El edificio más alto de Sancti Spíritus se deteriora por día. Mientras las instituciones reconocen su compromiso, también señalan con firmeza otra verdad incómoda: su preservación es una responsabilidad de los propios convivientes»
El edificio más alto de Sancti Spíritus se deteriora por día. Mientras las instituciones reconocen su compromiso, también señalan con firmeza otra verdad incómoda: su preservación es una responsabilidad de los propios convivientes»