Ceiba que se cae a pedazos

Una vieja ceiba cuyas ramas se desprenden sistemáticamente y caen, en tanto ella misma amenaza con venirse al suelo sin que alguna entidad haga algo al respecto, es el asunto que llevó a Yuandyt Vergel Silva, vecino de la calle General González No. 78, en Yaguajay, a remitir una carta

Una vieja ceiba cuyas ramas se desprenden sistemáticamente y caen, en tanto ella misma amenaza con venirse al suelo sin que alguna entidad haga algo al respecto, es el asunto que llevó a Yuandyt Vergel Silva, vecino de la calle General González No. 78, en Yaguajay, a remitir una carta a nuestro buzón electrónico.

Refiere Yuandyt que el árbol hace mucho tiempo comenzó a secarse y que alrededor de un año atrás vecinos del lugar, él incluido, lo comunicaron a las autoridades en el municipio, “sin que allí se personara nadie. Dirigentes provinciales ya conocen del problema. La única respuesta ante el reclamo es que pronto lo van a resolver y que deben gestionar una grúa porque aquí no disponen de ella”, puntualiza.

“¿Acaso ‘pronto’ es una fecha marcada en el calendario o es esa la respuesta más rápida para convencer a las personas de que sigan esperando, no se sabe cuánto?”, inquiere el lector y agrega que como la ceiba está en plena vía, nadie quiere asumir el problema. “Pasa el carro de Comunales encargado de recoger la basura y no se percata del cúmulo de ramas al pie del árbol; pasan ejercicios de la Defensa y nadie dice de desgajarlo, aun cuando existe un Área de Atención debajo del mismo”, apunta.

Escambray constató que hay otros residentes en el lugar con similar alarma, derivada de la caída de las grandes ramas secas, que han estado a punto de lesionar a transeúntes. También temen que el tronco, grueso y presumiblemente pesado, se precipite mientras alguien pasa por allí. “Imagine la zozobra de los que vivimos junto a la ceiba, no se puede salir al patio e incluso dentro de las viviendas se corre el riesgo de algún techo resulte destruido”, narra Yuandyt.

Cuentan los vecinos que dentro del cúmulo de ramas al pie de la ceiba, cada vez mayor, se reproducen insectos, cucarachas y ratones. ¿Será el viejo árbol eternamente de nadie y continuará, por ello, ausente la solución? ¿Tomará cartas en el asunto alguna entidad? Es lo menos que puede suceder tras la publicación de una queja a la que ya Granma dio curso semanas atrás sin que nada haya cambiado desde entonces.

FOSA REVENTADA

Midalis García Boffill, residente en San Telmo No. 62 altos, entre Ismael Saure Conde y Ornofay, en Sancti Spíritus, da cuenta de la tupición de su fosa desde finales del mes de marzo. “Mi esposo y yo fuimos más de seis veces a reportarlo a una oficina de Acueducto y Alcantarillado en el reparto de Colón. Acudieron un par de veces, pero no resolvieron el problema porque siempre les faltaba algo.

“Me dirigí a la Oficina de Atención a la Población de la Asamblea Municipal del Poder Popular y allí me orientaron ir un jueves a las 8:00 a.m. para ver a Carlos Cárdenas, fui tres veces y no logré verlo. Sigue la fosa botando aguas albañales para la calle. Yo pregunto: ¿requiere de tantos recursos esa gestión, con la situación epidemiológica que estamos enfrentando?”, cuestiona la lectora.

Delia Proenza

Texto de Delia Proenza
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Me complace informarles que estuve en Yaguajay por suestiones de trabajo y vi, con satisfacción, que antes de que Irma la tumbara y ocasionara alguna tragedia la ceiba fue echada abajo. No sé si la publicación vuestra influiría en ello, pero al menos ya se puede decir que lo que no hicieron en meses o no sé si años, Irma consiguió que lo hicieran en días.
    Suerte y tranquilidad para los que viven allí, que no son pocos.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Responder a Evis Ginarte Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *