Código de todos y para todos

La diversidad de temas en torno a un nuevo Código de las Familias, que se llevará a consulta popular en los meses de febrero, marzo y abril próximos, acentúa las interrogantes que tienen muchos

El Código no impone modelos, sino que se basa en la práctica, la realidad del país. (Imagen: PL)

Ellos han vivido juntos por casi tres décadas y de esa unión tienen un hijo. Para Angélica y Mario Juan, con altas y bajas como las de la mayoría de las parejas, ha sido una relación sólida afianzada con el paso del tiempo. “Sin embargo nunca decidimos casarnos y no le hemos dado importancia a una firma en el papel porque nos sentimos un matrimonio como los demás, pero a medida que envejecemos pensamos en nuestro hijo y los problemas legales que puedan presentarse, hasta en una separación. Y entonces, ¿dónde están mis derechos?, se pregunta esta jubilada del sector de la Gastronomía.

Las respuestas se relacionan con el hecho de que la Constitución de la República, aprobada en el 2019, dejara el camino abierto para que una norma jurídica lleve, desde el Derecho, las relaciones jurídico- familiares, a tono con los cambios de una sociedad que se mueve por cánones muy distintos a los que sostiene un Código de la Familia obsoleto, que ya tiene más de 45 años.

Y es que las problemáticas más significativas que se detectan hoy y son abordadas en el nuevo Código están estrechamente relacionadas, entre otros temas, con la igualdad y reconocimiento de todas las formas en que hoy se organizan las familias cubanas; las relaciones de parentesco; la protección a los adultos mayores y personas en situación de discapacidad, y también la violencia familiar.

Así lo ha corroborado el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al referirse a la concreción de una nueva norma jurídica en concordancia con Ley Suprema. “Lo que pretendemos es que sea un Código moderno, que responda a todos los procesos constitucionales, que realmente sea un avance en materia de concepción de la familia”, manifestó.

La diversidad de temas en torno a un nuevo Código de las Familias, que se llevará a consulta popular en los meses de febrero, marzo y abril próximos, acentúa las interrogantes que tienen muchos. ¿Dónde están reconocidos los derechos de las personas de la tercera edad y su autonomía para decidir por ellos mismos?¿Cómo regular las relaciones paternas y maternas con niños en situación de discapacidad? ¿Es justo que el Derecho solo proteja a personas que deciden formalizar matrimonio o constituir una unión de hecho y darle cobertura jurídica estableciendo como presupuesto que ambos tienen que ser de diferentes sexos?

Las respuestas a estas preguntas estarán en manos del pueblo que podrá participar en este proceso democrático en las comunidades y barrios, a las cuales asistirán juristas, y cada persona tendrá derecho a llevar sus propuestas, ya sea de modificación, adición, eliminación o dudas.

Como sucede a Angélica y Mario Juan, muchas personas, sobre todo los más jóvenes que se rigen por un estatus menos tradicional, deciden casarse o no casarse; sin embargo, muchos prefieren mantener una unión de hecho y esa unión de hecho no tiene reflejo jurídico.

De acuerdo con las estadísticas del último Censo Nacional de Población y Viviendas, este es hoy uno de los modelos familiares más comunes en el entorno cubano ya que en el país, del total de personas que declararon mantener una pareja estable, el 52 por ciento manifestó estar casado y el 48, unido.

El doctor Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, apuntaba en una entrevista al periódico Granma que la Constitución del 2019 rompió con una larga tradición, que databa desde la Ley de Leyes de 1940, de intentar equiparar, “primero la unión de hecho al matrimonio; o de concebir una unión de derecho, más que de hecho, al situar la convivencia entre personas de diversos sexos, con vocación de permanencia, más aptitud legal de los miembros, como matrimonio, sin existir todavía el consentimiento matrimonial”.

Es hora de aceptar que en la sociedad cubana confluyen diversas formas de organización familiar, ya sea por uniones consensuales heterosexuales u homosexuales, monoparentales, así como familias reconstituidas o ensambladas, es decir personas que se involucran en la formación y educación de hijos que no son propios, o abuelos, tías o padrastros que tienen a su cuidado un menor porque sus padres están fuera del país, grupos disímiles que no tienen ningún reconocimiento jurídico o no pueden representar a esos menores o tomar decisiones importantes con transcendencia legal.

Más que todo, y en eso coinciden los conocedores del derecho civil, se trata de hacer cumplir lo que recoge la Carta Magna cuando asume que toda persona tiene derecho a fundar una familia y que el matrimonio es una institución social y jurídica o que cada quien tiene el derecho de elegir el modelo familiar que se ajuste a su proyecto de vida bajo las condiciones y circunstancias que señale la ley.

De momento, queda por delante un camino marcado, primero, por la consulta popular y, luego, por el referendo del nuevo Código de las Familias, en el que debe figurar la forma de constituir el matrimonio, los derechos de los niños en situación de discapacidad, la atención al adulto mayor y otros asuntos inherentes a la actual sociedad cubana, pero, como apuntara el  presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, solo con un sentido de justicia, solidaridad familiar, entereza y mentes abiertas, cultivadas en los valores de la diversidad, la pluralidad y la inclusión, podrá edificarse ese derecho, sin prejuicios ni estereotipos.

Carmen Rodríguez

Texto de Carmen Rodríguez
Reportera de Escambray por más de 30 años. Especializada en temas económicos.

2 comentarios

  1. QUE COMUNALES RECOJA LA BASURA DE LAS CALLES DE CABAIGUAN PARA QUE LOS VECINOS SE PUEDAN REUNIR A DEBATIR EL CÓDIGO DE FAMILIA. SIN RIESGO A QUE UN MOSQUITO LE TRASMITA EL DENGUE. ESE MUNICIPIO ES EL NÚMERO UNO EN COVID EN DENGUE Y TAMBIÉN EN CALLES LLENAS DE BASURA.
    SI EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL NO PUEDE ASUMIR CON SISTEMATICIDAD LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA HIGIENE Y SALUD AMBIENTAL. QUE ENTREGUE ESA ACTIVIDAD CON SU PRESUPUESTO A LOS NUEVOS ACTORES DE LA ECONOMÍA. ES MI PROPUESTA.

  2. Mientras el tema vivienda no se resuelva de manera definitiva, se podrán hacer cientos de códigos, que será dificil deglutir cada palabra o ley que se establezcan, sencillamente porque muchas familias absorven nuevas células en el viejo esquema de familia, que no tienen, ni son, ni pertenecen, ni interpretan, ni pueden solucionar las diferentes prerrogativas o situaiones que se generen en su interior, asumir responsabilidades cuando cuando el gobierno supera el orden de las leyes es dificil, hoy muchas leyes resuelven la situacion X que pueda plantearse, una de las artes va al Gobierno, este accede, se soluciona la situación y la ley queda abajo, al igual la presencia en casos de personalidades con gerarquía, no es tan fácil esto.

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