Mejora calidad de vida de pacientes discapacitados

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Más de un centenar de pacientes del territorio y de las provincias de Ciego de Ávila y Villa Clara reciben atenciones en el Centro Médico Sicopedagógico El reparador de sueños.

Aunque no se trata de una institución para personas totalmente desvalidas ni desamparadas, el Centro Médico Sicopedagógico El reparador de sueños funciona a la usanza del más común de los hogares.

Más de un centenar de pacientes, con retraso mental profundo y severo, se educan en los hábitos personales más elementales, que van desde el comportamiento hasta el vestirse, peinarse, asearse. “Todas las actividades educativas que desarrollamos con ellos persiguen incorporarlos a la sociedad; es decir, llevarlos al estatus de seres humanos”, afirma la doctora Ada Aguiar Pérez, especialista de primer grado en Medicina General Integral y directora de la institución.

Además, se les garantiza una atención multidisciplinaria que incluye la asistencia médica permanente, servicio de rehabilitación física, psicopedagógico y de logopedia, a lo que se añaden actividades deportivas y de educación musical.

“A través de todas estas acciones se trata de corregir y compensar al máximo los procesos síquicos afectados en estos pacientes. Por eso se desarrollan actividades de educación para la salud con ellos y con la familia”, precisa Aguiar Pérez.

Entre quienes acuden a este centro -ya sea en régimen interno, seminterno o ambulatorio- solo 11 niños reciben tales beneficios, lo cual se debe, asegura la doctora, al trabajo preventivo para disminuir todos aquellos factores de riesgo, antes y durante el embarazo, que puedan incidir en que nazcan pequeños con dichos padecimientos.

“Ellos tienen su asistente social y su trabajadora social, además del personal especializado que los atiende constantemente. Nosotros los cuidamos como si fueran nuestros hijos -sostiene Aguiar Pérez-, tanto es así que hemos logrado mantener en niveles muy bajos la tasa de mortalidad, no reportamos accidentes con peligro para la vida y además tenemos un bajo índice de enfermedades infectocontagiosas.

Aun cuando todas las atenciones las reciben de forma gratuita, el Estado desembolsa cada año más de 20 000 pesos para sufragar los gastos por cada uno de estos pacientes. En cada centro de este tipo, que existen a lo largo y ancho del país, se intenta mejorar la calidad de vida de dichas personas.

Desde hace más de una década abrió sus puertas esta institución, la cual recibió remodelación en el 2010, lo cual redundó en mejoras constructivas y un mayor confort.