Eriel Sánchez: el hombre récord del béisbol espirituano

El máscara de los Gallos disparó su hit 2 030 el pasado 27 de agosto e impuso marca provincial y se coló en el lugar 13 entre todos los bateadores cubanos Desde que puso el pie y empuñó el bate en la actual campaña beisbolera, Eriel Sánchez León calzó arreos

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Lo que más falta es convencernos y creernos que podemos, asegura el máscara de los Gallos.

El máscara de los Gallos disparó su hit 2 030 el pasado 27 de agosto e impuso marca provincial y se coló en el lugar 13 entre todos los bateadores cubanos

Desde que puso el pie y empuñó el bate en la actual campaña beisbolera, Eriel Sánchez León calzó arreos de récord. Veinticuatro años tras el home lo hacen el espirituano con mayor cantidad de Series Nacionales.

Y hay más. El sábado 27 de agosto disparó su hit 2 030 ante el lanzador pinareño Raidel Martínez e impuso así marca provincial, en tanto ocupa el lugar 13 entre todos los bateadores cubanos, cifra que debe incluso mejorar, pues quienes le anteceden ya están retirados.

Para el fomentense el mérito es mayor. Todas sus temporadas las ha asumido en una posición que se las trae. ¿Cómo llega Eriel a estas marcas? Escambray cambia de posición y recibe los envíos del máscara de los Gallos.

“El secreto es consagración y dedicación, también la familia que te quita muchos compromisos para estar siempre dispuesto a cumplir la tarea. Lo otro es preparación y constancia, sobre todo en la parte física, siempre busco modular y que mi organismo se fortalezca y no me agobie”.

De todas maneras son 24 años agachado…

La base de mis inicios me sirvió de mucho cuando optaba por ser regular, mi ambición era lo que me llevaba a hacer más. José Raúl Delgado era uno de los mejores del país, pero nunca dije: me voy a rendir, voy a ser igual o mejor que él o esperaré a que me dé una oportunidad. La tuve dos años antes de su retiro cuando hizo un contrato en Japón. Al regreso la serie iba más allá de la mitad, bateaba 300 y tantos, él retomó su posición, pero me fueron intercalando y jugué como 64 juegos, después se buscaron alternativas. Él fue designado y como al quinto año ya yo era receptor regular.

Ahora estás en ese punto con tus sucesores.

Quisiera que esos muchachos fueran mi ayuda, si alguno dijera: “Soy el dueño de la posición”, pudiera ser designado y quién sabe si pudiese durar una o dos series más.

¿La intención de ser designado no choca con la entrada de Cepeda?

Cepeda no iba a empezar por sus operaciones, fui uno de los que lo convencí de que lo hiciera. Sabía que entrando se me imposibilitaba el descanso, pero dije: “vamos a trabajar para el equipo”. Es difícil quechar todos los días a esa hora grimosa. Quien inventó esos juegos a las dos de la tarde a lo mejor tiene más edad que yo, pero ni quechea ni se pone los arreos ni nada por el estilo, porque esa tarea no es fácil, no solo para mí que tengo 41 años, sino para los que tienen 18 o 19 años.

Te concebiste en 24 campañas. ¿Qué te ayudó al récord de hits?

Sería demasiado decirte que pensé en 24 series, pero tengo un escalón y grande. Tuve una etapa muy bonita, la que más me ayudó a los récords: la de tener en mi equipo a los dos mejores peloteros de Cuba, que me rodearon por una estrategia. Era cuarto bate y Yulieski y Cepeda, tercero y quinto; empecé a competir con ellos sanamente, cuando terminaban las series estaba a la par o por lo menos un poco por debajo de ellos dos, así las ganaba con los receptores de todo el país; eso me inspiró.

Con 24 años detrás del home debe sobrevenir el cansancio.

“Cuando juego y quecheo ocho o nueve innings sí me siento cansado, pero voy al otro día y el director me pregunta: “¿Puedes hoy? ”, y le digo: sí, porque mi cuerpo se cansa pero mi mente no, por eso es que me mantengo fuerte y activo. En controles del equipo veo que muchachos con 20 o 21 años no hacen lo que yo logro en el terreno: conectar 10 y 12 jonrones en una práctica, tirar 91 millas para segunda, pero el cansancio es verdad que llega desde que comienzas a ponerte el traje, por eso trato de creerme que soy joven y lucho por anotar desde primera, tocar de sorpresa, dar hit de pierna…

¿Buscas los récords o no?

Los récords no se buscan, llegan, sino no tuviera el de quien más batea para doble play que, por supuesto, es el que más me molesta. Pero junto con ese me ha llegado el de las impulsadas, estoy entre los cuatro o cinco mejores del país y el de los hits, con el que acabo de pasar a un superpelotero como Lourdes Gurriel.

¿La veteranía te subió los grados a capitán?

Ellos ven en mí un capitán mejor que los demás, los muchachos se apoyan en mí, me ven como un ejemplo, no soy el mejor capitán en resultados, pero sí de entrega y de amor a la camiseta. Siempre les digo que las dos o tres horas de juego deben estar con la ambición que tengo yo, lo mismo en Serie Provincial que en un tope, y que le dediquen ese momento al béisbol”.

Pero esa escuadra de los Gallos está…

Siempre he dicho que lo que más falta no es ni bateo, ni pitcheo, ni defensa; es convencernos y creernos que podemos. Falta disposición como la que tiene Daviel Gómez, que quien lo ve entrenando, puede decir: “No da”, pero en competencia es posiblemente el mejor pelotero que tiene el equipo. Hacen falta estrategias y ajustes que no me corresponde trazarlos.

¿Hasta dónde funciona la química con el pitcheo joven?

Es difícil, tuve un staff como Aragón, Ifreidi, Peña que, por el tiempo, por las señas, de mirarnos sabía lo que iban a tirar. Hoy tengo que adecuarme, unos llevan un gritico, otros no. En un juego frente a Pinar, en el octavo inning lanzaba Pedrito y como no cuajaba la victoria, le dije al director, al entrenador de pitcheo y a Yunior que le preguntaran que si yo lo presionaba que le recibiera Yunior a ver si le quitaba responsabilidad y él dijo: “Quiero a Eriel”; eso me dio fuerza, valor y compromiso y me enseñó que debo buscar el quid para sacarle el extra a cada uno.

Eres impulsivo, “jorocón”. ¿Cómo has lidiado con los diferentes directores?

Siempre ha sido por el béisbol. Si en un momento he sido indisciplinado es porque quiero lograr cosas para mí y el equipo. He tenido muchos directores y muchas desavenencias, pero se han resuelto y todos han querido terminar conmigo, parece que siguen eso de que es mejor aguantar a un loco que espabilar a un bobo.

¿Estás pensando en la 25?

Estoy pensando en la 24, si obtengo un buen saldo y tuviera una oportunidad de seguir, no para cumplir ni para recibir un salario, con gusto lo haría, no sé hacer nada más que jugar béisbol.

 

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

2 comentarios

  1. Tremendo rendimiento…mis felicitaciones….me quedé con ganas de oirlo pronunciarse por dirigir Los Gallos.De acuerdo con él en que los gallos lo que tienen es que creerselo y dejar la flojera esa q. tienen. Si Gourriel porque era autocrático…..Zulueta….muy democrático….en fin, «los flojos» son los atletas……ah! Y siempre con un Judas dentro del equipo queriendo dirigir….así no podrán ganar nunca!!!!

  2. Es como si Escambray solo contase con esta foto de Eriel ¿ o es solamnete facilismo y comodidad?

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