¡Espirituanos! ¡Compatriotas de esta tierra que late con la historia!
Nos reunimos hoy, no solo para recordar, sino para reafirmar. Casi 72 años nos contemplan desde aquella madrugada cuando un grupo de jóvenes valientes, encabezados por Fidel Castro Ruz, asaltó las imponentes murallas del cuartel Moncada. No fue un acto de locura, fue el bramido desesperado y luminoso de una generación que se negó a seguir de rodillas. Fue la chispa que incendió la pradera, el grito de dignidad que demostró que un puñado de hombres y mujeres, armados de razón y valor, podían desafiar la ignominia.
Frente a la tiranía batistiana que ahogaba la nación en sangre, corrupción y miseria, aquellos jóvenes, hijos de obreros, campesinos, estudiantes, profesionales, empuñaron no solo armas, empuñaron una idea: la idea de que Cuba merecía ser libre, soberana y justa; la idea de que la dignidad humana no es negociable.
El Moncada, aquel 26 de julio de 1953, fue una victoria moral trascendental. Las balas del régimen cegaron las vidas preciosas de muchos valiosos jóvenes cuyos nombres honramos con profundo respeto, pero no pudieron matar el ideal que los impulsó.
En el revés táctico, nació la estrategia victoriosa de la Revolución. Fidel, desde su encierro, transformó el juicio en tribuna y su defensa, La historia me absolverá, en el programa luminoso que guiaría la lucha y la victoria futura.
¿Qué nos dice hoy, 72 años después, aquella gesta?
El Moncada nos habla de la audacia de la juventud: Fidel y sus compañeros tenían poco más de 20 años. Nos recuerdan que la fuerza transformadora, el ímpetu por cambiar lo injusto, reside en el corazón joven. Honremos su legado confiando en nuestra juventud, escuchando sus sueños, canalizando su energía creadora.
A los jóvenes de Sancti Spíritus, a los de toda Cuba, les digo: esta es su hora. Ustedes son los protagonistas de las batallas económicas, del desarrollo tecnológico, de la defensa de la nación.
No hay Revolución sin juventud, y no hay futuro sin su participación activa. Los jóvenes no son el futuro, son el presente. Aprovechen las universidades, los centros de trabajo, los proyectos comunitarios. Sean creadores, emprendedores, defensores de la verdad en las redes sociales. Ustedes son la savia que renueva el árbol de la Patria.
El Moncada nos grita la urgencia de la unidad. Aquellos asaltantes vinieron de distintos orígenes, pero un solo propósito los unió: salvar a Cuba.
Enfrentamos hoy desafíos complejos, no con bayonetas enemigas visibles, pero sí con bloqueos asfixiantes, campañas de desinformación y las secuelas de tiempos difíciles. Solo la unidad inquebrantable, el diálogo franco y leal entre todos los cubanos que aman su tierra serán nuestro Moncada de hoy. La unidad no es uniformidad, es fuerza en la diversidad para el bien común.
No hay Revolución sin sacrificio, ni victoria sin unidad. Fidel nos enseñó que la unidad es el arma invencible de los pueblos. Sin ella, no hubiéramos resistido seis décadas de agresiones. Cuando el imperialismo redobla su ofensiva, dividirnos sería el mayor error.
Unidad en el Partido, en el Gobierno, en las organizaciones de masas, en el pueblo. Unidad para producir más, para defender lo conquistado, para innovar. La unidad no es consigna, es acción. Y esa lección está hoy más vigente que nunca.
El Moncada nos reclama la fidelidad a los principios: justicia social, soberanía nacional, independencia, educación y salud para todos, solidaridad internacional. Estos fueron los pilares del Programa del Moncada, los mismos que iluminaron el triunfo de 1959 y que deben seguir siendo nuestra brújula inquebrantable. Defenderlos, perfeccionar su realización, es honrar la sangre de los mártires.
El Moncada nos impele a la resistencia creativa. Nos enseñó que, ante la fuerza del opresor, la respuesta es la inteligencia, la perseverancia, la capacidad de levantarse una y otra vez. Frente al recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero ─el más largo y cruel de la historia─ y otras adversidades, nuestra resistencia debe ser activa, inteligente, innovadora.
Resistir creando, produciendo, sembrando, estudiando, salvando vidas, defendiendo nuestra cultura, buscando soluciones propias con ingenio cubano.
El compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nuestro primer secretario del Partido y presidente de la República, nos ha llamado a no bajar la guardia, a trabajar con inteligencia, a ser eficientes. Nos ha dicho: “No hay espacio para el desaliento; la victoria se construye con esfuerzo colectivo, con creatividad, con resistencia. Esa es nuestra consigna: resistir, crear, vencer”.
