Salir a comprar carne de cerdo o de res hoy en Sancti Spíritus, como en el resto del país, se ha convertido para la mayoría de las familias prácticamente en un ejercicio eventual de unos pocos días al año, apenas en momentos de alguna especial visita o celebración.
Porque no todos podemos pagar 750 u 800 pesos por una libra, ni tampoco adquirirla con las también elevadas tarifas de las tiendas en Moneda Libremente Convertible. Definitivamente, en el sentido más apetitoso de la palabra, comerse un buen bistec se ha convertido en un verdadero lujo para muchos.
En este escenario, se torna bien complejo describir el desempeño de la Empresa Cárnica del territorio, que actualmente se estructura en siete Unidades Empresariales de Base y una Casa Matriz, donde se ocupan alrededor de 580 trabajadores.
Según sus propias estadísticas, del 2018 a la fecha, tanto el acopio de ganado vacuno como porcino —su principal materia prima— se mantienen en una imparable picada descendente y, en consecuencia, las producciones físicas de esta entidad han mermado de unas 25 200 a apenas 5 400 toneladas.
Directivos de esa entidad explicaron a Escambray que, ante ese complejo panorama, el colectivo se ha trazado un grupo de estrategias para incrementar sus producciones, entre ellas el desarrollo de la crianza propia de cerdos, idea que comenzó el pasado año y que ya suma cerca de 3 000 animales en dos granjas.
A partir de la importación de algunos piensos, la compra de mieles y la elaboración de un alimento proteico animal con los desechos propios de su industria, pretenden este año garantizar entre el 25 y el 30 por ciento de sus elaboraciones con esos cerdos, idea que permite cerrar ciclos y mantener independencia productiva.
La iniciativa, que hasta ahora solo desarrolla en el país la empresa Cárnica espirituana, también se complementa con otras acciones como la expansión de su mercado para la captación de divisas.
En este sentido, por ejemplo, se vinculan a la plataforma de ventas online Alimentos Cuba, a través de la cual comercializan varios surtidos. Además, abastecen con sus productos a tiendas de la Cadena Cimex y hoteles de la Corporación Gaviota.
Esos pagos en moneda dura se utilizan para la adquisición de equipamientos, pienso y materias primas diversas, con vistas a la elaboración de su amplia gama de productos, muchos de los cuales se comercializan en moneda nacional, tanto para organismos priorizados, el consumo social o a través de las ventas liberadas.
Otra de las estrategias de esta empresa espirituana es potenciar los contratos con las nuevas formas de gestión no estatal; así como los encadenamientos productivos con entidades y productores agropecuarios en busca de desarrollo mutuo.
Gracias a estas y otras iniciativas, en el 2024, lograron comercializar, como promedio, por núcleo familiar alrededor de 26 kilogramos de surtidos; en tanto este año esperan concretar unas 7 520 toneladas de producciones físicas, cifra que permitiría incrementar sus ventas a la población.
Una buena parte de su producción también se comercializa en divisas, dinero que luego emplean en readquirir para sus elaboraciones imprescindibles y costosas materias primas: por ejemplo, un contenedor de 23 toneladas de condimento cuesta hoy alrededor de los 100 000 dólares, en tanto cada traslado del puerto del Mariel a la provincia a través de transportistas particulares se acerca al medio millón de pesos.
Aún en estas circunstancias, la economía de la entidad se ha mantenido con ganancias, lo cual ha permitido incrementar progresivamente los ingresos de los trabajadores que hoy como promedio mensual reciben más de 17 000 pesos.
Sin embargo, lamentablemente, en este 2025 no planifican aumentar las ventas de productos cárnicos ni a los niños ni a las dietas médicas, destinos que hoy apenas mantienen alguna entrega simbólica porque el ganado vacuno proveniente del sistema de la Agricultura que se procesa aquí se utiliza en función de un balance nacional y es un número mínimo de cabezas.
Por otra parte, una realidad enturbia el desempeño de la empresa Cárnica del territorio y demanda urgente revisión: los elevados precios de sus productos en los mercados de Comercio, donde muchas veces estos se expenden a tarifas exorbitantes y bien por encima de los 350 pesos el kilogramo en que se los compran a la empresa Cárnica.
Entonces, a pesar de sus valiosos empeños actuales, la Empresa Cárnica apenas ha comenzado a hacer algunos pininos para salir del slump productivo de estos años de crisis. Pero sus producciones aún resultan muy insuficientes. Dicho en otras palabras: sus andares y desafíos solo acaban de comenzar por estos nuevos horizontes.
Sería bueno que la Empresa Cárnica tuviera en cuenta que en el municipio de Cabaiguán existe la infraestructura creada por parte de otroras convenistas para la cría de cerdos, muchas de esas intalaciones tienen capacidad para 3000 o más cabezas y a dia de hoy se encuentran vacias, digo esto porque no sería mejor que ese pienso, mieles y sub productos de la industria se vendan a un productor o se establezca una producción cooperada entre las partes y todos ganan, el productor con su trabajo, dedicación y conocimiento (amén de que estoy seguro no se le mueren los cerdos) recoge el fruto de la crianza y la Empresa, que se concentra en su actividad fundamental producir alimentos, DIGO YO QUE NO SE NADA.