El otro mercado de los guajiros espirituanos

Cooperativas asentadas en la zona de Meneses contribuyen con sus producciones a la alimentación en las instalaciones que están en función de la covid en Yaguajay

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La donación de comida a los centros de aislamiento de la provincia ha sido una práctica de los productores espirituanos. (Foto: Facebook proyecto Pial)

Por estos días en Meneses no hay tema de conversación que desplace a la covid; en cualquiera de sus barrios se respira un ambiente de preocupación y, para ser justo, se extraña la tradicional aglomeración que adornaba en otros tiempos la calle principal. Se habla de casas donde ningún familiar escapó al contagio, de la ambulancia que demora, del test o el PCR para confirmar la enfermedad que tiene en puro susto a mucha gente.

Entre tanto recogimiento y tensión, hay otros pobladores que viven el desvelo de la pandemia desde otro frente: el aporte de alimentos. Son los nuevos mercados que tienen las cooperativas asentadas en la zona, cuyas producciones contribuyen a garantizar suministros a los centros de aislamiento habilitados en función de la covid, allí o en otros lugares de Yaguajay.

NADIE ME HA PEDIDO QUE LO HAGA

Arturo García Delgado, integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Guillermo Moncada, en Meneses, conoció en septiembre del 2020 los dramas de la covid, cuando se vio involucrado en el evento de transmisión que surgió en el hotel Costasur, en Trinidad. De allí toda su familia vino para un centro de aislamiento en las afueras de Yaguajay, y pasaron a las estadísticas entre las primeras personas aisladas en ese municipio.

“Me bastaron los 14 días para entender el esfuerzo que se hace en Cuba para enfrentar la pandemia, aquello me conmovió, porque se trataba de toda mi familia y nos atendieron bien en todos los sentidos, incluida la alimentación. Allí mismo dije que cuando saliera del aislamiento iba a buscar la manera de cooperar dentro de mis posibilidades y gratuitamente con estos centros; nadie me ha pedido que lo haga, es una decisión mía”, relata Arturo García.

“De ahí nacieron mis donaciones a esos lugares, a los pocos días del alta doné un puerco para el centro y luego, cada vez que tengo posibilidades, contribuyo. Como el que más cerca me queda de la finca es el centro de aislamiento situado en el campismo Bamburanao, he concentrado las entregas allí, aunque he llevado a otros como playa Vitoria; te hablo de cinco donaciones, entre 20 quintales de viandas, un quintal de frijoles, puercos y carneros, alimentos de mi autoconsumo, porque mi línea principal de producción es la ganadería”, suscribe el campesino.

La ayuda de Arturo, reconocido como Vanguardia Nacional dentro de las filas de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, traspasa los límites formales de la pandemia y, recientemente, entregó de forma gratuita carne de cerdo para el Hogar de Niños Sin Amparo Familiar, de Sancti Spíritus.

“Como soy ganadero y sobrecumplí mis planes, estoy autorizado a matar animales, entonces tengo proyectado hacer una donación de carne de res a los centros de aislamiento; siempre que pueda lo seguiré haciendo, porque ya estuve ingresado una vez y puedo volver, pero otras personas también lo necesitan. Además, reconozco que para el Estado es un desafío alimentar a tantas personas ingresadas”, reafirma.

“No ando buscando protagonismo y para cada entrega de alimentos me apoyo en la cooperativa”, destaca Arturo García. (Foto: José Luis Camellón/ Escambray)

COOPERATIVA ENYUGADA A LA SALUD

Con el encargo principal de autoabastecer a los consumidores de Meneses, a la CCS Antonio Maceo la pandemia le deparó desde el inicio del 2021 un nuevo cliente: el policlínico de la localidad, instalación en la que se habilitó hace poco un centro de aislamiento, cuyo surtido alimentario asume la cooperativa en los renglones de viandas, hortalizas y frutales, al vender directamente a Salud.

Además de la entrega de manera regular por la CCS, algunos campesinos a título personal han techo donaciones de comida a este y otros centros del municipio, destaca Gerardo González Álvarez, presidente de esa entidad agropecuaria.

No obstante, los aportes de la base campesina trascienden el abastecimiento alimentario al asumir como propias otras necesidades de Salud en la comunidad.

“A raíz de este vínculo con el policlínico identificamos que tiene problemas con la lavandería para asimilar la cantidad de ropa que se higieniza allí diariamente, entonces estamos localizando en la red comercial en divisa una lavadora con secadora para comprarla y donarla a esa instalación, un gesto que involucra a algunos productores y a la cooperativa; sabemos que eso será de mucha ayuda”, declara González Álvarez.

A raíz de la pandemia, a la CCS le asignaron atender el Consultorio No. 5. “Casi es ya una instalación más de la cooperativa —asegura su presidente—, trabajamos muy unidos a los médicos apoyándolos en su trabajo de terreno. Realmente, cuando les pedimos su aporte a los productores siempre han estado dispuestos a ayudar. Incluso, tenemos campesinos aquí en Meneses que son cocheros y ellos regularmente cobran, pero los hemos ocupado en funciones de la pandemia, por ejemplo, llevar un médico a ver un paciente a la casa, entonces nos dicen: No, para la covid yo no cobro”.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

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