Cuando Acopio ardió

Descontrol, acaparamiento y malversación convergen en un caso procesado por el Tribunal Provincial de Sancti Spíritus De la tarima al plato (+fotos) Precios sin rosca Intentan ponerle cascabel a los precios   Todo lo planearon como el asalto a un banco; aunque con una diferencia: el desfalco ya estaba consumado

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La venta de la carne de cerdo resultó un filón para malversar las arcas de Acopio. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Descontrol, acaparamiento y malversación convergen en un caso procesado por el Tribunal Provincial de Sancti Spíritus

De la tarima al plato (+fotos)

Precios sin rosca

Intentan ponerle cascabel a los precios

 

Todo lo planearon como el asalto a un banco; aunque con una diferencia: el desfalco ya estaba consumado en la Empresa Provincial de Acopio (EPA) de Sancti Spíritus. Carlos Rodríguez Rodríguez lleva retratado en la cabeza no solo el croquis del lugar exacto donde radica la oficina de los auditores; sino, además, el dinero que recibiría por prenderle candela esa madrugada del 17 de junio del 2016.

 

Con el gorro de su enguatada azul encasquetado y linterna en mano, burla las medidas de protección de la sede de la empresa, ubicada en el Chambelón. Camina con tanto sigilo que parece andar sobre un fi no cristal, hasta que casi se da de bruces con la persiana de madera. No le queda otra opción que arrancarle dos tablillas. Dentro permanecen las malditas pruebas incriminatorias. Porque desde que el mundo es mundo, la gasolina y el fósforo son enemigos irreconciliables, las lengüetas de fuego se esparcen a la velocidad de la luz entre las cuatro paredes. El hombre no lo piensa ni una vez y abandona la oficina por el hueco de la ventana.

El ruido alerta a uno de los custodios. Ahora, el intruso no corre, vuela. Salta la cerca perimetral y no para hasta el Moskvitch, donde aguardan por él Jorge Luis Maya Rodríguez, entonces administrador del Mercado Agropecuario Estatal (MAE) No. 13, de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Comercializadora Sancti Spíritus, y su padre, Jorge Luis Maya Soler.

El auto los lleva de vuelta a sus respectivas casas; los bomberos asumen lo suyo: extinguen las llamas; no la defraudación económica a la entidad, ascendente a 825 623.24 pesos, que derivó en la radicación de la Causa No. 174/2016 en la Sala Primera de lo Penal, del Tribunal Provincial Popular, seguida por los delitos de malversación, falsifi cación de documentos bancarios y de comercio, ocultación u omisión de datos, y de estragos.

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“Los hechos de corrupción los detectamos nosotros”, aclara Clemente Hernández. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

AUDITORÍAS DE POR MEDIO

A Clemente Hernández Rojas, director general de la EPA, le dio mala espina ver ante sus ojos parte de los documentos, computadoras, burós… calcinados. Y sin creerse perito, empezó a armar el rompecabezas; precisamente, el día del incendio iban a discutir los resultados de una auditoría, promovida por la entidad, en la UEB Comercializadora del municipio capitalino, y más de un administrador de MAE parecía hundido hasta el cuello.

Hernández  Rojas no llevaba todavía un año con las riendas de la empresa en sus manos, y desde que puso un pie allí en julio del 2015, sabía que se hallaba sobre un volcán dormido. “Acopio tenía una economía con un descontrol total; descontrol en las finanzas, en las cuentas por cobrar y pagar…”, subraya.

Con esos ruidos, el directivo comenzó a sospechar hasta de su propia sombra y solicitó a la Delegación Provincial de la Agricultura y a la Controlaría Provincial la realización de una auditoría; pero a esa altura del año era imposible programarla, sobre todo en tiempos en que los auditores no abundan.

No le quedó otra elección que confiar en la competencia de sus especialistas, quienes enfilaron la mirada hacia las cuentas por cobrar y pagar; a la postre, salieron a la luz dos hechos en el MAE No. 4, de la UEB Jatibonico, sancionados rigurosamente con apego a la Ley.

En la UEB Sancti Spíritus, los auditores comprobaron que los inventarios eran harina del mismo costal de la corrupción: el faltante de carne de cerdo casi topaba las nubes, camuflado en una cuenta por pagar a la Empresa Porcina Provincial (EPP).

