Tendedera eléctrica no aprobada

Desde Cabaiguán y con copia a varias direcciones de entidades administrativas y de gobierno, nos escribió Sixto Mirabales Mirabales, vecino de la carretera Nieves Morejón, Kilómetro No. 1, Guayos. Su reclamo está relacionado con la morosidad en reacondicionar la tendedera eléctrica de la cual se sirven los residentes en siete

Desde Cabaiguán y con copia a varias direcciones de entidades administrativas y de gobierno, nos escribió Sixto Mirabales Mirabales, vecino de la carretera Nieves Morejón, Kilómetro No. 1, Guayos. Su reclamo está relacionado con la morosidad en reacondicionar la tendedera eléctrica de la cual se sirven los residentes en siete viviendas, todas ubicadas en esa vía que une a la empresa del mismo nombre con la Carretera Central.

De acuerdo con su misiva, firmada también por otros cinco afectados, el asunto data de 1985, pero con el paso de los años el voltaje ha ido bajando y ello ha generado graves problemas en las prestaciones de energía eléctrica. “Desde que se comenzaron a eliminar en el país las zonas de bajo voltaje y posteriormente a suprimir las tendederas los vecinos iniciamos las gestiones con la Organización Básica Eléctrica (OBE) municipal y con la Empresa Provincial, así como planteamos el asunto a través del delegado del Poder Popular”, refiere el remitente.

Explica, además, que en el 2007 les pusieron al tanto de la existencia en el municipio de 355 de esas inapropiadas líneas y que en el 2012 se quejaron al Comité Central del Partido. Entonces, escribe, la OBE de Cabaiguán respondió que no fue aprobado el presupuesto para ejecutar los trabajos necesarios en la zona y que se tendría en cuenta en lo adelante. ¿Por qué la OBE no los consideró al aprobarse los planes para el 2013 y el 2014?, se preguntaron aquella vez.

El recuento puede simplificarse de la siguiente forma, según lo relata el lector: en el 2015 el presidente del Gobierno local, José Martínez, comunicó al presidente del Consejo Popular que la eliminación de la tendedera estaba aprobada en el presupuesto de ese año y que la misma sería sustituida por una línea fija. Al presentarse algunos de los vecinos afectados en el despacho del inversionista del territorio, este les comunicó que no había tal aprobación, lo cual fue ratificado por la máxima dirección del gobierno allí. También se dijo que “debía pasarse para el 2016”.

“Ya en el cuarto mes del presente año seguimos sufriendo las mismas penurias y sin tener metro-contadores en nuestras casas”, concluye Sixto.

Su demanda fue tramitada por este órgano de prensa con la Empresa Eléctrica Provincial, que como suele hacer siempre en este tipo de situaciones respondió de manera inmediata.

En documento firmado por Darío Peña Cuenca, director general en funciones, se da cuenta de la existencia en suelo espirituano —electrificado al 99.7 por ciento—,  de 7 389 domicilios que se sirven de la energía eléctrica a través de tendederas. Tras comprobar in situ la mala calidad del servicio y los parámetros de voltaje inestables en los domicilios aludidos, la entidad apunta que “se encuentran a más de 500 metros de la línea principal, por lo que no reúnen los requisitos como asentamiento de viviendas electrificadas”.

Una vez más la referida empresa reitera que los planes de inversiones de cada año en ese sentido siempre se colegian con las direcciones de gobierno municipales y provincial. Y lo más interesante viene detrás, cuando reza: “Nunca hemos recibido la aprobación para la ejecución de la tendedera que nos ocupa, se han priorizado aquellas con mayor cantidad de consumidores (…), tratando siempre de llegar a la mayor cantidad de beneficiados con el mismo presupuesto”. Obviamente, el Gobierno de Cabaiguán debe una explicación, por medio de esta columna, a los lectores mal informados.

Delia Proenza

Texto de Delia Proenza
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

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