Los mundos de Anisley

La joven escritora trinitaria cuenta en su haber con siete libros publicados y numerosos galardones nacionales e internacionales. Por Luis Orlando León Carpio* Antes de conocer la palabra literatura y develar cuán lejos podría llevarla un libro, Anisley Miraz Lladosa ya encontraba alimento para sus musas. Aventuras hasta tierras desconocidas

Anisley Miraz.La joven escritora trinitaria cuenta en su haber con siete libros publicados y numerosos galardones nacionales e internacionales.

Por Luis Orlando León Carpio*

Antes de conocer la palabra literatura y develar cuán lejos podría llevarla un libro, Anisley Miraz Lladosa ya encontraba alimento para sus musas. Aventuras hasta tierras desconocidas por mares insospechados afloraban en los cuentos de Pancho, aquel bisabuelo suyo que le mostró lo importante de soñar.

“Yo tuve una infancia muy feliz, tanto que no quería crecer. Gracias a los cuentos de mi bisabuelo en el columpio del patio de casa, reconocí algo más allá de esa realidad, de la cotidianidad de ir a la escuela o jugar con otros niños, sentí la necesidad de la literatura”.

Así confiesa esta trinitaria de semblante nostálgico, que ha devenido una de las escritoras más prominentes del sureño municipio.

Cuando vuelve al catálogo de Ediciones Luminaria en 2012, con el poemario Un bosque para los árboles, comparte con Escambray sus experiencias como escritora, y esa predilección por la soledad que la hace pasar largos ratos encontrándose consigo en busca de la palabra perfecta.

¿Cómo fue tu primera experiencia frente a la página en blanco?

Antes de escribir ya me inventaba historias y personajes que más tarde plasmaba en papeles. En segundo grado empecé en el taller literario con una profesora llamada Hortensia y desde ese momento me gustó rimar versos. Recuerdo mi primer poema sobre una boda entre el Sol y la Luna, una cosa loca, la verdad. Allí estaba el comienzo de una historia con la literatura y aquí me ves hoy.

¿Supiste desde el principio que la literatura colmaría tu vida?

Siempre. Es lo único en mi vida con lo que he sido consecuente. Desde el principio dije: voy a ser escritora. A veces decía: quiero ser famosa, rica, cosas propias de las edades tempranas, pero la literatura era algo como para no bromear, sino soñar en serio.

Tratas con singularidad temas relacionados con el cristianismo: Dios primero fue mujer…

Me crié en la doctrina católica, pero desde pequeña he tenido muchas interrogantes. Yo no me conformo con los milagros de Jesús sin más explicación, prefiero pensar en lo que hay detrás en cuanto a lo humano, siempre indago sobre la esencia de Dios, por qué prefieren verlo tan alto. Yo lo veo como un ánima, en una hoja, en un árbol, en un perro callejero.

¿Qué poema puede definir un pedazo de tu vida?

Voy en pos de una teoría cierta como los dragones/ me gusta a veces jugar al acto clasificatorio con los cerezos que nunca he conocido./ Sé que Dios tiene su propia galería, fresca y pálida/ donde exhibe las fotos de sus ángeles/ verdaderos amantes, guardabosques del éter (…).

Al leer esto se pueden cuestionar: ¿aquí hay algo de ella? Pero realmente existe un pedazo de mi vida, está la añoranza de conocer otro clima, otro mundo y la necesidad de acudir a Dios con la certeza de que él tiene algo deparado para mí. Y no te digo más porque te estoy dando claves de mi poesía.

 

En un artículo publicado por la revista Casa de las Américas, la escritora Marilyn Bobes se refiere a ti como una poeta “que no necesita ser escogida, pues ya lo está”. ¿Qué dices tú? ¿Te sientes escogida?

Escogida por la poesía, sí. Y yo también la escogí a ella. Desde el punto de vista de tener mucha fama o algo por el estilo, no sé, eso no es importante para mí. Tengo una cosa clara: la poesía me tomó, me abrazó y no me soltó nunca.

¿Cómo te relacionas con el movimiento literario local?

Hasta hace poco tiempo llevé sobre mis hombros el taller literario y tenía una gran ansia por incentivar la literatura joven. Ahora prefiero quedarme con mi tertulia en la galería Tristá, un espacio para socializar la poesía, y además prefiero tener más tiempo para mí, porque a veces una pierde su espacio, y por lo menos a mí, sin esa soledad no me bajan las musas.

¿Cómo diagnosticas el desarrollo literario en Trinidad?

¿Te hablo sinceramente? No le veo mucho desarrollo. No sé qué pasa, si es la situación económica o la fiebre del CUC. Conozco muchos escritores como mi amigo Lázaro Zúñiga, un poeta excelente que ahora trabaja en un bicitaxi, cuando lo veo y le pregunto me dice que no tiene tiempo. Está Pedro Juan Domínguez, un decimista excepcional que actualmente trabaja para el Turismo. Hay limitaciones económicas en otros lugares pero nunca pasa como aquí. En Trinidad hay insensibilidad en ese sentido, y las instituciones también tienen cierta culpa, pues no les dan el verdadero valor a los escritores, quienes no cobran casi nada y solo piden un grado de comprensión y respeto hacia ellos. Esto influye en la desmotivación de la gente de este pueblo.

¿Se siente complacida Anisley?

A veces. Te explico: tengo muchos proyectos, dos libros nuevos y mucho material inédito para presentar a concursos de envergadura, pero me cuesta trabajo unir mis dos mundos, o sea, mi vida y mi literatura, porque no logro sincronizarlos bien, ese es mi proyecto principal, cambiar, mejorarme en ese sentido.

 

 

*Estudiante de Periodismo

 

Escambray

Texto de Escambray

Comentario

  1. Agradecida por la publicación, aunque es una pena q el exitoso recorrido de la escritora Anisley Miraz Lladosa, quien tiene alrededor de 10 libros publicados, siendo su más reciente obra editada por Letras cubanas: «Anfiteatro», se pierda en tan solo unos pocos escritos aislados apareciendo su ilustre nombre conjuntamente con muchos aspirantes de la literatura q en muchas ocasiones no alcanzan su talla… Pero como dije antes, me siento congratulada con el espacio y el momento dedicado a esta gran mujer… DIOS PERMITA QUE SEA RECONOCIDA CÓMO MERECE Y QUE AL MUNDO ABRAN SUS OBRAS, LOS OTROS TAMBIEN MERECEN SER ILUMINADOS CON SU LUZ

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