En la UEB Sancti Spíritus, los auditores comprobaron que los inventarios eran harina del mismo costal de la corrupción: el faltante de carne de cerdo casi topaba las nubes, camuflado en una cuenta por pagar a la Empresa Porcina Provincial (EPP).

Como la mentira, aquel desfalco tenía las patas cortas. Lo evidenciaban los papeles, que estuvieron a punto de ser revisados con microscopio por los expertos y así desmontar pieza a pieza la malversación a las arcas de Acopio.

Para que no se repitiera la historia de hechos anteriores ocurridos en la propia entidad —cuando la documentación probatoria de supuestos delitos desapareció de la faz de la tierra o “casualmente” se mojó—, esta vez la dirección de la EPA y su auditora le sacaron copias a cuanto papel había, y las ocultaron como si se tratara del secreto mejor guardado del mundo.

Nos preparamos para que esos delincuentes no se escaparan”, sentencia Clemente Hernández.

DESFALCO ENCENDIDO

A punto de ser descaracterizados, los implicados no perdieron tiempo. Algunos cruzaron llamadas telefónicas o intercambiaron de tú a tú; la mayoría acudió en la tarde-noche del 16 de junio del 2016 a Jobo Gordo, Colón, a la vivienda de Isleydi Pérez Herrera, técnica en Gestión Económica de la UEB Comercializadora Sancti Spíritus.

La gravedad del asunto se les leía en los rostros; había que buscar —y rápidamente— una fórmula para evaporar la documentación relacionada con los faltantes económicos descubiertos en los MAE 2, 13 y 29, ubicados en la ciudad cabecera.

La gravedad del asunto se les leía en los rostros; había que buscar —y rápidamente— una fórmula para evaporar la documentación relacionada con los faltantes económicos descubiertos en los MAE 2, 13 y 29, ubicados en la ciudad cabecera.

A la confabulación en marcha concurría Jorge Luis Maya Rodríguez, administrador del MAE 13 por esa fecha, quien, escudado en sus funciones y cargo, se agenció de productos y subproductos de carne de cerdo, recibidos de la EPP, correspondientes a 20 facturas por el valor total de 612 367.97 pesos a precio de venta, en la primera mitad del 2016, según consta en la sentencia de la causa penal, a la cual tuvo acceso Escambray.

Las tres facturas de igual mercancía imputadas a Elvis Lazo Cruz, al frente del MAE No. 29, sumaron 60 551.34 pesos, y las cinco atribuidas a Rediel Lorenzo Ramírez, administrador del MAE No. 2 y no presente en Jobo Gordo, totalizaron 129 849.76 pesos.

Sin embargo, aquella malversación tenía más nombres y apellidos: Isleydi Pérez Herrera e Isbelkys Betancourt Bernal, directora contable financiera de la EPA, ejes básicos para la ejecución del desfalco a la UEB Comercializadora, a través de enrevesados procederes.

Aunque no asistió a la conjura que se urdía en el reparto de Colón, Ivanys Prieto Díaz, especialista comercial en la UEB Compra Venta, de la EPP, conocía hasta dónde había metido sus manos. Desde su posición, se apropió de parte de los productos cárnicos que le ofertaba a Acopio, falsificó documentación y se deshizo de otra para evadir la justicia al saber de la auditoría en curso en la EPA.

Y para esquivar la acción de la Ley, allí permanecían en Jobo Gordo, además de la dueña de la casa, Maya Soler, Lazo Cruz, Betancourt Bernal y Maya Rodríguez, entre otras personas. Allí estaban devanándose los sesos y, por más vueltas que le daban a la idea de desaparecer las pruebas acusatorias, siempre llegaban al mismo punto: darles candela a los documentos en la ofi cina.

—¿Quién lo hará?, alguien dejó escapar la pregunta.

 —Lo tengo —dijo Maya Rodríguez—: puede ser Carlos.

Contactado vía telefónica, acudió a la vivienda el posible ejecutor, quien cumplía la sanción de dos años de privación de libertad, subsidiada por igual término de trabajo correccional sin internamiento, debido a un delito por lesiones.

 —Te doy 10 000 pesos, le dijo Lazo Cruz al joven de 21 años.

Esa propia noche, casi todos se vieron las caras nuevamente en el apartamento de Maya Rodríguez en Olivos II. No podía quedar ningún cabo suelto. Al menos, esas eran sus pretensiones.

