Una batalla más allá de Yaguajay

El Comandante Camilo Cienfuegos impuso sus condiciones al ejército batistiano en el norte-nordeste de la antigua provincia de Las Villas y libró en Yaguajay la batalla más dilatada de la guerra de liberación en el centro del país

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Camilo y un grupo de rebeldes en las cercanías del cuartel de Yaguajay. (Foto: perfecto Romero)

La batalla de Yaguajay sentó pautas en varios aspectos en nuestra guerra de liberación por resultar, con sus casi 11 días de duración, la más prolongada en el país, en tanto constituyó el cierre magistral a la campaña guerrillera del Comandante Camilo Cienfuegos al mando de las tropas del Frente Norte de Las Villas, pero no se limitó a esa localidad y sus alrededores, sino que el Señor de la Vanguardia y sus hombres proyectaron su poder en otras direcciones, antes y durante ese enfrentamiento.

Como se conoce, Camilo debió renunciar al plan inicial concebido para su Columna Invasora No. 2 Antonio Maceo de marchar hasta los confines occidentales de Cuba para llevar allá la guerra revolucionaria —tal como hizo el Titán de Bronce a finales de 1895—, pues la actitud sediciosa y hostil de un grupo armado escindido del Directorio Revolucionario 13 de Marzo en el Escambray puso allí al Che en una situación difícil.

Una vez tomada esa decisión por el Comandante en Jefe Fidel Castro, Camilo y el Che se apoyaron uno a otro por medio de constantes acciones combativas que contribuían a ganar fuerza y prestigio a la Revolución en el centro de Cuba y, al mismo tiempo, se imbricaban con los esfuerzos en pos de la unidad ineludible para el éxito de la campaña liberadora que, como objetivo intermedio, tenía el de cortar la isla en dos e impedir la llegada por tierra de refuerzos militares a la antigua provincia de Oriente.

ACCIONES PRECURSORAS DE CAMILO

Quince días después de su azarosa llegada al norte espirituano, justamente el 22 de octubre de 1958, las fuerzas combinadas de Camilo Cienfuegos y del destacamento Máximo Gómez del Partido Socialista Popular (PSP) ejecutan la primera emboscada en el Circuito Norte, con saldo de cinco soldados muertos, cuatro heridos y varios prisioneros. El 27 se repite la acción en la propia carretera y esta vez los soldados sufren siete muertos, cinco heridos y 14 prisioneros. Además, los rebeldes obtienen 22 fusiles Springfield, 4 carabinas San Cristóbal, armas cortas, granadas y municiones.

El 30 de octubre los hombres de Camilo atacan el cuartel de Venegas. Entre el 28 y el 31 de octubre, fuerzas de la Columna Mixta y de los destacamentos Máximo Gómez y Marcelo Salado, del PSP y el Movimiento 26 de Julio, respectivamente, atacaron carros ferroviarios, ocuparon bateyes, sabotearon líneas telefónicas y eléctricas, quemaron puentes, así como la estación de ferrocarril, la oficina de correos y la alcaldía de Perea.

Del primero al 3 de noviembre se actuó contra los preparativos de las elecciones fraudulentas que organizó el régimen con el propósito de perpetuarse bajo un viso de falsa legitimidad. Pero las tropas del Señor de la Vanguardia no se limitan al entorno yaguajayense, sino que el 24 toman el cuartel de Zulueta, pueblo situado en la carretera Placetas-Caibarién, con balance de cuatro heridos y siete prisioneros y la captura de 13 armas largas, municiones y pertrechos.

Entretanto, el 15 de diciembre se efectúa el segundo ataque al cuartel de Iguará, y del 16 al 20 se prepara el nuevo asalto al de Zulueta, que se realiza el 21. El 18 de diciembre, fuerzas rebeldes entran en el poblado de Meneses, que los soldados abandonan, pero caen en una emboscada en El Manguito y tienen nueve muertos y 17 prisioneros. Al día siguiente atacan Mayajigua y aniquilan una escuadra enemiga que había salido del cuartel hacia el aeropuerto.

