Cuando Dennis se ensañó con Trinidad (+fotos)

Este 8 de julio se cumplen 20 años de los destrozos dejados por ese huracán, considerado el más devastador en la historia de la sureña villa. Escambray rememora algunos episodios de aquellas trágicas jornadas

El poblado de Casilda sufrió los mayores embates del huracán al quedar inundado y con numerosas viviendas arrasadas. (Fotos: Vicente Brito/Archivo Escambray)

“Yo tenía apenas ocho años, pero aún recuerdo los días vividos por ese huracán. Arrasó con el poblado de Casilda y las playas e instalaciones turísticas de la Península Ancón. Creo que Dennis ha sido el ciclón más destructivo que ha pasado por Trinidad”, así lo contaba Elena, pobladora de Casilda, 10 años atrás.

Transcurría el mediodía del 8 de julio del 2005 y dicho fenómeno meteorológico se desplazaba apenas a unos 12 kilómetros del litoral sur trinitario con vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora.

EL NAUFRAGIO DE CASILDA

El nivel del mar iba en ascenso y las aguas se apoderaban, poco a poco, de las calles, la línea ferroviaria, las viviendas…; lentamente, el poblado de Casilda iba al naufragio.

“En los casi 40 años que llevo viviendo aquí, jamás había visto cosa igual. El pueblo quedó totalmente inundado, equipos electrodomésticos, colchones, ropas y hasta los calderos para cocinar navegaban rumbo al manglar. Esto ha sido apoteósico”, contaba en aquel entonces un casildeño con más de 60 años de edad.

El viento arreció y tomaron vuelo tanques, techos completos; ventanas, puertas, paredes, palmas; árboles bien frondosos y potentes se fueron abajo, incluida la iglesia, erigida en 1849.

La furia de Dennis a su paso por esa comunidad pesquera dejó seriamente afectado más del 80 por ciento del total de viviendas existentes en ese momento, en la UEB Pescasilda se dañaron severamente 11 embarcaciones, algunas de las cuales quedaron hundidas en los refugios; la industria pesquera perdió su techo, al igual que los almacenes y los talleres.

LA PENÍNSULA DE ANCÓN TAMBIÉN SUFRIÓ

Otra zona en la que Dennis dejó marcadas huellas fue en toda la zona de playas del litoral sur trinitario. Allí las aguas claras del mar se tornaron bien turbias y furiosas, unido a las fuertes rachas de viento.

Varias instalaciones turísticas sufrieron severos daños, fundamentalmente, derrumbes de cubiertas, falsos techos, roturas de puertas, ventanas, cristalería, y áreas exteriores destruidas.

No obstante, como medida preventiva, unos 500 turistas que se encontraban hospedados en dichas instalaciones hoteleras y de Trinidad fueron evacuados hacia otros territorios antes de que pasara el poderoso huracán por el sureño municipio.

El puerto de Casilda quedó completamente destruido.

UNA VEZ MÁS FIDEL AL PIE DEL CAÑÓN

“El lugar más urgente es Trinidad”, expresaría 48 horas después de lo sucedido el Comandante en Jefe Fidel Castro en el programa televisivo Mesa Redonda.

Como el gran estratega que fue, definió prioridades para ganar esa batalla con Dennis, al igual que lo hizo el 13 de agosto de 1959 en propio suelo trinitario para abortar la conspiración trujillista orquestada por dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

El líder de la Revolución diseñó un plan para la paulatina recuperación de Trinidad, donde se contemplaban como prioridades la instalación de grupos electrógenos para los principales centros de salud, estaciones de bombeo de agua y panaderías, como quiera que el territorio se quedó sin servicio eléctrico y serias afectaciones en el abasto de agua.

También decidió la entrega de una cuota adicional de alimentos y materiales de construcción para el municipio. El jefe de la Revolución durante la citada comparecencia televisiva se interesó por el estado en que había quedado la Torre Manaca Iznaga, símbolo del patrimonio trinitario.

Luego se mantuvo al tanto de los avances en la recuperación, en diálogo casi permanente con el entonces primer secretario del Partido en la provincia de Sancti Spíritus, Miguel Acebo Cortiñas, quien, junto a las máximas autoridades gubernamentales y directivos de entidades, siguió hora a hora las acciones de recuperación, además de la atención a miles de personas evacuadas.

La iglesia del poblado, erigida en 1849, se convirtió en escombros.