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Ilustración: Osval

CAUSAS Y SANCIONES EN LA LUPA

Porque en Cuba, verde con puntas negras siempre será guanábana, la lista de sospechosos del incendio acaecido en Acopio la encabezarían, obviamente, los más interesados en borrar las evidencias documentales del quebrantamiento de la Ley, desenmascarado por los auditores de la entidad.

“La gente está viendo muchas películas”, manifiesta a Escambray el fiscal provincial Pedro Espinosa Curbelo, quien califica de graves los delitos cometidos por las circunstancias, la participación de varios ciudadanos y por su impacto en la economía espirituana y en la de la empresa afectada, en específico.

Por ello, más que en los hechos en sí, habría que detenerse en sus causas, según afirma Espinosa Curbelo, al profundizar en cómo la ausencia de control interno le abrió las puertas a la malversación en la referida UEB, donde la práctica de los inventarios, tan elemental y tan decisiva, parecía veranear a tiempo completo.

Capaz de elaborar la historia clínica de la EPA, si de hechos de corrupción se habla, Jesús Martín Casanova, contralor jefe en Sancti Spíritus, alude, igualmente, a la falta de supervisión y control por la dirección de la empresa, así como a la deshonestidad de los implicados que utilizaron sus funciones para beneficio personal.

A juicio del contralor provincial, otro fardo es la inadecuada selección de quienes administran los recursos en los centros. “A veces los administradores tienen un problema en una unidad e, inexplicablemente, los pasan a otra”, agrega Martín Casanova.

Esa permisividad les dio alas a la corrupción y a la ilegalidad en Acopio. “No hubo un proceso de saneamiento y de decir: esta persona está cometiendo un delito, una irregularidad; vamos a separarla, vamos a extirpar el daño. Lo que se hacía era cambiarla de posición. La responsabilidad era de las UEB, y de la empresa por permitirlo; había que limpiar”, admite el actual director de la EPA, Clemente Hernández.

Ante todo, se imponía barrer desde la cabeza, o sea, empresa adentro, donde a las dos de la tarde era difícil encontrar un alma en las oficinas, al decir de Hernández Rojas. Del Consejo de Dirección de julio del 2015 ni las cenizas quedan; solo prosigue en sus funciones la jefa de Cuadros.

“Buscamos a personas que tuvieran el control interno en el centro de su labor —aclara el directivo—. Fue complejo porque no existía la posibilidad de pagar buenos salarios y por mala fama de Acopio”.

“Después, le fuimos arriba al control de las UEB. Cuando llegamos a esos lugares, lo mismo que tenía el padre, lo tenía el hijo: falta de control en la contabilidad, en las finanzas, en los activos fi jos, en los medios básicos, en los inventarios en los mercados”, añade.

A esas alturas, la EPA no quiso tropezar dos veces con la misma piedra, y se decidió cambiar el director y el económico de ocho UEB, —en Taguasco no—, por verificarse en dichas unidades un deficiente sistema de control interno.

 Por fortuna, se actuó a tiempo. Lamentablemente, con demasiada frecuencia las auditorías y otras acciones de control suelen hacerle la autopsia al delito, y a esa hora la única sanción posible es la cárcel.

Nombre por nombre y número a número, el área jurídica de la empresa lleva las medidas administrativas aplicadas por los hechos de corrupción sucedidos: siete separaciones definitivas en la UEB de Jatibonico y nueve en la de Sancti Spíritus, sin olvidar las 18, de diferente carácter, impuestas a personas de esas entidades que no tuvieron una participación directa en los casos expuestos.

Nombre por nombre y número a número, el área jurídica de la empresa lleva las medidas administrativas aplicadas por los hechos de corrupción sucedidos: siete separaciones definitivas en la UEB de Jatibonico y nueve en la de Sancti Spíritus, sin olvidar las 18, de diferente carácter, impuestas a personas de esas entidades que no tuvieron una participación directa en los casos expuestos.

“Acopio es una empresa vulnerable porque trabaja con comida, con dinero en efectivo, con más de 140 mercados y placitas; pero realmente podemos decir que los delitos por descontrol económico aquí fueron sofocados”, alega Hernández.

¿No será absoluta esa afirmación?, indaga Escambray.

