Ciudadanos y organizaciones de México siguen expresando hoy el rechazo al retiro de las estatuas del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y del guerrillero argentino Ernesto (Che) Guevara de un parque de esta capital.
La decisión fue tomada el miércoles por parte de la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo, quien alegó cuestionados argumentos, como que el monumento carecía de los permisos requeridos, pese a encontrarse en dicho lugar desde hace años.
Ante una pregunta sobre el tema en su habitual encuentro con medios de comunicación, la presidenta Claudia Sheinbaum consideró la víspera que está mal el retiro de las esculturas y llamó a entregarlas para colocarlas en otro sitio.
Por su parte, organizaciones como la Asociación de Cubanos Residentes en México José Martí condenaron el hecho y exigieron la reposición inmediata del Monumento Encuentro, del artista Óscar Ponzanelli y considerado un símbolo de la amistad entre ambas naciones.
A juicio de la asociación, este acto no es un simple cambio estético ni una decisión administrativa, sino “un gesto cobarde de borrado histórico” y “una capitulación ante las presiones de los sectores reaccionarios que buscan arrancar de raíz todo vestigio de dignidad, memoria y rebeldía”.
Según agregó en un comunicado, la presencia de ambas figuras “en La Tabacalera –territorio históricamente ligado a las causas obreras, populares y emancipadoras- era un acto de justicia simbólica y de afirmación política” y “quitarlos es una traición a la historia”.
“Pretender borrar a quienes entregaron su vida a la causa de los oprimidos solo demuestra el miedo que genera su ejemplo. No les basta con mentir sobre Cuba, con criminalizar la Revolución, ahora quieren eliminar a sus líderes de los espacios públicos”, añadió el documento.
La Asociación advirtió que no permitirá esto último, ni tampoco la invisibilización del pensamiento y el legado de esas personalidades.
A la organización se unieron otras, como los partidos Popular Socialista y de los Comunistas, el Frente de la Juventud Comunista y el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, que mostró su indignación y advirtió que no tolerará que borren los lazos de hermandad entre ambos países.
“Creemos que lo anterior (el retiro de las esculturas) es una agresión a la ciudadanía que hemos procurado ese espacio, considerado un referente de la historia que existe entre México y Cuba”, subrayó el grupo a través de un pronunciamiento.
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