Estado de la Ciudad del Vaticano

El Vaticano, oficialmente Estado de la Ciudad del Vaticano, está enclavado dentro de la ciudad de Roma, en la península Itálica. Su frontera está delimitada por las murallas y, en la Plaza San Pedro, por la franja de travertino que une las dos alas de la columnata. Con una superficie

El Vaticano, oficialmente Estado de la Ciudad del Vaticano, está enclavado dentro de la ciudad de Roma, en la península Itálica. Su frontera está delimitada por las murallas y, en la Plaza San Pedro, por la franja de travertino que une las dos alas de la columnata. Con una superficie de apenas 44 hectáreas (0,4 km²), es el estado independiente más pequeño del mundo, ya sea por el número de habitantes que por su territorio. Es el único cuya lengua oficial es el latín.El Vaticano, oficialmente Estado de la Ciudad del Vaticano está enclavado dentro de la ciudad de Roma, en la península Itálica.

Origen y naturaleza

El Estado de la Ciudad del Vaticano surgió con el tratado de Letrán, el 11 de febrero de 1929, ratificado el 7 de junio del mismo año, firmado entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia Italia que en 1870 había conquistado los Estados Pontificios, que hasta entonces comprendían una extensa región de Italia. Dicho acuerdo estableció la personalidad del Vaticano como Ente soberano de derecho público internacional, con el fin de asegurar a la Santa Sede, en su condición de suprema institución de la Iglesia Católica, «la absoluta y visible independencia, y garantizarle una soberanía indiscutible también en el campo internacional», según se declara en el preámbulo del tratado.
La existencia de la Santa Sede se remonta a los primeros tiempos cristianos. Aunque los dos nombres —»Vaticano» y «Santa Sede»— se utilizan a menudo como si fueran equivalentes, el primero hace alusión al territorio, mientras que el segundo se refiere a la institución que dirige la Iglesia y que tiene personalidad jurídica propia como sujeto sui generis de Derecho Internacional. O sea, es la Santa Sede, y no el Estado del Vaticano, quien mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo. El Estado de la Ciudad del Vaticano es quien da el soporte temporal y soberano y el sustrato geográfico para la actividad de la Santa Sede, donde reside el Sumo Pontífice y donde se encuentran también algunos de los organismos que le asisten.
Bandera pontificia o de la Ciudad del VaticanoEl Estado, tiene por lo tanto, la característica propia de ser un instrumento de la independencia de la Santa Sede y de la Iglesia Católica respecto a todo poder constituido, con  con bandera propia e himno oficial. Por disposición del Papa Pio XII, del 16 de octubre de 1949, el himno es la Marcha Pontificia compuesta por el músico católico francés Charles Gounod (1818-1893), célebre por otras obras musicales, como la ópera lírica “Fausto” y el “Ave María”. Himno Pontificio + (audio)

Relaciones con otros Estados

La representación y relaciones con los demás Estados están reservadas al Sumo Pontífice, quien las ejerce por medio de la Secretaría de Estado.
Tanto la Santa Sede, en cuanto órgano soberano de la Iglesia Católica, como el Estado de la Ciudad del Vaticano, han obtenido cada vez más, pleno reconocimiento como personalidad internacional singular; ambos forman parte de Organizaciones internacionales, participan en Conferencias internacionales, y poseen facultades para adherirse a Convenciones internacionales.
A pesar de que el Estado de la Ciudad del Vaticano no tiene acceso directo al mar, en virtud de la Declaración de Barcelona de 1921, le está permitido la navegación marítima con buques propios enarbolando la bandera pontificia. No obstante, el Estado no ejerce actualmente este derecho.

Extraterritorialidad

Todo el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano está protegido por la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954, sobre la tutela de los bienes culturales en caso de conflicto armado.
En 1984, la Ciudad del Vaticano fue declarada patrimonio cultural y natural según la Convención de la UNESCO, del 16 noviembre 1972, sobre la protección del patrimonio.  El Estado está así reconocido, incluso en el ámbito internacional, como patrimonio moral, artístico  y cultural, digno de ser respetado y protegido como un tesoro para toda la humanidad.

Población

La población del Estado comprende aproximadamente 800 personas, de las cuales, más de 450 gozan del derecho de ciudadanía vaticana; el resto están autorizadas a residir en él, temporal o permanentemente, pero sin derecho de ciudadanía.
Casi la mitad de los ciudadanos residen fuera del Estado en otros países, por motivos de trabajo (personal diplomático).

La adquisición y pérdida de ciudadanía, las autorizaciones para residir en el territorio del Estado y las formalidades de acceso, están reglamentadas por disposiciones particulares indicadas en el tratado de Letrán.

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Mirelys Rodríguez

Texto de Mirelys Rodríguez

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