“Llevan un año sofocados. Hemos sido objeto de inspecciones por parte de la Unión Nacional de Acopio y de la Fiscalía, que detectó deficiencias; pero ninguna de carácter grave. En abril vamos a certificar la contabilidad; está planificada la auditoría.

“Nuestro sistema de control interno es fuerte y ha detectado nuestros problemas. Tenemos un plan de visitas a las UEB y de auditoría; realizamos acciones sorpresivas”, argumenta el directivo.

Todo parece indicar que es agua pasada el desparpajo económico vivido por la EPA, donde alrededor de 3 millones de pesos fueron llevados a gastos y ajustados debido a cuentas incobrables a otras entidades, expedientes de faltantes y a los casos de malversación.

“Cuando llegamos aquí los trabajadores llevaban ocho meses ganando 225 pesos, y después de empezar el control, al cuarto mes, ya comenzaron a ganar salario —señala Clemente Hernández—. La empresa reparte el dinero de su gestión. Si la riqueza en vez de crearla, se la roban unos pocos, usted no puede repartirla”.

Durante el 2017, la EPA se despojó de su rostro maltrecho: el salario promedio por trabajador ascendió a 654 pesos —aún insuficiente—, las cuentas por pagar y cobrar cerraron en término, las ganancias rebasaron los 3 millones de pesos y las ventas fueron sobrecumplidas, excepto en las viandas a causa del huracán Irma.

Que estos números no colman la mesa de los espirituanos, es verdad; que todavía en las pesas de ciertos mercados y placitas algunos vendedores timan al pueblo, también lo es.

“No te puedo decir categóricamente que no lo hacen; pero sí te aseguro que cuando se detecta, no le pasamos la mano a nadie”.

¿Usted y su Consejo de Dirección sacudieron completamente la mata de ladrones y corruptos en Acopio?

“Estamos dispuestos a demostrarlo. Esta empresa está sacudida hasta el tronco, hasta las UEB. A pesar de lo que tuvimos que pasar, lo más importante fue que se rompió por fi n con la estela de personas que había aquí lucrando a la vista de todo el mundo. ¿Qué administrador de mercado puede comprarse un carro y un apartamento con su salario?”, se pregunta Clemente Hernández.

En la Causa No. 174/2016, a partir de certezas y, sobre todo, de evidencias concretas, los jueces de la Sala Primera de lo Penal, del Tribunal Provincial Popular de Sancti Spíritus, dictaron sentencia, ratificada por el Tribunal Supremo Popular.

En lo particular, el acusado Jorge Luis Maya Rodríguez recibió una sanción conjunta y única a cumplir de 18 años de privación de libertad por los delitos de malversación y de estragos.

Por iguales delitos, Elvis Lazo extinguirá una condena conjunta y única de 10 años de privación de libertad; en tanto, Rediel Lorenzo fue penado a nueve años de privación de libertad por malversación.

Las encartadas Isleydi Pérez e Isbelkys Betancourt cumplirán una sanción conjunta y única de 18 años de privación de libertad cada una por malversar las arcas estatales y por el delito de estragos.

Como consecuencia de haber falsificado documentos bancarios y de comercio como medio a fi n de cometer una malversación y de haber ocultado u omitido datos, Ivanys Prieto Díaz permanecerá 10 años en la cárcel, al valorarse una condena única.

También, el Tribunal encontró culpables a Carlos Rodríguez y a Jorge Luis Maya Soler, quienes estarán encarcelados durante cuatro años cada uno por el delito de estragos, vinculado con el incendio, causante de significativos daños a la sede administrativa de la EPA, además de poner en riesgo la vida de dos analistas de turno que dormían allí el día del siniestro.

Literalmente, Acopio ardió. Tocó fondo. Y sobre las cenizas, se levantó, pero, ¿todo quedó solucionado en materia de control? Es comprensible, entonces, que sus directivos y trabajadores honestos no duerman a pierna suelta.

Alex Sánchez

Texto de Alex Sánchez

12 comentarios

  1. !!! Y se verán horrores, no errores.!!!! Cuando la permisibilidad impera, la indisciplina campea por su respeto y legalidad se quebranta sin pudor alguno.
    Se esclareció el hecho del desfalco pero cuando ya el daño económico es irreversible.

