Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Un vuelco total en la imagen, el entorno y el confort de las unidades constituyen carta de presentación del asentamiento más importante del Consejo Popular, en el Turquino I de Yaguajay
Ni la llovizna persistente de días pasados, la llegada apresurada de algún material de construcción o la espera de decisiones de último minuto para calzar las labores de remodelación en cualquier establecimiento comercial o de servicio afectaron el desempeño oportuno de cada acción propuesta para dejar con otra cara, más embellecida y confortable, a la comunidad de Jobo Rosado, antes de que la declararan de Referencia, como parte del movimiento que se gesta en el Plan Turquino de toda la provincia espirituana.
Anteriormente este tipo de reconocimiento lo alcanzó El Pedrero, pero en el norte del territorio el movimiento auspiciado por los principales organismos y organizaciones del área fue tan abarcador que las palmas se pintaron, los perros se asearon y hasta los cerdos que estuvieron sueltos se encerraron, para que no quedara ni un vestigio de suciedad en todos esos parajes.
Cuando autoridades del Gobierno en el municipio de Yaguajay le informaron a los residentes del lugar que, en un tiempo récord, debían transformar lo sucio en oro, como dice el cantautor Silvio Rodríguez, se volcaron a las calles, con brochas e implementos de construcción en mano, para apoyar los trabajos de remodelación, que incluían no solo las fachadas de las casas, sino también las áreas verdes, los viales internos y las unidades radicadas allí.
EL PUNTO DE PARTIDA
Para Alberto González Arcia, el presidente del Consejo Popular y delegado de la circunscripción 58, la vida no tiene sentido si no está en constante ajetreo, buscando solución a cualquier problema.
“Tengo bajo mi mirada 13 asentamientos con 1 767 habitantes, en un radio de acción de 127 kilómetros cuadrados, con límites por el municipio Florencia, Perea, Venega, Iguará, Meneses y el Área Protegida del territorio, pero cuando supe que Jobo Rosado estaba propuesto a ser declarado de Referencia sentí orgullo, porque eso sería el punto de partida para declarar, poco a poco, el resto de las comunidades”, aclaró Alberto.
“Nadie, por sí solo, puede abarcar tantas labores en poco tiempo —agregó Alberto— por eso, lo primero fue aglutinar las fuerzas con representación en la zona: Comercio y Gastronomía, Salud, la Alimentaria, Acueducto, Cultura, Educación, Comunales, la Empresa Eléctrica, Etecsa, el Minagri, el Micons y hasta los compañeros de Flora y Fauna se unieron al pueblo para recuperar las unidades: cambiar puertas y ventanas, hacer nuevas instalaciones hidráulicas o eléctricas, poner luminarias, mobiliarios, enchapar pisos, repellar paredes, pintar y decorar”.
Bien lo saben Irisday Pérez e Hilda María Pupo, la doctora del Consultorio del Médico de la Familia y la dependienta de la farmacia, respectivamente, quienes disfrutan de las bondades de la reparación que dejó como nuevos a los dos centros y, gracias a esto, cuando los pacientes llegan a la consulta y encuentran muebles y estantes para exhibir los medicamentos, que antes permanecían amontonados, se expresan complacidos y felices.
También en la panadería los consumidores agradecen las labores remodelativas, tras la creación de un punto de venta para el expendio de dulces, queques, panqués, bsicochos, galletones y otros productos, que de forma opcional se ofertan allí; y qué decir de la tienda mixta, a la cual le cambiaron toda la carpintería de madera por puertas y ventanas de aluminio, la escuela primaria o el sector de la PNR, entre otros establecimientos, porque todos, sin distinción, fueron retocados para la ocasión.
Según explicó Osmary La Era, la administradora del minirrestaurante, oportuno resultó, igualmente, el beneficio constructivo del local que ocupan, en el centro mismo de la comunidad; sin embargo, un viejo anhelo sigue en pie: la aprobación de un Sistema de Atención a la Familia, que permita vender, de forma subsidiada, almuerzo y comida a unas 14 personas de la localidad, consideradas como casos sociales o de bajos ingresos económicos.
“Esperamos por la incorporación de la unidad a este sistema que ya existe en otras partes del lomerío yaguajayense, eso ayudaría a solucionar los problemas de alimentación de ese segmento de la población que requiere ser atendido, diferenciadamente, para mejorar su calidad de vida”, refirió Osmary.
Jobo Rosado viste sus mejores galas y desde la edificación más alta del asentamiento, la casa de la enfermera, Alberto, el delegado del Poder Popular, amplía su mirada en busca de un detalle que pueda faltar. “Este fue solo el comienzo de la batalla que debemos librar —dice— para cambiar la imagen y crear mejores condiciones en cada comunidad, por ese camino transitaremos hasta lograr que todo el Turquino I, de Yaguajay, sea de Referencia”.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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