Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Fuerzas del Ministerio del Interior (Minint) en la provincia esclarecieron el asesinato de la joven Yulismeidys María Loyola Fernández, ocurrido en la madrugada del 22 de agosto pasado en la periferia de la ciudad cabecera, episodio que conmocionó a la opinión pública espirituana.
Según una nota de la Jefatura del Minint en el territorio, difundida por Radio Sancti Spíritus, un grupo de especialistas laboró intensamente en el proceso investigativo y logró la detención y confesión del autor de este hecho, quien reconoció que, como no pudo conseguir el objetivo de violar a la joven, la privó de la vida.
La nota divulgada en la revista informativa Como lo oyes, de la emisora provincial, indicó que continúa el proceso penal para presentar a los tribunales al presunto asesino.
Al decir de Yaidelmys Fernández, madre de la muchacha, tanto el detenido como la víctima formaban parte de un grupo de personas que esa noche habían estado compartiendo en una de las áreas de la villa Rancho Hatuey.
Familiares de Yulismeidys María Loyola aseguraron a Escambray que los órganos competentes del Minint los han mantenido informados sobre el avance de las investigaciones en torno al lamentable suceso; pero “el caso no está cerrado”, les informaron.
“La niña se defendió”, le comunicaron a la madre, trabajadora de la Fábrica de Galletas, quien, además, señaló: “Lo que nos ha pasado le puede suceder a cualquier familia. Hay que tomar medidas drásticas”.
La Ley No. 62 o Código Penal cubano establece la privación de libertad de 15 a 30 años o muerte a quien mate a otro al concurrir diversas circunstancias, a tenor del artículo 263, capítulo VIII Delitos contra la vida y la integridad corporal.
El cadáver de Yulismeidys María, quien cursaría el duodécimo grado en el Instituto Preuniversitario Urbano Honorato del Castillo el venidero año académico, apareció en un lugar conocido por Camino Jorobao, al oeste de la ciudad espirituana, de acuerdo con sus familiares.
Hija única, esa noche la muchacha se bañó y comió en su casa, sita en calle 6ta., 15-A, Reparto Kilo-12, y quiso vestir de blanco en su salida nocturna. “Me voy para Rancho Hatuey”, le anunció a su mamá. “Mi hija estaba empezando a vivir”, se lamenta, y deja sin más preguntas a los reporteros de Escambray.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Es triste que cosas como estas pasen, hay que cuidar a los muchachos, tanto hembras como varones y enseñarlos a desconfiar, a cuidarse, a estar prevenidos. Esos crímenes deben penarse máximamente. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie y menos en tales circunstancias. Fuerza a esa familia, en especial a esa madre. EPD la muchacha.
Ahora violaron a una niña de 8 años en Santiago de Cuba. deben imponer un sancion perpetua a estos animales y ademas la castracion quimica para que vivan humillados. Fusilarlos para que? Que se queden vivos y que sufran
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Soy de la opinión que además de la inmediatez de la noticia, que la veo muy correcta, se tenga mano dura por la justicia cuando ocurran hechos de esta magnitud y si se aplique la pena de muerte como está recogida en la constitución, sin nigún recurso de apelación a ningún nivel, excepto el que mate en defensa propia ante la agresión de un delincuente, vandolero que no se merece el respeto de esta sociedad, que si algo bueno tenía hera la tranquilidad ciudadana y que por bajar la guardia y tolerar miles de indisciplinas y actitudes incorrectas, se ha llegado a este extremo, portanto considero que al aplicar la pena máxima, el estado cubano no tendría que alimentar, ni darle atención médica, incluso ni cuidar de su protección, ya que individuos de esta caracteristicas no se merecen ni estas atenciones humanas.
Que maten a todos los maleantes y vagos, a los indisciplinados y antisociales, a los que incumplen la ley a los violadores y ladrones, a estos que le piquen la mano, al que vaya preso que la familia le lleve comida y ropa, para que el estado no le sea una carga, seguro que los famliares dejaran de llevarsela al mes, o lo matan ellos mismos, y que el fusilamiento lo hagan en el parque del pueblo para que no quede aquello que se lo llevaron para otro lugar, que lo entierre la familia o que se lo coman las auras pero que se vea y si esposible se televise paque cuando los otros vean las barbas arder pongan las de ellos en remojo, solo haciendo las cosas publicas se tomara conciencia que las leyes estan para cumplirlas, que maten que la mala hierba se arranca de raiz