Cuando Sancti Spíritus perpetuó en bronce a su prócer mambí (+fotos)

Hace 40 años fue inaugurado en la villa del Yayabo el conjunto escultórico que rinde tributo al Mayor General Serafín Sánchez Valdivia en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, con la presencia de la mayor concentración popular en la historia de la joven provincia

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Conjunto escultórico que rinde tributo al Mayor General Serafín Sánchez Valdivia. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)
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Conjunto escultórico que rinde tributo al Mayor General Serafín Sánchez Valdivia. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

El 6 de julio de 1980, en medio de gran expectación popular, fue inaugurado en Sancti Spíritus con la presencia de más de 70 000 espirituanos, el mayor monumento fundido en bronce existente en la entonces joven provincia, como tributo al Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, en la ciudad que lo vio nacer 134 años atrás.  

Fue, al decir de algunos participantes, algo extraordinario desde todo punto de vista, pues nunca antes se había reunido tal cantidad de pueblo en la villa del Yayabo, ni asistieron tantos dirigentes principales de la Revolución, ni se dio una velada artístico-cultural tan completa y abarcadora con la participación de tan numeroso talento artístico.

Al tratar de reconstruir para las actuales generaciones aquel suceso trascendente, resultó una fortuna encontrar a Edelmiro Bonachea Jiménez, por entonces director provincial de Cultura en Sancti Spíritus, quien tuvo participación permanente durante todo el proyecto.

GÉNESIS DE UN DESIGNIO

Aunque el monumento se inauguró el 6 de julio de 1980, los trabajos para hacerlo realidad se iniciaron mucho antes de esa fecha. Como recordarán los que peinan canas, en 1978 y 1979 se estaba construyendo la nueva sede del Partido en la provincia y la Plaza de la Revolución, situada al frente, la cual iba a recibir el nombre de Serafín Sánchez Valdivia.

Edelmiro Bonachea evoca: “Para nosotros los espirituanos viejos eso se conocía como Las sabanas de la Cárcel, y fue Tomás Álvarez de los Ríos el primero que me habló del proyecto, siendo yo director provincial de Cultura.

“Él me comentó esa idea y de que había hablado con Thelvia Marín Mederos, una destacada escultora espirituana residente en La Habana. Tomás me dijo que ella estaba interesada en hacer ese monumento, que por demás había sido prometido a los espirituanos en el año 1900 por quien fue General en Jefe del Ejército Libertador cubano, Máximo Gómez Báez.

“Hablamos con Joaquín Bernal Camero, entonces primer secretario del Partido en Sancti Spíritus y al poco tiempo vino Thelvia desde La Habana. Cuando se le expuso el proyecto, Joaquín lo acogió con un entusiasmo tremendo. Él dijo: ‘¡No, no, lo hacemos!’ y Thelvia explicó sus primeras ideas acerca del conjunto monumentario.

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Bonachea: “En esta obra participaron numerosos espirituanos. El colectivo del taller de fundición en Luyanó aportó muchas horas de trabajo voluntario”. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

¿Acaso la concepción original fue la que se impuso?

“No, déjame explicarte: La primera idea que ella tuvo sobre el monumento y que prevaleció durante un tiempo, fue Serafín y el pueblo; el adalid espirituano aparecía en el centro de la Plaza intercambiando con la gente. Más o menos donde antes estuvo una gran ceiba, iba a situarse inicialmente el monumento.

“Así se empezaron a hacer aquellas reuniones cada 15 días, en la casa de visita del Partido, donde hoy radica el Hospital de Rehabilitación Faustino Pérez, y usábamos ese lugar porque el Partido provincial estaba entonces en un local pequeño en la calle Independencia, con poco espacio disponible.

 “Thelvia seguía con su idea inicial, pero en una de aquellas reuniones expuso una variante que cambiaba la concepción original deSerafín y el pueblopor la deSerafín y Amézaga. Para eso se constituyó un equipo de trabajo conformado por Thelvia Marín, Felipe Brito Neira, que era historiador, y también estaban Jesús Alfonso Piquero y Manuel Sánchez Colmenares, entre otros.

