¿Una calle o un río?

Algo que solemos llamar desidia o dejadez ha estado presente cuando comprobamos la rotura de un tramo de arteria principal del pueblo, la calle José Miguel Gómez Cisneros, aledaña al recién remozado parque central de Jatibonico. No se percibe desde lo lejos, pero quienes residen del lado de allá de

Algo que solemos llamar desidia o dejadez ha estado presente cuando comprobamos la rotura de un tramo de arteria principal del pueblo, la calle José Miguel Gómez Cisneros, aledaña al recién remozado parque central de Jatibonico.

No se percibe desde lo lejos, pero quienes residen del lado de allá de dicho parque han debido colocar lajas, tablas y otros objetos donde pisar para poder pasar hacia sus viviendas en época de lluvias. Lo contaban en su carta Ramón Rodríguez y Zaida Pérez, esta última todavía trabajadora de la Estación Ferroviaria que antes radicó en el local ocupado hoy por la vivienda de ambos.

“El parque quedó restaurado luego de numerosos trabajos allí, a propósito de la publicación en este órgano de prensa sobre la falta de alumbrado; estaba muy descuidado y quedó como nuevo”, narraban ambos. Agregaban que la rotura de la calle estuvo motivada por las labores para el mejoramiento de la red de acueducto. “Pero hicieron varias zanjas para colocar las tuberías y las dejaron abiertas, con la tierra a ambos lados. Llovió y esto ahora es un pantano intransitable”, añadían.

Escambray lo constató. No solo esa morada, una con un anciano encamado y gravemente enfermo; la otra con una niña de meses que debe asistir diariamente a sesiones de fisioterapia, estaban aisladas, porque el “puente” tendido por Ramón servía de paso también a lugareños que se dirigen a sus centros de trabajo y retornan de ellos.

Numerosos vecinos que opinaron sobre el asunto alegaron que desde que se concluyó el remozamiento del parque —a finales de diciembre del 2017— está el problema, y que el “arreglo” se emprendió cuando ya mayo derramaba sus lluvias. “Dijeron que aplanarían, pero en realidad regaron el fango, ni quienes lo hicieron están convencidos de haber resuelto un problema”, refirió Zaida.

Por fortuna, luego de las intensas lluvias ocurridas recientemente en el territorio, paradójicamente, la calle mejoró sus condiciones con el arrastre de las aguas, pero persisten riesgos desde el punto de vista higiénico-sanitario, ya que en el área pululan mosquitos y otros vectores como consecuencia del líquido estancado y de la basura que se vierte en la propia vía.

Ojalá se mire con luz larga y pronto este panorama alrededor del parque central de Jatibonico sea solo historia, pues las abundantes precipitaciones están a la orden del día este año y puede que el fango y las lagunas vuelvan por sus fueros en esa parte de una de las arterias principales del poblado.

Delia Proenza

Texto de Delia Proenza
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Y que me dicen de la famosa «CAÑADA DEL REPARTO», que hoy afecta a más de cien familias,es conocimiento de las autoridades en la provincia y no se le acaba de dar solución….

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