El Moncada nos señala el camino de la dignidad: fue, sobre todo, un acto de dignidad recuperada. Fue decir ¡basta! a la humillación.
Mantener la cabeza alta frente a las presiones, defender nuestra soberanía sin concesiones, construir una sociedad cada vez más justa y próspera a pesar de todo, es mantener viva la llama encendida aquella madrugada. ¡Nadie nos regaló nuestra dignidad, y nadie nos la arrebatará!
El Moncada no es solo una página gloriosa en los libros de historia. Es un llamado permanente a la acción, a la conciencia, al deber. Es un recordatorio de que la Patria se construye y defiende todos los días, con trabajo honrado, con estudio constante, con ética inquebrantable, con amor al prójimo, con patriotismo profundo.
Que el ejemplo de aquellos jóvenes heroicos ─su valor, su desprendimiento, su fe absoluta en la victoria─ nos inspire hoy. Que su sacrificio nos comprometa a ser mejores, a trabajar más duro, a cuidar lo alcanzado y a luchar incansablemente por el futuro que soñaron y que nosotros tenemos el deber de hacer realidad.

Compañeras y compañeros:
La historia de esta tierra está tejida con coraje y lealtad. El Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, nuestro insigne patriota, hombre de la confianza de José Martí y paladín de las tres guerras independentistas, no es solo un nombre en nuestras calles; es un espíritu indomable que nos llama a la acción.
Los espirituanos sabemos bien lo que significa el sacrificio por la Patria, por ello reafirmamos nuestro compromiso indestructible de continuar la marcha, como él nos indicara.
Continuar la marcha en los campos, en las fábricas, en las aulas, en los barrios. Continuar la marcha con el machete en alto contra el marabú del burocratismo y la ineficiencia. Continuar la marcha defendiendo nuestras conquistas y construyendo, ladrillo a ladrillo, el socialismo próspero y sostenible al que aspiramos.
Esa máxima ha permitido a Sancti Spíritus arribar a esta conmemoración con modestos resultados que avalan la condición, otorgada por el Buró Político, de Provincia Destacada en el movimiento político por el 26 de Julio, luego de haber resultado la sede de las actividades centrales por esta efeméride el año anterior, lo cual no es casualidad: es fruto del trabajo sostenido y cohesionado de nuestro Partido, del Gobierno, las organizaciones de masas y, sobre todo, de un pueblo que no se doblega ante las dificultades.
En la ejecución del presupuesto local la provincia logra disminuir en más de 700 millones de pesos el déficit planificado, tendencia mantenida durante el primer semestre del presente año, en el que dos municipios alcanzan ser superavitarios.
Con el objetivo de avanzar en la producción de alimentos en el territorio se consolidan 21 áreas de desarrollo agrícola y se sostienen resultados destacados, durante varios años consecutivos, en la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar que hicieron merecedora a la provincia de la sede del balance nacional y acto central por el aniversario 37 de este movimiento.
Se siembran 73 849 hectáreas en las campañas de frío y primavera, cumpliendo lo previsto en el plan. Se cumplen la siembra de los cultivos rústicos como el plátano, la yuca, el boniato y la malanga; las entregas de leche y carne vacuna a la industria; la captura de pescado de plataforma; las producciones de alevines, rones, vinagres, refrescos y arroz consumo.
Las exportaciones exceden su plan en 42.4 por ciento, con destaque para el tabaco torcido y en ramas; a la vez que la zafra azucarera sobre cumple con más de 1 700 toneladas lo previsto y la producción de alcohol supera los 94 000 hectolitros.
Como premio al esfuerzo, la tenacidad e intersectorialidad se alcanza una tasa de mortalidad infantil, hoy, de 1.85 por cada 1 000 nacidos vivos.
En el deporte sobresalen el primer lugar y medalla de oro alcanzados en los campeonatos nacionales de tiro con arco y voleibol, respectivamente, así como los segundos lugares en el Playa Girón, de boxeo, y en los de la Categoría 9-10 y las Pequeñas Ligas, de béisbol.
No menos relevantes resultan los sobresalientes resultados obtenidos por estudiantes del IPVCE Eusebio Olivera Rodríguez en Olimpiadas Internacionales, la Centroamericana de Química y varios eventos nacionales.
Nuestras universidades avanzan en la acreditación docente. La José Martí con seis carreras universitarias y cuatro maestrías y la Faustino Pérez Hernández alcanza la categoría de excelencia de 13 programas y la maestría de Atención Estomatológica Integral.
