Covid en Trinidad: ¿La luz al final del túnel? (+fotos)

El sureño municipio espirituano recupera sus signos vitales y se encuentra en plena convalecencia; pero ahora se requiere no descuidar el sistema de trabajo que permitió cambiar el curso de la pandemia en ese territorio

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En Trinidad se flexibilizan horarios de servicios, pero no deben descuidarse las medidas. (Fotos: Ana Martha Panadés/ Escambray)

La doctora Mercedes de León Castillo sobrevivió a los días más agobiantes de la covid en Trinidad: alrededor de 200 confirmados por jornada, la tensión —hasta el colapso— de los servicios hospitalarios, el dilema de los médicos, el disgusto de los pacientes, los teléfonos que no dejaban de sonar por las quejas… Ahora percibe una luz y se reconforta.

“A mediados de septiembre, en medio del pico de la pandemia, vivimos momentos bien difíciles al recibir en el cuerpo de guardia de nuestro hospital entre 60 y 80 personas en un día en busca de atención médica; hoy la cifra no llega a 20, la mayoría enfermos remitidos desde los centros de atención, con tratamiento y casi siempre compensados”, comenta la especialista en Reumatología.

Por este y otros síntomas, el sureño municipio recupera sus signos vitales y se encuentra en plena convalecencia; pero este pronóstico favorable requiere de la estabilidad del sistema de trabajo que permitió cambiar el curso de la pandemia por estos lares, gracias a una mejor organización de los recursos humanos, la gestión efectiva de las capacidades para el ingreso de los enfermos y el cumplimiento de los protocolos de atención a los pacientes, una tríada sujeta a monitoreo constante porque no todas las dificultades están resueltas.

Y en este resumen de Historia Clínica pesa la opinión de la doctora Yanisleidy Turiño Lema, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, quien reitera la alerta, pese a que los gráficos y los expertos coinciden en la línea de meseta que muestra la epidemia en la sureña villa, todavía con números rojos en las estadísticas.

La tendencia es a la disminución, insiste Turiño Lema, quien lleva a punta de lápiz los vaivenes de la curva de contagios y prefiere descender paso a paso de esa suerte de montaña rusa que cortó el aliento a Trinidad.

“Existe aún resistencia al ingreso por parte de algunas personas que ocultan los síntomas y exponen al resto de la familia. Estamos en un momento crucial para cortar la transmisión del virus, pero es necesario aislar a los enfermos y a los sospechosos”, acota.

Y certifica su diagnóstico con otros datos relevadores: durante las dos últimas semanas el número de confirmados sobrepasa los 2 500 positivos, a pesar de la marcada disminución de los casos y se reportan fallecidos casi todos los días, lo que confirma una circulación significativa del SARS-CoV-2 en todas las áreas de salud del municipio.

La intuición no traicionó a Albertina Palacio, una trinitaria residente en Manaca Iznaga, quien no lo pensó dos veces para recoger lo imprescindible y esperar en el Policlínico de Condado por su traslado a la ESBU Pedro Lantigua, uno de los centros de atención a pacientes del sureño territorio.

“Ni loca me quedaba en la casa con mi papá mayor, hipertenso y diabético —dice desde un balcón a Escambray —. La atención de los médicos es excelente, recibí enseguida tratamiento y me siento mucho mejor. El problema aquí es la comida, sabemos la situación del país, pero lo que pedimos es que se elabore con calidad”.

El reclamo le arde en las manos a la doctora Dianelys Bécquer Muñoz, responsable de los Centros de Atención a pacientes habilitados en Trinidad para el tratamiento de los sospechosos y positivos, quien diagnostica deficiencias, define prioridades y hasta intenta “aderezar” el menú para complacer el paladar de los enfermos. Bien sabe esta profesional de la salud que los días más críticos quedaron atrás.

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Refuerzo de médicos mejora labor asistencial en este y otros centros del municipio.

RECURSOS HUMANOS: RECETA MÁGICA

Al filo del mediodía, el doctor Alexis Hernández, médico del Consultorio No. 14 del Policlínico Celia Sánchez, toca a la puerta de una de sus pacientes y ella lo agradece. En la villa Costa del Sol, centro de atención para pacientes en edad pediátrica, Daimiris Cruz y su hijo, ambos positivos, se sintieron siempre acompañados por el personal sanitario.

Fortalecer la asistencia médica devino —en pleno repunte de la covid— el mayor desafío para el sistema de Salud Pública, que trabajó muy fino en la reorganización de los recursos humanos. No hubiera sido posible sin el refuerzo de doctores y enfermeros del Contingente Internacional Henry Reeve, inyección que revitalizó el proceso asistencial y alivió otros malestares.

