde hoy radica la Escuela de Economía que, según el arquitecto Roberto Vitlloch, al igual que otras muchas en Sancti Spíritus datan del siglo XVIII.

Señala Vitlloch que la característica común en la construcción de viviendas espirituanas es la superposición de épocas en un mismo espacio: “Cuando tú analizas desde el punto de vista tipológico los códigos del diseño de los elementos arquitectónicos, encuentras esa intercalación.

“Por ejemplo, el actual Museo de Historia Provincial, en la calle Máximo Gómez, frente al parque Serafín Sánchez, es de 1740, pues en un tirante de la techumbre está grabada esa fecha, por lo que es una casa del siglo XVIII; sin embargo, su fachada pertenece al siglo XIX.

“Además, en la zona donde radica la tienda El Convenio vemos un portal ecléctico de finales del siglo XIX o inicios del XX, pero en su frente hay elementos del siglo XVIII con otros que vienen del XVII, como es el sardinel, lo que significa que en las construcciones del siglo XVIII, predominantes entre las más antiguas de la ciudad, se observan elementos de la centuria precedente.

“Es decir, que de una etapa se pasa a la siguiente manteniendo elementos comunes, como las grandes salas y saletas, los altos puntales… Pero con la modernidad y las grandes necesidades de vivienda, los divorcios, etc., la práctica de dividir esas grandes casonas coloniales en dos y tres apartamentos se hizo cotidiana.

“Por regla general, se baja el puntal y se les pone techo de placa, se alteran formas y tamaños de puertas y ventanas. Eso ha venido ocurriendo, fundamentalmente, desde la segunda mitad del siglo XX y es una etapa más confusa y destructiva, que amenaza con arruinar nuestro legado histórico”, concluye el arquitecto.

Afortunadamente, esa tendencia destructiva tan difícil de revertir en lo social, está siendo rectificada institucionalmente al calor de la gran jornada por el  aniversario 500 de la villa, que ha rescatado la forma original de calles y lugares con valor patrimonial y ha restablecido el ordenamiento en cuanto a licencias para trabajos constructivos y de mantenimiento en el Centro Histórico, inmersos en la gran cruzada por hacer de Sancti Spíritus una ciudad más bella.

Pastor Guzmán

Texto de Pastor Guzmán
Fundador del periódico Escambray. Máster en Estudios Sociales. Especializado en temas históricos e internacionales.

3 comentarios

  1. Yanelys March Salas

    Claribel Morell fue mi maestra, una de las mejores maestras que tuve y de esa generacion de las q ya no quedan o quedan muy pocas, tuve la oportunidad varias veces de visitar su casa.

  2. Manuel Rodríguez Rendón

    Sería muy bonito tener en el trancurso del 500( hasta junio del 2015) , un folleto o libro que recogiera en sintesis todas estas reliquias de nuestra ciudad,y se pudiera obsequiar y vender al llegar al 5001 en saludo a esa fecha.

    Dejo la idea, a Maria Antonieta, ella como principal historiadora sé que con su entusiasmo, puede contribuir a ello.

    Feliz 500.

    • RENDON USTED QUISO PLASMAR EL AÑO 501 VERDAD ?
      PORQUE FIJESE BIEN QUE PUSO 5001 EN VEZ DE 501.
      Y DE AQUI AL 5001 ME PARECE QUE NOSOTROS NI DEL NOMBRE SE VAN A ACORDAR PORQUE HAN PASADO 2987 AÑOS.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Responder a consuelo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *