El peso en los bolsillos

Desde agosto pasado más de 42 400 trabajadores del sector presupuestado de la provincia fueron beneficiados con el incremento salarial

aumento salarial en el sector educacional
El sector educacional fue de los beneficiados con el aumento salarial. (Foto: Vicente Brito / Escambray).
aumento salarial en el sector educacional
El sector educacional fue de los beneficiados con el aumento salarial. (Foto: Vicente Brito / Escambray).

Ha trabajado casi toda la vida y en todos los tiempos: desde que apenas pagaban ciento y tantos pesos hasta que fueron subiendo y con algo más de 400 tenía que hacer malabares para sostener a una familia. Ha trabajado durante 43 años en el sector del Comercio y ahora Felipe Carabeo Cepeda, especialista A en Registro de Consumidores de la Dirección Estatal de Comercio, se ha resistido a estar dentro de la casa. “Yo pensaba jubilarme y ya no lo voy a hacer porque este impacto salarial extiende la vida laboral”.

No ha sido el único. Para muchos la subida de los salarios ha sido un nuevo empuje para seguir y para otros un motivo para recomenzar. Así lo cree Dania Ruiz, recepcionista de la escuela primaria Noel Sancho Valladares, en Cabaiguán: “Ha sido un estímulo y un alivio. Ahora puedo ayudar un poco más a mi hija que estudia Laboratorio Clínico y aportar más a la casa”.

Desde que en agosto pasado se materializó el incremento del salario, un reclamo de años de los trabajadores del sector presupuestado, se han ido obteniendo, a la postre, otras ganancias: mayor estímulo, recontratación de fuerza laboral en distintos frentes claves para la sociedad, más exigencia… Tras meses de entrar en vigor tal decisión gubernamental los ecos se sienten más allá de los bolsillos de cada cual.

CUENTAS QUE DAN MÁS

El 27 de junio pasado, cuando Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, adelantaba en su cuenta de Twitter la aprobación en el Consejo de Ministros de nuevas medidas económicas, la noticia comenzaba a enriquecer los ánimos de quienes hasta entonces laboraban por un salario que en algunos casos no superaba los 350 pesos.

Se beneficiaban millones de trabajadores en Cuba y, particularmente, en Sancti Spíritus la cifra sobrepasó los 42 400 obreros, según confirmaron a Escambray fuentes de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social.

Ello equivale al 22.4 por ciento de la fuerza ocupada del territorio y se han beneficiado todos: los trabajadores de los Organismos de la Administración Central del Estado, de los Órganos Locales del Poder Popular, de las organizaciones y asociaciones.

Incluso, quienes por vez primera se estrenaron en la vida laboral también se tuvieron en cuenta para tales beneficios. “Sí, el aumento salarial nos benefició a todos los recién graduados; en estos momentos el salario básico es de 1 300 pesos, a lo que se añaden 100 pesos por ser residente de primer año de la especialidad. Creo que es un estímulo a esta profesión que demanda de mucho sacrificio y consagración”, dice sentada en uno de los consultorios médicos de la cabecera provincial la doctora Lianet Nodarse Bernal, egresada de la Universidad de Ciencias Médicas.

Ella es parte de los cerca de 2 800 jóvenes que se hallan en adiestramiento en el sector presupuestado y a los que, por tanto, se les subió el salario.

Tan solo en Sancti Spíritus ha significado para el Estado el desembolso de alrededor de 83 millones de pesos —de acuerdo con la Dirección Provincial de Finanzas y Precios— y para los trabajadores, poder con mayor holgura satisfacer necesidades básicas y tener otro respiro a fin de mes.

INCENTIVO PARA TODOS

“Como representante de un núcleo familiar de cinco personas ahora es diferente; pues, por ejemplo, se pueden comprar más alimentos, pagar el gas y no te sorprende la cuenta de electricidad. En mi casa hay dos tarjetones y antes había que contar cada quilito —confiesa Carabeo Cepeda—. De 420 pesos que ganaba pasé a cobrar 1 600 pesos y cuando lo tuve en el bolsillo no atinaba a qué hacer con eso, pero es otra cosa. La cuenta no daba, ahora nos sentimos más estimulados”.

Ha sido sin dudas un aliciente, tanto que en sectores claves como Educación ha supuesto la mejora de la cobertura docente. Cuando el curso escolar abría sus puertas Andrei Armas Bravo, director de Educación, sostenía en este órgano de prensa: “Por el impacto de la aplicación del incremento salarial, 358 pedagogos han pedido reincorporarse al sector, 126 decidieron retirar su solicitud de baja y 34 de los que debían jubilarse permanecerán en el magisterio”.

Los pesos de más han traído cuotas extras de sacrificio, de estímulo, de visibilizar las instituciones de trabajo estatal como una opción de laborar y no como un castigo para cumplir el Servicio Social, de renovados deseos de hacer.

Lo recalcaba en aquellas jornadas Díaz-Canel: “El que se vaya a emplear —apuntó— tiene que ser el que más va a rendir, porque la medida no es para tirar el dinero; es para estimular al que trabaje y aporte más”.

Y por mandato del Presidente vinieron aparejadas también un grupo de medidas que pusieron tope a los precios de varios productos y servicios a fin de evitar inflaciones.

Aun cuando falta un trecho para que el salario alcance para todas las necesidades y sobre para algunos gustos, lo que se cobra hoy es un estímulo.

Carabeo Cepeda lo define con sabiduría: “Es el fundamento para trabajar con más eficiencia y puntualidad e incita a prepararnos mejor. Pero hay que estar claro: haya o no salario hay que dar el ejemplo siempre”.

Debería revertirse también en que una mueca no sea la respuesta a una pregunta, que el maltrato no sea el entrante de algún servicio, que la burocracia no sea la clave del enlentecimiento de ciertos trámites… Cobrar más debe acarrear ganancias de permanencia en los puestos laborales, de eficacia en la resolución de los problemas y de entrega en todo lo que se hace.

Será este el primer peldaño en el largo camino por conseguir que se haga realidad aquello de que a cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo.

Dayamis Sotolongo

Texto de Dayamis Sotolongo
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

Comentario

  1. Y el aumento salarial de salud para el 1er trimestre cuando llega, se nos marzo Y todavía no lo vemos ???

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