  2. Una pregunta: ¿Y cómo es que el señor Clemente sobrevivió a tanta corrupción? Él es, al parecer, el único bueno de la película. Aquí algo no me huele bien…

  3. EXCELENTE OPINIÓN DE JUAN AVILÉS.
    Es la receta correcta para que se acabe el desabastecimiento y bajen los precios. Pero que sucede? Que dirigentes politicos y burócratas que tienen que defender autos, chofer, dieta, altos salarios, viajes, secretarías y mucho más, prefieren seguir chupando de «Ubre Roja» enves de ver la realidad de cómo funcionan los mercados. Menos política, menos ideología, menos injerencia estatal , menos burocracia y más libertad para el que produce la tierra y los que venden al público

  4. Sotomayora Lopez

    Olga que explicacion es esa. No tiene que ver nada con lo tratado. Mi opinion es que hasta el 50 % de los delegados son «designados» y lor otros que son «elegidos » por las circuncripciones , son algo asi como el relleno.
    La corrupcion tiene su origen al menos en Cuba en los bajos salaries que no garantizan la supervivencia que sumado a la falta de controles y principalmente a que los administradores no son los duenos de los negocios y lo que se pierde a nadie le duele. Perdone mi falta redaccion, pero en espanol casi no escribo nada hace muchos anos.

  5. Opino que la solución pasa por desmantelar Acopio, los precios topados y otros absurdos.
    Luego que la ley permite a campesinos y pequeños comerciantes vender directamente a la población, hoteles, etc., no hay impedimento legal alguno para mantener en funciones al mayor y más ineficiente intermediario en la agricultura nacional.
    Cuba ha reconocido de manera oficial y pública la suma importancia de producción de alimentos, calificándola como un asunto de seguridad nacional; sin embargo se continúa cargando con lastres como Acopio.
    Muchos se preguntarán nerviosos quién entonces se ocuparía de «garantizar» el suministro de productos agrícolas a la población; a ellos les digo que son los campesinos, y no los funcionarios quienes producen los alimentos; pero para atraer más gente a los surcos, aumentar la producción y lograr una abundancia que reduzca los precios, es necesario «darle agua al dominó»; que el mecanismo màs eficiente para para crear abundancia y bajos precios ya se inventó hace siglos, se llama Mercado libre.
    Claro, que para que nazca, se mantenga y prospere tal mercado, hay que cambiar la mentalidad, crear legislación enfocada en abarrotar las despensas de los cubanos, y lo mínimo necesario para esto es liberar la economía y los productores, permitir que los más exitosos se enriquezcan.
    Si unos pocos miles de productores y comerciantes se enriquecen proveyendo alimentos abundantes, sanos y baratos ¡Qué bien! Mucho mejor que la situación actual, donde unos pocos corruptos se enriquecen robando, como sucedió en este caso denunciado en este reportaje.

  6. Parece que ese mal es generalizado porque aquí en la provincia de Matanzas esto es un desastre, primero para lograr comprar unas libras de cerdo en los puntos de venta estatales hay que ser mago, segundo el maltrato a la población en cuanto al pesaje y el despacho es inaceptable. Pero los responsables no toman cartas sobre el asunto, claro está ellos tienen asegurado su pedacito ahhhh y sin hacer cola.

    Saludos

  7. Tiempo al tiempo: volverá a pasar.

  8. En Chile los que conocemos los enormes esfuerzos que realizan los trabajadores cubanos sufrimos ante estos hechos delictuales ,de la mala actitud de no querer a su propio pueblo por parte de aquellos que han recibido el honor de proteger a su pueblo. Si estos ciudadanos han delinquido que haran en la carcel? nosotros les exigiriamos que produzcan o traten de reproducir lo robado ,Aveces pensamos que nuestra posición humanista ,no se si la comprenden estos sinverguenzas,porque asi como castigan injustamente a los niños ,abuelas , robandoles sus alimentos de la misma forma forma estan dispuestos a cometer cualquier delito con tal de obtener beneficios . Cual es la tarea de la encargada o encargado de cuadros, Crear un ser humano decente al parecer es bastante dificil . Viva Cuba Revolucionaria