Con la incorporación de esos profesionales —alrededor de 90—, retornaron para sus consultorios y áreas de salud médicos y enfermeros que permanecieron por mucho tiempo en Zona Roja. La Atención Primaria —el eslabón más débil— logró engranarse a la estrategia de enfrentamiento a la pandemia puesta en práctica en el territorio y supervisada a tiempo completo por el grupo de trabajo del Ministerio de Salud Pública.

La organización de la red pediátrica resultó uno de los aciertos del renovador enfoque de atención. Lo aseguran Miguel Alejandro Pulido González y Fernando de la Mora Martín, dos jóvenes galenos cienfuegueros que han devuelto sonrisas a los niños y sosiego a los padres en estos predios.

En La Boca las villas Costa del Sol y La Arrocera, convertidas en hospitales, se habilitaron para recibir a los pacientes mayores de tres años, con más de 120 capacidades, sin contar la del adulto acompañante. En la cabecera municipal, el círculo infantil Tierno Amanecer acoge a los pequeños entre uno y tres años, y en las salas del Hospital Pediátrico permanecen los lactantes.

“Los primeros días fueron complejos —recuerda Fernando, residente de tercer año de Pediatría—, pero hoy funciona de manera óptima y permite la seguridad en la atención médica, además de la confianza que manifiestan los padres. Ellos también reciben seguimiento por parte de los especialistas de Medicina General Integral”.

Con apenas 29 años, al doctor Pulido le quedan a la medida responsabilidades y desafíos desde que la profesión le puso la prueba más difícil: atender a los primeros niños positivos en su natal Cienfuegos y sanarlos con esa ternura tan suya cuando menciona lo especial de sus enfermos: “Lo que más reconforta es la alegría contagiosa de ellos, el deseo de abrazarte, de jugar, de hacerse una foto contigo, sin pensar en protocolos ni contagios”.

Las doctoras Tania y Glenia Fernández Pedraza —hermanas en la vida y de profesión—  también se alistaron desde hace meses para esta batalla. La primera, especialista en Gastroenterología, se encuentra al frente de La Arrocera, donde en los momentos más complejos se las arregló para garantizar con calidad servicios de salud, de alimentación y tratamientos médicos a 160 pacientes, entre niños y adultos.

Desde los primeros días de octubre allí bajaron las tensiones, al igual que el número de ingresos. Lo mismo sucede en la escuela secundaria Pedro Lantigua, devenida centro de atención, con 142 posiciones y menos del 50 por ciento cubiertas, comenta Glenia, especialista en Cardiología, quien elogia a su equipo de trabajo, pese a los desenlaces tristes de la pandemia.

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La Mesa Coordinadora constituyó un viraje para bien de la estrategia de enfrentamiento a la pandemia en Trinidad.

UN GIRO PARA BIEN

De Puesto de Mando a Mesa Coordinadora, de la asfixia por quejas y llamadas a tomar aliento frente a la pizarra porque, tras días azarosos, los saldos resultaron esperanzadores: más capacidades disponibles y menos pacientes en espera del ingreso y el tratamiento, incluso de la ambulancia que puede hacer la diferencia.

Y en medio de ese gran “pulmón” que oxigenó las acciones de enfrentamiento a la covid en Trinidad, late también la entrega de la doctora Neris Toledo Ponce, la estomatóloga que con un lapicero y teléfono en mano alivió más de un disgusto, compartió responsabilidades y, sobre todo, confió en un equipo de trabajo para desde esta retaguardia aportar a la victoria.

La creación de la Mesa Coordinadora constituyó un viraje para bien de las acciones de enfrentamiento a la pandemia. “Fue una idea diseñada por el equipo del Ministerio de Salud Pública que nos acompaña durante las últimas semanas, ha sido primordial en la organización del trabajo, el manejo de las camas, la atención a los pacientes”, comenta esta profesional.

Representantes de Transporte y del Sistema Integrado de Urgencias Médicas, el médico coordinador responsable de la clasificación de los enfermos y cuatro estomatólogas al frente de cada área de salud prácticamente se “mudaron” para la antigua biblioteca del Hospital General Tomás Carrera Galiano. Junto a este equipo, Neris sobrellevó rutinas tan fuertes como un almuerzo a las cuatro de la tarde o el regreso bien tarde a casa.

“Hoy la situación es favorable —dice y la satisfacción asoma en sus ojos—. Cuando se logró trasladar para los centros de salud al 90 por ciento de los pacientes confirmados, comenzó a disminuir la cifra de contagios. Esta batalla comienza a ganarse en el momento en que el enfermo es valorado en su área y allí se decide el protocolo más adecuado para su tratamiento”. 