POCO A POCO LAS COSAS FUERON TOMANDO SU LUGAR

Ante la mayor catástrofe natural vivida por Trinidad en su historia, la fase recuperativa no resultó nada fácil. Tengamos en cuenta que allí Dennis provocó daños en más de 8 500 viviendas, cientos de postes y tendidos eléctricos en el piso, escombros por doquier…

Pero, apenas unas horas después de aquel terrible suceso, gracias a las manos laboriosas de los trinitarios y la ayuda solidaria de trabajadores eléctricos, de las comunicaciones y la construcción de otras provincias, las cosas fueron tomando su lugar.

En la línea de 110 000 voltios, que alimenta a Trinidad por Cienfuegos, brigadas de Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey y La Habana, junto a las espirituanas, sustituyeron 51 torres de metal por postes de 60 metros de altura. Jornadas de entre 12 y 14 horas de trabajo permitieron que en alrededor de 20 días Trinidad y sus comunidades contaran nuevamente con el servicio eléctrico.

Los habitantes de Casilda, con el apoyo de varias fuerzas del municipio, la provincia y otras regiones del país, emprendieron las labores de recuperación de viviendas, de los bienes que escaparon del ciclón y también recibieron otros asignados por el Estado cubano.

Los trabajadores de Pescasilda se enfrascaron en la rehabilitación de las embarcaciones langosteras y escameras dañadas y también en la reparación de la industria y sus locales aledaños.

Poco a poco las aguas fueron tomando su nivel en la península de Ancón; los trabajadores de las instalaciones hoteleras dejaron su uniforme de gala y tomaron el overol y el sombrero para rehabilitar todo lo dañado y, en un tiempo relativamente corto, se fueron incorporando los servicios al turismo internacional y nacional.

Pero este furioso huracán también hizo sus estragos, aunque en menor medida, en la propia ciudad de Trinidad, Topes de Collantes y otras comunidades. Varios inmuebles del Centro Histórico fueron afectados, incluida la pérgola del parque Céspedes.

Por eso allí también estuvieron presentes las manos de los restauradores, quienes, con el apoyo popular, rehabilitaron toda la parte patrimonial averiada.

Dennis transitó por el litoral sur de Trinidad con vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora.

DENNIS FUE MÁS ALLÁ

La fuerza de los vientos y las intensas lluvias también hicieron estragos en otras comunidades y poblados trinitarios como San Pedro, Caracusey, El Oro, FNTA…, sitios donde se produjeron peligrosas inundaciones ante las crecidas de ríos y arroyos que dejaron incomunicados esos lugares, además de viviendas totalmente destruidas y cultivos arrasados por las ráfagas de viento y bajo agua.

La ciudad de Sancti Spíritus, aunque en menor magnitud, sintió, asimismo, la arremetida de este huracán con fuertes lluvias y vientos. Mientras, en Tunas de Zaza hubo poderosas penetraciones del mar y afectaciones en las viviendas.

Como consecuencia de este potencial fenómeno meteorológico se cuantificaron cerca de 20 000 casas dañadas en la provincia, de ellas alrededor de 2 000 derrumbadas.

Papel protagónico escenificaron los profesionales del sector de la Salud en la atención sanitaria a las personas en los centros de evacuación y en los diferentes centros asistenciales de la provincia; los trabajadores de los diferentes medios de prensa que, en medio de tantas limitaciones con la comunicación, lograron mantener informado al pueblo, siempre con la ayuda incondicional de los radioaficionados. También dieron su aporte los trabajadores de todas las entidades del territorio en diferentes labores para que Trinidad y la provincia de Sancti Spíritus se sacudieran de las secuelas dejadas por Dennis.

Han transcurrido 20 años, pero a los habitantes de Casilda no se les olvidará la valentía de Elsa, quien, mientras el agua tomaba nivel rumbo a tapar el techo de la casa, logró salvar a su niña de 10 años.

Mucho más pudiera narrarse acerca de lo vivido por los trinitarios aquel aciago 8 de julio de 2005, pero lo más importante es que supieron reponerse de la adversidad. El tiempo ha pasado y continúan con paso firme construyendo el futuro en circunstancias tan complejas. No por gusto el municipio resultó la sede provincial de las festividades por el 26 de Julio en este 2025.

Reidel Gallo Rodríguez

Texto de Reidel Gallo Rodríguez
Reportero de Escambray

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