El 21 de ese mes, las fuerzas militares comandadas por Abón Lee se ven obligadas por la presión rebelde a evacuar Mayajigua y refugiarse en el cuartel de Yaguajay, por lo que todo el norte espirituano, con la única excepción de Yaguajay, pasa a ser Territorio Libre de Cuba.

EL SEÑOR DE LA VANGUARDIA EN EL PEDRERO

Previo a estos últimos acontecimientos, a finales de noviembre de 1958 Camilo es convocado por el Che, quien se encuentra en la zona de Gavilanes, ante la inminente Ofensiva de El Pedrero —según la llamó el Ejército—, para ayudarlo en el rechazo, mientras él se ocupa de diversos asuntos, entre ellos los preparativos para la firma del histórico pacto con el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, fijada para el primero de diciembre en ese poblado intramontano.  

En el encuentro con el Che, este informa a Camilo del avance enemigo y él asume transitoriamente el mando conjunto del contingente de la Columna No. 2 que llevó consigo y el de la Columna No. 8 Ciro Redondo del argentino-cubano, especialmente de los pelotones de Joel Iglesias, Ángel Frías y Manuel Hernández, que operan las zonas de El Corujo, Carpintero y Sipiabo, en ese orden, donde enfrentaron emboscadas, escaramuzas y combates.

Cuatro días después el Ejército se retira vencido desde El Pedrero, hacia Fomento, y de Mota y la zona de Santa Lucía, hacia Cabaiguán, con numerosas bajas, dejando en manos rebeldes un valioso armamento. Derrotada la ofensiva enemiga, Camilo se entrevista con el Che y retorna al Frente Norte.

La colaboración estrecha de Camilo y Che no se detuvo un momento a lo largo de la ofensiva final contra el régimen de Fulgencio Batista, contactos que tienen lugar de manera personal con visitas mutuas a sus respectivos frentes de combate, pero también por vía telefónica, por medio de mensajeros y a través de las radioemisoras rebeldes de onda corta. De esos contactos radiales incluso el régimen, que los grababa, obtuvo versiones que hoy se conservan.

En distintos textos sobre el tema y artículos de prensa aparecen testimonios que confirman la participación de guerrilleros de Camilo en los combates por la liberación de Placetas y otras acciones más allá de Yaguajay. El ya fallecido Luis Manuel González Castro, a quien Camilo bautizó como Manolo Matojo, informó hace algunos años a este redactor acerca de la misión que le dio el jefe al pelotón donde servía, de ir a tumbar el puente de hierro de Camajuaní para prevenir la llegada de refuerzos enemigos por ese lado.

Camilo, quien se apareció de forma sorpresiva en el lugar a verificar cómo se cumplía su orden por aquello de: “Confía, pero comprueba”, se enfrentó con un jeep de guardias a los cuales tiroteó y causó la muerte a un temido esbirro llamado El Látigo y varios heridos. “De ahí —recordaba Manolo—, por orden de Camilo nos vamos a Placetas a reforzar al Che, que estaba atacando esa población. Al frente de nuestra fuerza de más de 60 hombres iba el capitán Antonio Sánchez Díaz, Pinares. El Che inició los preparativos para marchar sobre Santa Clara y nosotros mantuvimos el cerco al cuartel, que se rindió a las cuatro o las cuatro y pico de la tarde del 24 de diciembre de 1958”.

A POR YAGUAJAY

La noche del 21 para el 22 de diciembre de 1958, unos 250 rebeldes bajo el mando del Señor de la Vanguardia comenzaron la batalla final del Frente Norte de Las Villas contra unos 350 militares del Ejército de la tiranía apostados en distintos lugares de Yaguajay, con el cuartel, situado en las afueras por la carretera al central Vitoria, como punto vital de su resistencia.

A partir del día 23, los hombres de Camilo atacan los distintos objetivos militares dentro de la localidad y el 24 se arrecia el fuego hasta lograr la rendición del Hotel Plaza, la Estación de Policía, el Ayuntamiento, la Colonia Española y la Planta Eléctrica, cuyos defensores huyen hacia el recinto militar a campo traviesa, pero sufren 18 bajas entre muertos, heridos y prisioneros.

