Díaz-Canel: solución ante cambio climático implica eliminar la pobreza

En la Conferencia sobre el Cambio Climático, el primer vicepresidente cubano expresó que una solución para enfrentar el calentamiento global debe contemplar eliminar la pobreza. El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó este 30 de noviembre en la cumbre del clima que una solución para enfrentar el calentamiento global debe

En la Conferencia sobre el Cambio Climático, el primer vicepresidente cubano expresó que una solución para enfrentar el calentamiento global debe contemplar eliminar la pobreza.

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Díaz-Canel: La humanidad tiene puesta sus esperanzas en los resultados de esta Conferencia.

El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó este 30 de noviembre en la cumbre del clima que una solución para enfrentar el calentamiento global debe contemplar eliminar la pobreza y promover un orden económico internacional más justo y equitativo.

«La única solución real y justa para enfrentar el cambio climático debe venir de la modificación de los patrones de producción y consumo, la eliminación del atraso y la pobreza, y la promoción de un orden económico internacional más justo y equitativo», dijo Díaz-Canel ante el plenario de la Conferencia sobre Cambio Climático COP21, haciendo referencias a palabras del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.

Recordó que transcurrieron ya 23 años desde que en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro Fidel Castro alertó al mundo de que «una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre».

El representante de la mayor de las Antillas destacó que es indispensable estabilizar la temperatura global en el entorno de 1,5 grados Celsius, como justamente reclaman los pequeños Estados insulares en desarrollo, los cuales se encuentran en la primera línea de enfrentamiento al cambio climático global.

Subrayó que Cuba asiste a esta Conferencia para abogar por un acuerdo sustentado en una aplicación más efectiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas.

El acuerdo de París -acotó- debe entrañar un firme compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con base en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Asimismo, el establecimiento de un renovado marco de cooperación internacional que asegure la provisión y escalamiento de los recursos y la transferencia de tecnologías para que los países en desarrollo puedan cumplir con las disposiciones del acuerdo.

Advirtió que no se pueden combatir los efectos del cambio climático obstaculizando el desarrollo de los que más lo necesitan ni los esfuerzos nacionales para erradicar la pobreza y el hambre en una extendida geografía del planeta.

La humanidad -expresó- tiene puestas sus esperanzas en los resultados de esta Conferencia, la cual deberá conducir a un acuerdo justo y balanceado, sin retroceder en el compromiso y liderazgo que corresponde a los países desarrollados, que deben asumir con determinación y proporcionalidad su responsabilidad histórica.

Si hace 23 años ya era casi tarde para hacer lo que debíamos haber hecho hacía mucho tiempo, hoy resulta inmoral continuar postergando una acción internacional fortalecida para enfrentar los efectos del cambio climático global, culminó Díaz-Canel, quien encabeza la delegación de Cuba a la COP21.

Integran además la delegación de la isla la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, así como el Embajador de La Habana en París, Héctor Igarza.

A continuación el discurso del jefe de la delegación cubana a la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

París, Francia, 30.11-11.12 2015

Señor Presidente Francois Hollande,

Señor Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon,

Distinguidos Jefes de Estado y de Gobierno, delegados e invitados,

Señor Presidente,

Permítame, ante todo, expresar las condolencias del pueblo y gobierno de Cuba, al pueblo de Francia por las víctimas que ocasionaron los atroces atentados terroristas en París.

Han transcurrido 23 años desde que en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, alertara que, y cito, «una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre». Ya entonces adelantaba que la única solución real y justa debía venir de la modificación de los patrones de producción y consumo surgidos de las antiguas metrópolis coloniales, de políticas imperiales que generaron el atraso y la pobreza para la inmensa mayoría de la humanidad, además de la promoción de un orden económico internacional más justo y equitativo.

Ello sigue siendo hoy una condición indispensable para estabilizar la temperatura global en el entorno de 1,5 grados Celsius, como justamente reclamamos los pequeños Estados insulares en desarrollo, que estamos en la primera línea de enfrentamiento al cambio climático global.

Cuba asiste a esta Conferencia para abogar por un acuerdo sustentado en una aplicación más efectiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas. El acuerdo de París debe entrañar un firme compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con base en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, y el establecimiento de un renovado marco de cooperación internacional que asegure la provisión y escalamiento de los recursos y la transferencia de tecnologías para que los países en desarrollo podamos cumplir con las disposiciones del acuerdo.

No se pueden combatir los efectos del cambio climático obstaculizando el desarrollo de los que más lo necesitan ni los esfuerzos nacionales para erradicar la pobreza y el hambre en una extendida geografía de nuestro planeta común.

Señor Presidente:

La humanidad tiene puesta sus esperanzas en los resultados de esta Conferencia, la cual deberá conducir a un acuerdo justo y balanceado, sin retroceder en el compromiso y liderazgo que corresponde a los países desarrollados, que deben asumir con determinación y proporcionalidad su responsabilidad histórica.

Si hace 23 años ya era casi tarde para hacer lo que debíamos haber hecho hacía mucho tiempo, hoy resulta inmoral continuar postergando una acción internacional fortalecida para enfrentar los efectos del cambio climático global. Nosotros, los países en desarrollo, con el apoyo requerido, haremos lo que nos corresponde en esta lucha, que es también nuestra.

Muchas gracias.

Agencia Prensa Latina

Texto de Agencia Prensa Latina

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