¿Qué hacer con las empresas con pérdidas en Cuba?

Este preocupante y complejo asunto motivó al Héroe de la República de Cuba Ramón Labañino Salazar a realizar valoraciones

Los efectos del bloqueo sobre el sistema empresarial son ostensibles. (Foto: Bohemia)

En su condición de Vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), Ramón Labañino Salazar se halla inmerso en los preparativos de su 9no. Congreso, previsto para el 13 y 14 de junio venidero, en La Habana.

Él tiene la titánica tarea de resumir por temas las principales ideas o aportes de cientos de asociados de la ANEC, de buscar consensos en medio de apasionados debates y posiciones contrapuestas, pero que persiguen salvar la Revolución. Me refiero a la plataforma virtual Red de Economistas, en WhatsApp, en la que a diario -y a todas horas-, académicos, investigadores, empresarios, funcionarios y profesionales de las más diversas profesiones opinan, ofrecen datos o argumentos.

Datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información, informes del Ministerio de Economía y Planificación, análisis de economistas cubanos y de organismos internacionales, lo han llevado a la conclusión de que en Cuba las empresas estatales con pérdidas son un fenómeno crónico.

Según datos oficiales, en 2023 unas 338 empresas estatales (13.4% del total) operaban en números rojos, mientras que 685 micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) privadas enfrentaban la misma situación.

Aunque estas cifras muestran una leve mejoría respecto a 2022, cuando 446 entidades estatales cerraron con pérdidas, el problema sigue siendo grave, opina Labañino. Subraya que sectores clave como la agricultura, la industria azucarera, la construcción y el transporte concentran el 93% de las mismas. 

El declive es histórico: en 2018, el 28% de las empresas estatales (541 de 1,909) eran irrentables, según el Ministerio de Economía y Planificación.

Entonces, recuerda el vice presidente de la ANEC, la industria azucarera, otrora símbolo nacional, produjo en 2021 solo 825,000 toneladas, un 68% menos que el plan. Además, en 2024, las exportaciones de níquel cayeron un 32%, y las de azúcar un 82%, agravando la crisis de divisas. 

De manera que las raíces del problema son múltiples y profundas, y Labañino señala como fenómenos o causas que gravitan sobre el tema en cuestión, en primer lugar, el bloqueo económico del gobierno de EE.UU y la dependencia importadora de nuestra economía. 

Las sanciones estadounidenses han costado a Cuba más de $164,000 millones desde 1962, limitando el acceso a mercados y financiamientos, acota.

Una segunda ocasión, la planificación estatal, tan necesaria en nuestro socialismo, más en estos tiempos de guerra económica, con escasos recursos para poder asignar, necesita de flexilidad, que estimule e incentive para innovar o reducir costos, ya que históricamente han dependido de subsidios estatales. 

Están también las distorsiones monetarias y precios artificiales, pues la dualidad cambiaria (24 CUP/USD para el Estado vs. 360 CUP/USD en el mercado informal) genera desequilibrios, subraya el Máster en ciencia y Vicepresidente de la ANEC. 

Condidera que la falta de inversión y tecnología han impactado en las empresas con pérdidas, y en tal sentido sectores como la energía enfrentan una capacidad de generación eléctrica 25% menor que en 2018, lo que afecta a toda la cadena productiva. 

Las empresas deficitarias son un lastre para el desarrollo porque contribuyen al déficit fiscal y a la presión inflacionaria, señala en sus valoraciones Labañino.

Para el Máster en Ciencias Ramón Labañino el asunto de las empresas con pérdidas es preocupante pero solucionable. (Foto: Irene Pérez/ Cubadebate)

En 2023, el déficit fiscal alcanzó el 15% del PIB, financiado mediante emisión monetaria, lo que elevó la inflación al 24.88% en 2024. Tales distorsiones en entidades generan escasez y dependencia importadora, en tanto el incumplimiento de planes de producción obliga a importar alimentos básicos, agotando divisas. En 2023, Cuba gastó $770 millones más de lo previsto en importaciones, según datos consultados por el vicepresidente de la ANEC. 

Y otro impacto es la pérdida de capital humano: la emigración de un millón de cubanos en cuatro años y la reducción del 7.8% de la fuerza laboral estatal en 2025 reflejan otro gran reto. 

Explica el Héroe de la República que para revertir esta crisis, algunos expertos proponen mayor autonomía empresarial y mercados regulados, lo cual consiste en permitir que las empresas estatales fijen precios según costos reales (fichas de costos) y operen con flexibilidad en un mercado cambiario, financiero y mercantil beneficioso.

El plan de la economía pasaría a ser de asignatario a beneficiario de las empresas, de manera que puedan acceder a recursos necesarios para su reproducción simple y ampliada.

El Partido Comunista de Cuba, como fuerza dirigente de la sociedad, debe dirigir y controlar el mercado y las formas de gestión no estatal en bien de todo el pueblo y del eficiente desarrollo empresarial.

Además de mayor autonomía empresarial, se propone una Reforma monetaria integral, que pasa por unificar el tipo de cambio y eliminar subsidios ineficientes, como el de la gasolina, cuyo precio aumentó 500% en 2024. 

También se recomienda dirigir la creación y desempeño de las MIPYMES, en aras de que surjan aquellas que de verdad son necesarias para el desarrollo. Se pudiera crear un Portafolio de MYPIMES por municipio, que respondan a la realidad de cada localidad, para satisfacción de las necesidades de la población. Éstas serían las priorizadas, creándoles estímulos de diversa índole.

Una cuarta solución, señala Labañino, podría ser inversión en infraestructura crítica, lo cual presupone priorizar el sector energético, que recibió el 27.2% de las inversiones en 2025, y modernizar la agricultura. 

Pero se necesita también transparencia y participación ciudadana, es decir, crear mecanismos de rendición de cuentas para evitar corrupción y gestionar recursos con eficiencia, mediante tribunas populares, debates con la población en cada localidad o circunscripción.

Labañino asegura que aunque el camino es arduo, hay señales de esperanza.

Nuestro gobierno está impulsando el programa de corrección de desviaciones para reimpulsar la economía, implementa el Plan de estabilización Macroeconómica, priorizando sectores estratégicos como la energía.

La clave está en combinar pragmatismo económico con justicia social, tal como advirtió el Comandante Ernesto Che Guevara: “La economía debe ser manejada con la misma seriedad que un fusil: sin improvisaciones, con precisión técnica y profundo sentido humano”.

De acuerdo con el Héroe de la República de Cuba, el país tiene el talento y la resiliencia para transformar sus desafíos en oportunidades.

Con reformas audaces, cooperación internacional y una visión inclusiva, las empresas podrían dejar de ser un lastre para convertirse en motores de prosperidad. El futuro no está escrito, pero la semilla del cambio ya está plantada.

Cubahora

Texto de Cubahora

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