“Y Felipe Brito encontró la coincidencia histórica de que Serafín había alfabetizado a un antiguo esclavo que fue capitán del Ejército Libertador. Él encontró la partida de nacimiento de Aquilino Amézaga, “Quirino”, y comprobó que era angolano. Cuando aquello Cuba estaba inmersa en la epopeya internacionalista en Angola y prevaleció esta idea de que el monumento estuviera presidido por la figura de Serafín y su alumno angolano”.

¿Cómo es que Thelvia no se sintió tentada a moldear un Serafín a caballo que resaltara su figura de combatiente?

“Bueno, es que Thelvia siempre se opuso a la idea de una figura ecuestre de Serafín porque decía que, vista en perspectiva, una escultura así terminaba por convertirse en un monumento al caballo y no a su ilustre jinete. A Thelvia le gustó mucho en cambio la variante de Serafín con Amézaga, que ofrecía una dimensión distinta del paladín espirituano.

“Entonces Joaquín Bernal aportó la idea de que, en lugar de que la escultura fuese situada en el centro de la Plaza, como en el proyecto original, estuviera presidiendo desde lo alto de la segunda planta del nuevo edificio del Comité Provincial del Partido en Sancti Spíritus, y así los espirituanos, al desfilar por allí, rendirían tributo también a Serafín. Esa idea también prevaleció.

“Entonces vino el problema con el arquitecto, porque el Partido provincial tiene un diseño futurista que, si lo miras desde arriba semeja el estilo de muchos edificios oficiales de Brasilia, la capital brasileña. Vino la discusión con el arquitecto Baldrich de poder colocar ese conjunto escultórico en el lugar.

“Como se observa, la calle hubo que desviarla hacia la Plaza para que bordeara la parte de las tribunas, que fue ampliada, y diera cabida al monumento a Serafín, cuya magnitud era importante, con un peso de, al menos, dos toneladas. Baldrich tuvo que hacer las modificaciones pertinentes y situó una columna interior que debía servir de soporte a las estatuas de bronce.

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El entrevistado durante el proceso de fundición, hace 40 años, con las piezas que componen el machete de Quirino Amézaga.

¿Dónde se hizo el trabajo de modelaje y montaje?

“Se modeló en la antigua capilla de lo que era la clínica psiquiátrica donde Jorge López Marín, el esposo de Thelvia, que era médico psiquiatra en esa institución, consiguió el local para poder modelar las esculturas. Para eso se llevó mucho barro desde Sancti Spíritus, y a la vez se inició una campaña de recogida de bronce, de la cual Tomás Álvarez de los Ríos fue el promotor.

“Primero se hizo la figura de Serafín en todo su tamaño, y luego la de Quirino Amézaga. Fue un trabajo muy interesante porque a todo el espirituano que iba allá Thelvia lo ponía a amasar barro. Eso lo hizo ese equipo en el que desempeñó un gran papel Jesús Alfonso Piquero, que era una persona entrada en años, pero muy capaz. Fue la mayor estructura de ese tipo que se fundió en bronce en Cuba y se hizo en la fundición Eliseo Díaz Machado, de Luyanó.

“Un funcionario que trabajaba por entonces en el Partido nombrado Omar Wilson y yo tuvimos que ir a La Habana a hacer los contratos con la fundición y con Antillana de Acero, que nos aportó un número de piezas metálicas, y de aquí fueron varios compañeros a acondicionar el lugar, porque hubo que hacer artesas y otras cosas como mesas para darle correa al barro y hubo que llevar también una batidora de arcilla.

“Después se hizo el molde de yeso, usando el sistema que llaman de cera perdida y luego ese molde se fue llevando en pedazos a la fundición, donde se iban fundiendo y a la vez armando las piezas, pero el conjunto se acabó de armar en el local que teníamos en la clínica donde trabajaba el esposo de Thelvia.