Trinidad respira, lo hace sin la angustia de días anteriores. Como evidencia de esta recuperación se flexibilizaron horarios de servicios, disminuyen las capacidades de ingreso con la desactivación de los centros de atención habilitados en escuelas del territorio, además de anunciarse el repliegue de los médicos y enfermeros del Contingente Internacional Henry Reeve, entre las historias más nobles aún por contar. ¿Será la luz al final del túnel?

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

6 comentarios

  1. Las violaciones de las medidas sanitaria están en los centros de trabajos, los fumadores son una pandemia, no tienen freno.

  2. Aun Trinidad esta complicada,amen de la reducción informada de los casos ,diariamente se reportan.muertes, no se puede bajar la guardia,las autoridades no.pueden confiarse porque se complejjzaria aun más la trasmisión,ya en áreas del Consejo Centro no se pesqusa y eso es algo en contra del.protocolo establecido, después de Noviembre vamos a ver el efecto de la flexibilización de las medidas.

  3. Manuel Eduardo Polanco Pérez

    15 de Octubre de 2021.
    Año 63 de La Revolución
    Continuando con el tema COVID y lo que está sucediendo en Trinidad.
    Estamos ante una futura, consciente e inevitable victoria pírrica.
    En los partes que se escuchan a diario se emplean frases triunfalistas, tales como
    – La curva de casos está descendiendo
    – Las cifras de hoy es mucho menor que las del día anterior
    – El número de altas supera en gran medida los casos positivos
    Pero a nadie se le ocurre informar o simplemente analizar que los PROTOCOLOS establecidos por el Grupo Temporal de Trabajo Nacional, se distorsionan en la base y cada organismo en nuestro territorio lo adecúa a la forma que más auto comodidad brinden sin importar las consecuencias. Y para nada estoy especulando, es lo que veo sucede a diario:
    – En las salas hospitalaria establecidas para el ingreso de pacientes enfermos de COVID, se permiten acompañantes, los que en su momento abandonan las mismas para ir a sus hogares, por X necesidades. En el trayecto van conversando con cada conocido relatándoles los pormenores de su estancia en zona roja, sin darse cuenta o consientes de que van diseminando el virus
    – Los llamados PROTOCOLOS establecen que el personal médico, enfermeros y enfermeras, personal técnico y otros, destacados en zonas rojas, una vez concluido su estancia en las mismas deben pasar a una etapa de aislamiento que dura X cantidad de días. Conscientemente, ¿esto se cumple?; porque lo que se observa a diario demuestra todo lo contrario.
    – Los pacientes ingresados por COVID, tanto en salas hospitalarias como en Villas de aislamiento reciben tártaras con comida y entregan tártaras vacías, en estas últimas va el mortal virus en busca de otras víctimas.
    Con tanto exceso de confianza, con tantas violaciones, con tan poco interés que muestran los encargados de hacer cumplir y cumplir ellos mismos con lo dispuesto en cada PROTOCOLO tan bien diseñado, alguien cree de verdad que la curva de casos positivos a la COVID este descendiendo

  4. Muy buen fotoreportaje , invito a esa afanada fotoreportera que se de una vuelta por yaguajay y trate este notable asunto ahora que este norteño municipio está en el centro del ojo del huracán , aquí parecen no llegar las ayudas , los enfermos de Covid se quedan en sus casas negándose a ingresar, no llegan los resultados de los famosos PCR x el método de Umelisa, la vigilancia epidemiologica se viola y los contactos de casos confirmados principal fuente de contagio violan constantemente el aislamiento irrespetando la labor de médicos y enfermeras , no se tiene apollo de las entidades gubernamentales , la movilidad es excesiva y no se respeta ningúna restricción ,no existen pruebas suficientes para los contactos de casos positivos aislados …

  5. Manuel Eduardo Polanco Pérez

    No es tan así.
    En realidad a los centros asistenciales no están acudiendo los ciudadanos a realizarse TES SUMA por la negativa de ir a los centros de aislamientos
    Hay muchas personas con COVID en sus casas y, esto es sumamente peligroso
    Ya es hora que SALUD como institución salga por las cuadras a realizar PCR en busca de las personas contagiadas

    • Aun Trinidad esta complicada,amen de la reducción informada de los casos ,diariamente se reportan.muertes, no se puede bajar la guardia,lss autoridades no.pueden confiarse porque se complejjzaria aun más la trasmisión,ya en áreas del Consejo Centro no se pesqusa y eso es algo en contra del.protocolo establecido, después de Noviembre vanos a ver el efecto de la flexibilización de las medidas.

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