Con el propósito de afianzar la actividad turística como locomotora de nuestra economía, se logra incrementar los clientes nacionales y extranjeros. El polo trinitario se sitúa entre los destinos más demandados con gran impacto de la apertura del Trinidad Meliá Península, que destaca por la calidad de los servicios como hotel inteligente, y se reconoce el Mystique Trinidad La Popa entre los mejores 25 del mundo.
El transporte incorpora 28 ecomóviles eléctricos en la ciudad de Sancti Spíritus, lo que ha permitido incrementar la movilidad de pasajeros, incorporándose al desarrollo del programa de energía renovable en la provincia.
Se trabaja en la construcción de tres nuevos parques solares fotovoltaicos de 21.8 MW, uno próximo a inaugurar que, unidos a otras inversiones en marcha, permitirán a la provincia, en el presente año, satisfacer el 82 por ciento de la demanda en el horario pico del mediodía.
Recursos Hidráulicos continúa avanzando en importantes inversiones como la conductora del rebombeo a Cabaiguán; el sistema de tratamiento de residuales del reparto Camaján, en Yaguajay; la planta potabilizadora de Jatibonico y en el proceso de transformación de la matriz energética con impacto en la mejora del servicio de abasto de agua y el ahorro energético.
Continúa el fortalecimiento del sistema de gestión del Gobierno basado en ciencia e innovación, con resultados en la producción de alimentos, la biotecnología, la energía renovable, la transferencia de tecnologías para apoyar el desarrollo local y el cambio climático, pudiendo incrementarse en un 10 por ciento el financiamiento a la actividad de la ciencia.
Se implementan siete proyectos que responden a prioridades definidas, que logran, por primera vez, la participación de estudiantes universitarios en el de Transición Energética del Transporte Urbano y se han desarrollado tres aplicaciones con Inteligencia Artificial promocionales.
En el Festival Nacional de la Radio nuestra provincia fue reconocida por los premios obtenidos en los diferentes géneros, por lo que se le otorgó la sede de este evento en 2026.
Han sido beneficiados más de 28 400 personas en 28 barrios y comunidades en situación de vulnerabilidad, en los que se trabaja intensamente, a partir de la concreción de 307 acciones, dando solución a 155 planteamientos de la población.
En interés del desarrollo de la concepción estratégica de la Guerra de Todo el Pueblo han sido cumplidas todas las tareas de la defensa previstas.
A pesar de las complejidades asociadas al panorama económico y su impacto en el escenario interno, el accionar preventivo, el fortalecimiento de la vigilancia revolucionaria y el enfrentamiento han posibilitado un sostenido decrecimiento de la actividad delictiva superior al 11 por ciento del delito general.
Por sus resultados integrales, la provincia ha sido sede de los actos nacionales por el Día del Trabajador Azucarero, del Farmacéutico, de la Salud, del Turismo, de la Industria Pesquera, de la Enfermería Cubana y del Medio Ambiente, y resultó destacada en la emulación por el Día del Campesino, del Trabajador Agropecuario y de la Industria Alimentaria.

¡Espirituanos!:
Nos reunimos en un contexto marcado por desafíos sin precedentes. El bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra nuestro país se recrudece con saña inhumana, asfixiando nuestro desarrollo y golpeando directamente a cada familia.
Es una guerra no declarada que pretende rendirnos por hambre y desesperación. Pero, ¡cómo se equivocan! Como bien nos recuerda el compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez: “Esta es la hora de redoblar la unidad, de apretar filas alrededor de la Revolución y su Partido. Es la hora del esfuerzo de todos, sin exclusión, porque la Patria se defiende con el trabajo diario, la creatividad y la entrega en cada puesto, por modesto que parezca”.
Y en otro momento ha afirmado: “Lo que aprendimos de la Revolución cubana es que los ideales no se cambian porque cambien las circunstancias; que la trinchera no se abandona cuando el cerco enemigo aprieta. Aprendimos que solo teniendo convicciones claras como principios es posible sostener y ganar batallas. Y también aprendimos que del cerco se sale combatiendo”.
Frente al bloqueo más cruel de la historia, las campañas mediáticas y las dificultades económicas, nuestra respuesta es la misma de siempre: resistencia y creatividad. Los espirituanos hemos demostrado que, cuando un pueblo trabaja unido, no hay obstáculo insuperable.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz nos alerta siempre sobre la necesidad de fortalecer la labor política e ideológica. Hoy, más que nunca, sus palabras son mandato. El enemigo ya no solo usa tanques y bombas; usa algoritmos, fake news, guerra cultural. Por eso debemos dominar el escenario digital.