¿Cómo transportaron hasta Sancti Spíritus esas pesadas esculturas?

“Aquel conjunto se trajo en dos partes; en una rastra grande se trasladó la figura de Quirino Amézaga y en la otra rastra, la de Serafín Sánchez. La mayor parte del trayecto se hizo por la carretera Central. Fue una obra grande y de mucha repercusión. El pueblo ya había participado en la recogida de bronce, y estuvo al tanto porque todo aquello tuvo un respaldo fuerte por parte de la prensa, y también trabajaron mucho las organizaciones de masas, porque solo en la velada artístico-cultural participaron en total entre 700 y 800 personas”.

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La plaza Mayor General Serafín Sánchez Valdivia ha sido testigo de numerosas concentraciones en respaldo a la Revolución. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

IMPRESIONANTE ACTO INAUGURAL

La inauguración del conjunto monumentario dedicado al paladín espirituano fue un grandioso acto a escala de la joven provincia, que contó con la presencia de los miembros del Buró Político del Partido, Armando Hart Dávalos y Arnaldo Milián Castro, ministro de la Agricultura; Antonio Pérez Herrero, miembro del secretariado del Comité Central y los integrantes de ese órgano, Faustino Pérez Hernández, José Felipe Carneado, Armando Acosta Cordero y José Ramírez Cruz. También estuvo presente Joaquín Bernal Camero, por entonces miembro suplente del Comité Central y primer secretario en la provincia de Sancti Spíritus.

Tocó el honor de ser la primera en usar la tribuna a la escultora Thelvia Marín, autora del proyecto, quien disertó acerca de su obra. Las conclusiones estuvieron a cargo de Antonio Pérez Herrero, quien hizo una extensa reseña de la vida heroica de Serafín Sánchez. Herrero destacó la importancia de haber unido a Serafín con el ex esclavo angolano Aquilino Amézaga, lo que conlleva un hermoso símbolo de internacionalismo y humanismo.

Pero entre todos, el momento culminante de la ceremonia fue el develamiento del conjunto escultórico, realizado como parte del acto político. En un momento dado, mientras se escuchaban descargas de fusilería y reventaban fuegos artificiales, se descorrió una enorme cortina y se puso al descubierto la gigantesca figura marmórea del hombre que tenía de columna hasta la estatura, cubierta hasta ese instante por una manta en la que se observaba una estrella.

 La multitud presente detonó un aguacero de aplausos. Serafín estaría desde ese momento perpetuado en bronce en el centro político de la provincia, pero todos sabían que, para siempre, ocupa y ocupará un lugar especial en el corazón del pueblo espirituano.

Nota: Esa noche a las 8:30 p.m. se efectuó en el propio lugar la masiva velada artístico cultural organizada para la ocasión. En la concreción del proyecto escultórico participaron, además de los mencionados, Pedro Rodríguez Díaz, miembro del Buró Provincial del Partido; Domingo Ulloa, subdirector provincial de Cultura; Alejandro Romero Emperador, director del Consejo para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria en Sancti Spíritus (Codema) y el escritor Emilio Comas Paret, jefe del Departamento de Atención a Educación, Cultura y Deportes del Partido en la provincia, entre otros compañeros.

Pastor Guzmán

Texto de Pastor Guzmán
Fundador del periódico Escambray. Máster en Estudios Sociales. Especializado en temas históricos e internacionales.

3 comentarios

  1. Carlos Garriga

    Esa escultura fue inaugurada en 1980?O en una fecha posterior?

    • Esa escultura, señor Garriga, tal como se dice en el trabajo, fue inaugurada junto con todo el conjunto escultórico el 6 de julio de 1980.

      • Carlos Garriga

        Muchas gracias,lo pregunto porque mi papá que trabajaba en el T-16, recogió bronce para ayudar a los escultores,pero cuando hizo eso, fue estando yo en los Camilitos,y era el año 85

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