Inyección profesional para la cultura

El incremento salarial como parte de la Tarea Ordenamiento ha generado que se fortalezca el movimiento de instructores de arte de la provincia

Ilén Bernal Pinto se reincorporó a una de sus grandes pasiones: impartir talleres en la manifestación de teatro. (Foto: Glenda de la Caridad Quesada Cid)
Ilén Bernal Pinto se reincorporó a una de sus grandes pasiones: impartir talleres en la manifestación de teatro. (Foto: Glenda de la Caridad Quesada Cid)
Ilén Bernal Pinto se reincorporó a una de sus grandes pasiones: impartir talleres en la manifestación de teatro. (Foto: Glenda de la Caridad Quesada Cid)

Hace cinco años, la joven Ilén Bernal Pinto se vio en una encrucijada. Pensó hasta el cansancio cuál sería el mejor rumbo. Muchos le aplaudieron su valentía. Otros lamentaron verla distanciarse del mundo que le era natural.

“Cuando una tiene un compañero en la vida toma decisiones en común. En ese momento resultó lo mejor y nos fue bien. Lamenté muchísimo lo que dejé atrás. Traté de llenar un gran vacío porque sin duda para mí el teatro es lo primero”, cuenta pasado solo unos días de haber vuelto al mismo lugar para retomar sus pasos hacia su primera vocación: instructora de arte.

Trinidad le abrió sus brazos. Hizo suya la seductora artesanía de la tercera villa de Cuba y muchos sueños vieron la luz.

“Me inserté en el proyecto Siempre a mano, uno de los tantos que existe allá y donde aprendí muchísimo. Pero su principal mercado es el turismo y con la llegada de la COVID-19 las ventas se volvieron nulas. Entonces decidimos, entre otras razones, que era el momento de regresar”.

Llegó a su tierra espirituana con muchas ganas retenidas por años. Sus experiencias en diferentes unidades artísticas, en las clases en la enseñanza primaria, en Teatro Paquelé, las preparaciones metodológicas y las risas cómplices con sus amistades de la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BJM) palpitaban en su interior con mucha fuerza.

“Trabajar en un lugar estable con tranquilidad y con un salario mensual que te garantice las principales necesidades es la mejor opción. Estoy haciendo lo que más me gusta y la artesanía no la he abandonado. Incluso, tengo ya en mente un proyecto con ambas expresiones artísticas y una maestría más adelante”.

Ilén Bernal Pinto no ha sido la única en volver. Integra la lista de 155 instructores de arte reincorporados en el último período luego del incremento salarial, una inyección de profesionalismo que le da vida a un movimiento vital para la formación integral del presente y futuro de este país.

“Teníamos identificados en el interior del movimiento que la mayoría del éxodo tenía como causa los bajos salarios, aunque muchos expresaban que su vocación era estar en las instituciones educativas y culturales”, reconoce Yadira Castillo Rodríguez, presidenta provincial de la BJM.

Aún con una cifra distante de los primeros años de ese grupo, creado por el Comandante en Jefe, Sancti Spíritus cuenta con 624 brigadistas. Los municipios con menor número son La Sierpe, Taguasco y Fomento y los de mayor, Trinidad y Sancti Spíritus.

Yadira Castillo Rodríguez, presidenta provincial de la BJM, insiste en que el reto ahora está en ser mejores profesionales. (Foto: Lisandra Gómez)
Yadira Castillo Rodríguez, presidenta provincial de la BJM, insiste en que el reto ahora está en ser mejores profesionales. (Foto: Lisandra Gómez)

“Hemos chocado con un obstáculo y es que en algunos territorios donde hay profesionales interesados en reincorporarse persisten las plazas congeladas, tanto en escuelas como en casas de cultura”, añadió la líder juvenil.

COLORES, RITMOS Y ESCENAS

José Ernesto Valdivia Carbonell es instructor de la manifestación de artes plásticas desde hace 15 años. Moldear los instintos de quienes descubren los mundos de los colores y pinceles le hace olvidar el paso de las horas. Encontrarlo resulta muy fácil porque desde hace un tiempo permanece casi todo el día en los salones de la casa de cultura Osvaldo Mursulí, de la ciudad del Yayabo.

“Estuve trabajando como particular en la albañilería y el campo, pero cuando supe del incremento me motivé a retornar acá. Me dije: si me gradué y disfruto crear y enseñar, por qué no estar aquí. Estoy seguro que otros muchos lo han pensado porque de cuando comencé a ahora el salario ha crecido significativamente”, dice el autor de la exposición Feminidad grotesca que se exhibe en la galería de la céntrica institución.

Precisamente, esa casona pintada de azul y numerosos balcones hoy respira más sosegada. Con siete nuevos instructores ha podido organizar una programación de talleres diversos todos los días de la semana.

“Mejoramos el proceso docente educativo y la prestación de servicios a la población. Hoy estamos en condiciones de impartir talleres en especialidades que eran viejos anhelos como la enseñanza de la percusión o bailar casino. Incluso, contamos con una reincorporación en la Casa de Cultura Comunal de Banao, aunque nos queda sin personal la de Guasimal”, alega Félix Ramón Delgado Barrizonte, director de la casa de cultura espirituana, quien es testigo de cuánto ha aumentado el salario de un instructor de arte con título universitario. “No hay que ser un gran matemático. Comenzamos a ganar 630 pesos, luego subimos a 1 425 y hoy estamos en 5 060. Los técnicos un poco menos, pero sobrepasan los 4 000 pesos”, añade.

MÁS SALARIO, MÁS RESULTADOS

Uno de los tópicos más debatidos en cuaánto escenario han tenido los instructores de arte, sean o no de la BJM, ha encontrado solución. Ahora, entre sus preocupaciones está cómo responder a las exigencias del actual contexto.

“Estamos conscientes que desde el punto de vista metodológico y técnico-artístico tenemos que ser superiores para que los procesos de creación y formación sean mejores. Se han trazado estrategias para obtener favorables resultados cuantitativos y cualitativos en un período a mediano plazo. Ya podremos hablar en concreto cuando realicemos las evaluaciones profesionales dentro de un año”, insistió Delgado Barrizonte.

Para quienes laboran en las escuelas el actual contexto epidemiológico les ha obligado a reacomodar sus responsabilidades.

“Los talleres de creación se han reducido un poco para evitar la propagación de la COVID-19, por lo que redoblamos nuestro apoyo en el proceso docente-educativo. En las preparaciones metodológicas semanales insistimos en eso porque nos reconocemos como profesionales necesarios en los centros educativos. Precisamente, el mayor número de los reincorporados (123) están ahí”, añadió la presidenta de la BJM.

Sin duda, la Tarea Ordenamiento ha llegado como anillo al dedo a un sector que por años padeció el éxodo de profesionales. Tanto es así que en no pocos lugares la impartición de talleres artísticos estaba solo en el recuerdo.

El actual contexto con la oleada de jóvenes y no tanto sumados a enseñar el fascinante mundo de las manifestaciones artísticas pone en un mejor estatus a la provincia. Ahora el reto está en ser mejores profesionales para sedimentar la apreciación por la cultura cubana y formar a parte de sus protagonistas.     

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

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