  9. La corrupción no es un problema ético sino social. Científicos de las ciencias sociales , Instituciones de diferentes áreas han estudiado este fenómeno tan extendido . La estrategia que se utiliza en Cuba es fracasada , vengativa anticientifica y obsoleta además que demuestra el carácter represivo de las institución. Las condenas excesivas que son puras venganzas y que sobrepasen la eficiencia penal están de antemano condenadas al fracaso si es que en realidad lo que interesa es minimizar los hechos de corrupción
    La estrategia de minimizar la corrupción con medidas punitivas sin tomar en cuenta la complejidad del hecho están condenadas al fracaso y la mayoria delas veces empeoran la situacion . Solo con Instituciones fuertes, reglas claras, transparencia en la gestión y sobre todo rendición de cuentas a todos los niveles se tendrá una estrategia eficiente. Nadie puede estar por encima de la ley los que hoy someten a largas , vengativa e ineficientes condenas son chivos expiatorios que para nada revertiran la situación y eso se sabe. El desmantelamiento de la sociedad civil independiente y los medios en manos del Gobierno y no del pueblo hace que los hechos de corrupción que se ventilan sean los de los de » abajo » mientras los que han cometido el mayor latrocinio a la nación estén a buen recaudo

    • La palabra corrupción, dentro de una perspectiva social y legal se encuentra concretada como la acción humana que contravine las reglas legales y los principios éticos. No es una estrategia de Cuba sancionar con duras condenas los que cometen un delito, es un deber cívico, la estrategia es prevenir y para eso los dirigentes administrativos tienen diversidad de herramientas que va desde lo establecido en la Resolución 60 del 2011 de la Contraloría General de la República hasta implicar a ésa sociedad civil. No creo que la sociedad civil cubana esté desmantelada , (tiene amplia membresía, más de 2200 organizaciones, entre las que destacan las organizaciones sociales y de masas y las organizaciones o asociaciones científicas o técnicas, culturales y artísticas, deportivas, de amistad y solidaridad y cualesquiera otras que funcionan en virtud de la Ley de Asociaciones (Ley 54) Las organizaciones de masas y sociales son reconocidas en el artículo 7 de la Constitución cubana.) ahora sí tienen objetivos e interés nacionales vinculados a la supervivencia misma de la nación.
      En Cuba decir que los medios están en manos del Gobierno es decir que están en manos del pueblo, es el pueblo el que postula en su circunscripción electoral. Se convocan las elecciones, se crean comisiones electorales y asistimos a las reuniones, y nosotros, en nuestra libre y espontánea decisión proponemos a mano alzada quiénes deben ser nuestros delegados. Allí sale electo el delegado. Y este delegado conforma la Asamblea Municipal, la cual va a elegir de entre sus integrantes un presidente, un vicepresidente y va a designar un secretario. Para la provincia y la nación se crea la Comisión de Candidatura, la cual está integrada por las organizaciones sociales y de masas de nuestra sociedad, presidida por la Central de Trabajadores de Cuba. Así se recogen las postulaciones para quienes deben ser delegados a la asamblea provincial y diputados a la Asamblea Nacional. Hasta un 50 % de integrantes de la Asamblea Nacional van a ser delegados de estas propias Asambleas Municipales y el resto va a salir del seno de estas mismas organizaciones que en sus plenos van a tener facultades para nominar a personas que accedan a esos cargos, con todas las postulaciones la Comisión de Candidatura inicia un proceso de consulta, van a los centros de trabajo de esas personas, a sus lugares de residencia, y se toman estados de opinión sobre la persona que ha sido propuesta. Finalmente, asisten al pleno de la Asamblea Municipal y se decide los candidatos a diputados, la candidatura a la Asamblea Provincial y a los diputados queda aprobada en la Asamblea Municipal, para llegar a presidente en Cuba el elegido tiene que pasar por cinco momentos electorales: primero lo tiene que postular y aprobar en votación el pleno de una organización social o de masas; segundo, lo tiene que aprobar una asamblea municipal en votación; tercero, tiene que salir electo mediante voto directo y secreto de los electores de un distrito electoral, si no sale electo por ahí no puede ser diputado; cuarto, su candidatura tiene que aprobarla la Asamblea Nacional; y quinto, lo tienen que aprobar en voto directo y secreto los diputados.

      • Yo creía que aquí se hablaba de un delito económico que debe ser cortado de raíz, cosa bien difícil a mi entender. Pero esta señora acaba de dar una clase sobre el proceso electoral cubano, que, me parece a mi, se va del momento y el lugar para ello.
        Ni todo es color de rosa así, ni se llega al pueblo con tanto panfleto. Perdonen si hiero, pero es lo que pienso.

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