Un solo latir

La práctica del ejercicio físico ha logrado retardar los síntomas de los pacientes con enfermedades cardiovasculares. Por Dayamis Sotolongo Rojas Aunque el mundo desarrollado anda probando ya tecnologías impensables, en Sancti Spíritus solo bastan dos bicicletas para la rehabilitación de estas afecciones y un equipo multidisciplinario que no le pierde

Gimnasio de rehabilitación cardiovascular.La práctica del ejercicio físico ha logrado retardar los síntomas de los pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Por Dayamis Sotolongo Rojas

Aunque el mundo desarrollado anda probando ya tecnologías impensables, en Sancti Spíritus solo bastan dos bicicletas para la rehabilitación de estas afecciones y un equipo multidisciplinario que no le pierde ni pie ni pisada a cada uno de sus pacientes.

“Los beneficios de la actividad física han sido demostrados desde hace muchos años, pero aquí hemos podido constatar cómo las personas que se incorporan a esta práctica logran retardar los síntomas y el progreso de cualquier patología. Ello se traduce, por ejemplo, en que ninguno de estos pacientes han tenido un reingreso en nuestra sala”, asegura la doctora Liviam Lage López, especialista de Medicina General Integral y Cardiología.

Alrededor de 15 a 20 espirituanos -fundamentalmente con cardiopatías isquémicas, sustituciones aórticas y otros tipos de intervencionismos de etiología cardiovascular- acuden a este gimnasio donde desarrollan la fase de mantenimiento.

“Nosotros atendemos también niños, pues es el único centro de rehabilitación cardiovascular que existe en la provincia -apunta Lage López-. Además de la toma de la tensión arterial y de la frecuencia cardiaca, indispensables antes del inicio de los ejercicios, se realizan el electrocardiograma y la prueba ergométrica para evaluar y determinar la gradación de la actividad física que puede realizar cada paciente. El tipo de ejercicio, la cantidad y las repeticiones se establecen de forma individualizada”.

A ello se añaden charlas educativas sobre el uso y la administración de los medicamentos, los hábitos higiénico-dietéticos y el apoyo sicológico de la familia para enfrentar y aprender a vivir con la enfermedad.

Entre los beneficios más notables de esta añeja práctica sobresale el hecho de que la mayoría de quienes asisten a este gimnasio han logrado reincorporarse a una vida normal, pese a las limitaciones de su afección.

Escambray

Texto de Escambray

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