Termómetro social en manos fiscales

Blanca Elena Alonso de León, fiscal del Departamento de Atención y Protección a los Derechos Ciudadanos, pondera la valía de la Línea Única que desde noviembre pasado beneficia a toda Cuba.   A más de tres meses de su puesta en funcionamiento, la comunicación de la ciudadanía a través del

Las llamadas atañen no solo a temas legales, sino también a problemas de diversa índole, afirma Blanca Elena.Blanca Elena Alonso de León, fiscal del Departamento de Atención y Protección a los Derechos Ciudadanos, pondera la valía de la Línea Única que desde noviembre pasado beneficia a toda Cuba.

 

A más de tres meses de su puesta en funcionamiento, la comunicación de la ciudadanía a través del número telefónico 080212345 permite a la Fiscalía General de la República un vínculo efectivo con el pueblo. Cuando cerca de 300 residentes en territorio espirituano han utilizado esta vía, Escambray interpela a quienes en la Fiscalía Provincial asumen la misión de escuchar y orientar sin distinción de horarios ni límite de tiempo.

Usualmente, por sus funciones, se identifica al fiscal como al ente acusador, ¿por qué la Fiscalía para un papel que es, en esencia, el de una defensoría pública?

La Constitución de la República deja claro el derecho, para todos los ciudadanos, de establecer peticiones a cualquier organismo o entidad y recibir una respuesta en un término adecuado. En el año 1997, cuando se promulgó la Ley 83, se estableció la posibilidad de que la Fiscalía tramite, investigue y dé respuestas a las reclamaciones y denuncias de la población. Desde entonces disponemos de un sistema dirigido a ese fin, desde el nivel central hasta los órganos municipales; contamos con un Departamento de Atención y Protección a los Derechos Ciudadanos, pero muchos se sorprenden al conocer que aquí no solo se orienta en materia legal, sino que somos el único órgano del Estado con facultades para velar por el restablecimiento de la legalidad en aquellos procesos donde haya sido violada. Esta arista de nuestro quehacer no ha sido debidamente divulgada, estamos procurando elevar la cultura jurídica de la población”.

¿Qué acogida ha tenido la Línea Única y cuáles asuntos mueven a las personas que se comunican con ustedes?

Ha sido impresionante. A nivel de país hasta el 31 de enero el promedio diario de llamadas era de 70, aquí al principio también se recibían muchísimas, ahora entran entre seis u ocho por día, pero la mayoría de ellas genera otras acciones.

Nos llegan asuntos de cualquier índole, desde legales, mayormente de materia penal, hasta los problemas más cotidianos que uno se pueda imaginar. Muchas llamadas versan sobre el tema de los subsidios, uno de los más recurrentes,  básicamente por demoras en la decisión de entregarlos o denegarlos. Otro asunto recurrente es el relativo a la Vivienda, generalmente por conflictos de diversa índole o por inejecución de resoluciones firmes, lo cual nos ha hecho mantener estrecha comunicación con los gobiernos municipales, con predominio de la cabecera provincial, donde más abundan estos casos.

También han emergido con fuerza inconformidades por elevadas sumas en las facturas del consumo eléctrico del sector residencial. En tales situaciones orientamos a los presuntos afectados dirigirse a la entidad correspondiente. De todo ello damos cuenta no solo a las empresas implicadas, sino también a las autoridades gubernamentales y partidistas del territorio, para que resulte de utilidad a la hora de medir las preocupaciones populares y los problemas que afectan a la ciudadanía.

¿Qué ventajas tienen los usuarios y en qué aspectos se ven limitados?

La práctica tradicional para atender a la ciudadanía, que aún está vigente, no satisface todas las necesidades porque exige de la presencia física de la persona y hay quienes viven en lugares muy lejanos. Esta es una vía alternativa, hasta hoy tenemos solo la del teléfono, pero muy pronto dispondremos de un correo electrónico y también de un portal digital. Atendemos las 24 horas del día, en horario laboral la línea está a cargo de los fiscales de la provincia y a partir de la hora en que el mismo concluye las llamadas se desvían hacia la Fiscalía General, que nos traslada los reportes con extrema rapidez. Igual los sábados y domingos. Siempre solicitamos un número telefónico a quienes llaman, por si necesitáramos comunicarnos posteriormente. En momentos determinados entendemos preciso pedirles que vengan, hemos tenido casos así, como también otros en los que acudimos nosotros al lugar porque el interesado no puede trasladarse.

La Línea Única se erige ya en una especie de termómetro para auscultar la salud social del territorio, ¿alguna reflexión al respecto?

En primer lugar, eso nos proporciona satisfacción porque de alguna manera estamos ayudando a resolver los problemas de la ciudadanía, pero estamos también, ya a nivel de Estado, dando información al pueblo. Es una tremenda responsabilidad para cualquier fiscal enfrentar consultas por la vía del teléfono; a eso se suma el hecho de poner en conocimiento de las autoridades situaciones determinadas, lo cual entraña además una responsabilidad y un compromiso para nuestro órgano.

¿Se sienten correspondidos?

Hasta ahora hemos tenido, como regla, la cooperación de los organismos y de las autoridades del territorio. Prima el respeto por parte de las personas que llaman, las escuchamos sin apuro ya que ese es su tiempo, a veces es una forma de desahogarse sobre un problema que traen acumulado por años. Al final agradecen nuestra atención.

¿Insatisfacciones?

No se puede llamar ni de los teléfonos fijos alternativos ni desde los móviles. Esa limitación aspiramos a que se elimine, pero aún la tenemos.

Delia Proenza

Texto de Delia Proenza
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Ms.C. José Gonzalo Chirino Ramadán

    En mi opinion esa es otra forma solapada de anónimos que tanto afectan a la sociedad cubana, Un país donde los anónimos sean la forma mas usada de sus habitantes denunciar lo mal hecho es una de estas dos variantes.
    O sus habitantes son cobardes , traicioneros , sin principios, sin valores,
    O no creen en sus jefes y temen decir la verdad de frente por posibles represarías

    Yo estuve en Venezuela de misión jamas vi un anónimo entre venezolanos, solo entre cubanos y no creo que en ningún otro país el anónimo sea la forma principal de atención de las inquietudes de la población.
    Si la generación del centenario se hubiera dedicado a mandar anónimos todavia Batista fuera el dictador de Cuba

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