Cuba al compás del Big Ben

Ya arde la antorcha olímpica en Londres y Escambray ofrece algunas consideraciones acerca de la participación de Cuba en la cita cuatrienal. En Londres ya arde la pira de la trigésima versión de los Juegos Olímpicos. Cuba se enardece en expectativas sobre la suerte de los “guerreros” que desde este

Para hablar de oro, habría que mirar a las mujeres, entre ellas la discóbola Yarelis Barrios.Ya arde la antorcha olímpica en Londres y Escambray ofrece algunas consideraciones acerca de la participación de Cuba en la cita cuatrienal.

En Londres ya arde la pira de la trigésima versión de los Juegos Olímpicos. Cuba se enardece en expectativas sobre la suerte de los “guerreros” que desde este sábado pugnan por conquistar la gloria y hacer la hombrada de retornar al listado de las primeras 20 naciones.

Tamaña misión. Quien aún duerma entre quimeras estará pensando en el quinto puesto de Barcelona 92, el octavo de Atlanta 96, el noveno de Sydney 2000 o el onceno de Atenas 2004; todos, a mi juicio, inalcanzables; no solo por el puesto 28 de Beijing, que entonces sorprendió a muchos cuando solo se obtuvieron dos medallas de oro, con 11 de plata e igual número de bronce. Los que han seguido de cerca el deporte cubano se preparan para algo similar.

En cuatro años el escenario competitivo se complicó mucho más con la preponderancia del mercantilismo, la tecnología y el desarrollo en función del deporte en no pocas naciones. Sumergida en carencias económicas, Cuba ha debido ajustar sus prioridades y eso ha llegado al deporte en lo tocante a garantía de recursos, implementos, atención integral, incapacidad financiera para materializar el necesario fogueo competitivo para una cita de esta naturaleza y hasta la preparación interna en disciplinas claves, todo lo cual marca un retroceso en el desarrollo deportivo, aun cuando nos cueste admitirlo, sin desestimar la incidencia del aumento de  las deserciones y la tronchada carrera de muchos talentos.

¿Acaso no es un retroceso el que ningún deporte colectivo asista, algo que no acontecía desde México 1968? La posibilidad más concreta la tenía el voli masculino, que no supo rematar en ninguno de los torneos clasificatorios con reales opciones para ello, pues en el femenino hace rato ya no es noticia su estancamiento.

¿Cómo no ver con preocupación que la armada boxística no pudo completar todas las divisiones o que disciplinas como la esgrima y la gimnasia no cuenten con clasificados?

Por más que crea en la capacidad probada de nuestros atletas,  considero que los pronósticos, en algunos casos, pecan de triunfalismo porque en un momento se habló de más de 80 medallas en las 302 pruebas que integran el programa.

En términos objetivos, los 110 atletas presentes en Londres constituyen una de las delegaciones más reducidas en estas citas, sin descontar que competiremos en solo 14 de las 36 disciplinas convocadas.

Para una buena ubicación resulta imprescindible obtener títulos ¿Dónde están los mayores optantes? Si hablamos de deportes, apenas cuatro levantan su mano: boxeo, judo, lucha y atletismo.

Vayamos por partes. Para contar los campeones mundiales cubanos del último cuatrienio sobran los dedos de las manos. Solo seis en pruebas olímpicas: la triplista Yargelis Savigne (2009), el luchador Mijaín López (2009 y 2010) y los púgiles Roniel Iglesias (2009), Julio César La Cruz (2010) y Lázaro Álvarez Estrada en ese mismo año.

Es misión de los boxeadores nuevamente halar el medallero, luego de que en Beijing ninguno pudo acceder. Julio César y Álvarez llevan las mejores credenciales, aunque para no comprometer nombres confío en que alguno pueda dar la clarinada.

En un pronóstico casi unánime los cubanos apostamos porque Mijaín López repita su título de Beijing, a pesar de su derrota en el Mundial de Estambul 2011. En particular, pienso que ya sean Pablo Shorey o Pedro Isaac pudieran voltear las predicciones.

Entre las siete yudocas, cualquiera pudiera ratificar su clase, como Yanet Bermoy en 52 kilogramos, Yurisleydis Lupetey (57), Idalis   Ortiz (más de 78) y Yaritza Abel (63); aun cuando hace rato en las grandes competencias se echa de menos a aquellas invencibles chicas de Veitía.

Con la controversial carrera de nuestro segundo dorado en China, pocos apuestan por Dayron Robles, quien ha atravesado un 2012 de lesiones, anuncio de retiro temprano, problemas de motivación… en una temporada donde el norteamericano Aries Merrit, con un tiempo de 12,93 segundos enseñó que no solo Liu Xian es rival a considerar.

¿Quién nos queda? Con este deporte siempre me asaltan las dudas de hasta dónde resulta factible intervenir con nuestras principales figuras en cuanta competencia se organice, incluso a nivel nacional mientras las estrellas mundiales se reservan para la principal. Tan malo es no llegar, como ocurre en otros deportes que acuden sin conocer a sus rivales, como pasarse y arriesgar el cansancio, el sobreconocimiento. Para hablar de oro, habría que mirar a las mujeres, entre ellas la discóbola Yarelis Barrios, que ya sobrepasó los 68 metros, pues a la pertiguista Yarelis Silva, aunque ha mostrado ser de competencia, la varilla olímpica parece aún quedarle alta.

Se sabe que para aspirar a medallas, y mucho más al título, cada atleta debe hacer lo mejor de su vida y ya conocemos que, salvo excepciones como el jabalinista Guillermo Martínez y la propia Yarelis, esta no ha sido la tónica en Olimpiadas anteriores.

Pero la aspiración no solo es dorada y para el resto de las medallas estas propias disciplinas cuentan, sin demeritar a otras como el taekwondo, el tiro y el ciclismo.

Románticos y triunfalistas soñamos con el milagro de los que siempre aportan la sorpresa y desoyen los pronósticos, como ocurre en toda gran competencia, donde también la caída inesperada de alguna estrella permite a otros “colarse”. Mas, estadísticas y realidades dicen que debemos estar con los pies bien puestos en la tierra de Londres.

Cuba ha de imponerse a sus propias carencias y a la resistencia de quienes le doblan en desarrollo. Es un hecho que las repúblicas que antes componían la URSS ahora como naciones independientes han recobrado la fuerza de aquella potencia. Además, países como Jamaica pueden darse el lujo de apostar todo a una sola distancia: la velocidad, y ubicarse en los primeros puestos del medallero, así como cualquiera de África puede hacerlo con las carreras de fondo.

Todos andaremos durante días y madrugadas en las cuerdas de la expectativa y la esperanza al compás del Big Ben. No olvide reverenciar cada salida de los nuestros más allá del color de la medalla o del lugar que ocupe en su prueba. Cuba tiene su magia y sus armas para salir con decoro de esta guerra de gladiadores contemporáneos.

Redacción Escambray

Texto de Redacción Escambray

Comentario

  1. vamos Cuba, hasta ahora dos de oro no esta mal, a esperar el boxeo, lucha y atletismo!! viva el socialismo, saludos desde chile

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