Cada cubano con un teléfono en la mano es un soldado de las ideas. Compartamos nuestra realidad, desmontemos las mentiras, hagamos visible la resistencia de un pueblo que no se rinde. Debemos contrarrestar con ideas y ejemplo las campañas de mentiras y la desesperanza que intentan sembrar contra nosotros.
Es vital continuar enfrentando con firmeza revolucionaria, desde el control popular e institucional, las manifestaciones de indisciplinas sociales, delito y corrupción. Estos males minan la convivencia, desvían recursos preciosos y ofenden la dignidad del pueblo que construye. La tolerancia ante ellos es traición al sacrificio de nuestros héroes.
Para avanzar, estamos llamados a implementar con rigor y eficacia el programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Este programa, complejo pero necesario, exige comprensión, participación activa y también vigilancia colectiva.
Requiere aplicar con sensibilidad humana y revolucionaria cada medida, protegiendo siempre a los más vulnerables y escuchando las preocupaciones legítimas del pueblo.
Al respecto, recientemente, dirigiéndose a nuestro Parlamento, el Primer Secretario del Partido expresó: “Hay que profundizar en la responsabilidad que tenemos todos como servidores públicos (…).
“Ninguno de nosotros puede actuar con soberbia, puede actuar con prepotencia, desconectado de las realidades que vivimos. Nosotros tenemos que actuar con sensibilidad, con seriedad al abordar las problemáticas que existen, con humanismo.
«Si no hay sensibilidad, si no te vibra el corazón con los problemas que tenemos, uno no encuentra energía para enfrentarlos, y mucho menos en condiciones tan adversas, en condiciones tan duras donde todos los días hay que estar librando una batalla contra el recrudecimiento del bloqueo y también contra el odio con que nos tratan y contra el desprecio que nos tratan.
“Yo creo que nosotros tenemos que seguir ratificando que la Revolución no deja a nadie atrás, y que el pueblo y el bienestar del pueblo son nuestra principal divisa y responsabilidad”.
En pocos días estaremos celebrando el inicio del año del centenario de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, acontecimiento de gran relevancia política, histórica y cultural dirigido a exaltar su legado como símbolo vivo de la Revolución, conectándolo con las luchas actuales y futuras.
En abril de 2026 celebraremos el IX Congreso del Partido Comunista de Cuba, será un momento crucial para reafirmar nuestra unidad. No será un evento protocolario, sino un espacio de debate franco, crítico, de ideas audaces, de compromisos renovados. Será un congreso de continuidad en medio de una adversa situación global y nacional. Allí estará el alma de la Revolución: los trabajadores, los campesinos, los científicos, los jóvenes, el pueblo todo.
No hay soluciones mágicas, pero sí hay un camino: el del trabajo productivo, la eliminación de lo mal hecho y la búsqueda constante de eficiencia.
No hay espacio para la complacencia. El bloqueo sigue, las dificultades también, pero tenemos algo muy preciado: la moral, la dignidad, y contamos con un pueblo dispuesto a luchar.
Trabajemos duro, sin descanso, con eficiencia: en el campo, en las fábricas, en las escuelas. Ahorremos recursos, seamos innovadores. No hay tarea pequeña cuando se hace con amor y entrega.
¡Confianza y optimismo!
Confianza en la fortaleza de este pueblo noble, revolucionario y comprometido, forjado en más de seis décadas de resistencia y creación.
Optimismo en nuestra capacidad para vencer las adversidades, como tantas veces lo hemos hecho.
Tenemos la seguridad absoluta de que saldremos adelante. El bloqueo es cruel, es criminal, pero no es invencible ante la unidad de un pueblo digno, ante la inteligencia colectiva y ante la solidaridad internacional que nos acompaña.
El imperialismo sueña con nuestro desaliento, pero no conocen la fibra de este pueblo. Los espirituanos no claudicamos, los espirituanos no aceptamos derrotas, los espirituanos, como en el Moncada, creemos en la victoria.
¡A la carga, espirituanos!
Que este 26 de julio no sea solo memoria, sino combate: combatir con el machete en el surco, combatir con el libro en el aula, combatir con el bisturí en el hospital, combatir con la verdad en las redes. Porque la lucha no ha cesado, pero tampoco nuestra esperanza.
La luz del 26 nos guía. Los moncadistas no dudaron y nosotros tampoco lo haremos. Serafín, desde su ejemplo, nos guía. Fidel, desde su eternidad, nos ilumina. Martí, desde su ética, nos inspira.
¡Que vivan los héroes del Moncada!
¡Que vivan Fidel y Raúl!
Hoy, como ayer, decimos: ¡Patria o Muerte!
Hoy, como ayer, sabemos que: ¡Venceremos!
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