El entonces capitán Pinares entró en el reducto enemigo para hablar con Alfredo Abón Lee, jefe de la tropa sitiada, con el objetivo de conminarlo a la rendición. Este maniobra y pide más tiempo, por lo que viene personalmente Camilo a hablar con él, pero tampoco acepta rendirse.

Por esa razón, el 24 de diciembre Camilo ordenó la construcción de una especie de tanque rudimentario sobre la base de un buldócer en el central Narcisa, luego Obdulio Morales. En la noche del 25 de diciembre, en medio de la oscuridad nocturna, el pesado vehículo se acercó traqueteando sus esteras a la parte frontal del cuartel, causando fuerte impresión en los guardias allí confinados, pero el equipo tuvo desperfectos técnicos y no pudo cumplir la misión asignada.

Debido a ello retrocedió aquel armatoste y, después de serle reparados algunos desperfectos, volvió a acercarse al cubil enemigo donde, repuestos de la sorpresa inicial, los soldados empezaron a lanzarle granadas y a hacerle fuego con una bazuca hasta lograr averiarlo, luego de lo cual el llamado Dragón I se retiró a duras penas, preservando la vida de sus tres tripulantes.

También se intentó obtener la rendición de los sitiados tratando de incendiar la instalación y, luego, lanzando contra su parte trasera un vagón de ferrocarril cargado de explosivos, que permitió derribar en parte el muro exterior de la edificación, pero sin resultados decisivos. No obstante, todo esto fue minando la moral de los cercados, agobiados por la falta de agua y alimentos, el hedor de los muertos —enterrados a flor de tierra en el patio— y los lamentos de los heridos, a los que resultaba imperativo evacuar con urgencia para tratar de salvarles la vida.

El 31 de diciembre empiezan a disparar contra el cuartel un mortero y una bazuca enviados a Camilo por el Che, quien lo visitó varias veces en los días que duraron los combates para conocer la marcha de la acción y le aconsejó prudencia a fin de preservar a sus hombres de una inmolación inútil y evitar que los cercados escaparan por mar con la ayuda de unidades navales del régimen.

Finalmente, ante el incremento de la presión rebelde, el paulatino derrumbe del muro frontal por la bazuca y el aumento del número de heridos a causa de los morterazos que estallaban dentro del recinto, Abón Lee acepta la capitulación, próximas las seis de la tarde del 31 de diciembre.

Yaguajay se incorporaba así al territorio libre de Cuba. Un arsenal de cerca de 400 armas caía en manos rebeldes. Estas armas y las que el Che reunía en Santa Clara eran suficientes para emprender la marcha a la capital del país, la cual debían iniciar ambos jefes invasores para darle el golpe final a la dictadura de Fulgencio Batista. Pero el dictador no aceptó el reto y escapó a República Dominicana en la madrugada del primero de enero 1959.

Con total simbolismo, la Revolución cubana llegaba al poder el primer día del primer mes de ese año, para iniciar con ello un cambio de época en este continente. 

Pastor Guzmán

Texto de Pastor Guzmán
Fundador del periódico Escambray. Máster en Estudios Sociales. Especializado en temas históricos e internacionales.

2 comentarios

  1. Gran batalla la de yaguajay,conducida por Camilo Cienfuegos y sus guerrilleros del ejército Rebelde y apoyados por los combatientes de Yaguajay,honor a la columna Máximo Gómez del PSP dirigida por el Comandante Félix Torres,que recibe a Camilo en los límites y se ponen a sus órdenes incondicionalmente.

  2. Armando Quintero

    Gran batalla la de yaguajay,conducida por Camilo Cienfuegos y sus guerrilleros del ejército Rebelde y apoyados por los combatientes de Yaguajay,honor a la columna Máximo Gómez del PSP dirigida por el Comandante Félix Torres,que recibe a Camilo en los límites y se ponen a sus órdenes incondicionalmente.

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