La esquina de Escambray: Vivir en la red

No toda la información que circula en Internet es fiable, no todos los datos son exactos. Basta con dar Me Gusta a determinado asunto para que, a partir de ese momento, cada vez que usted se conecte aparezcan referencias al suceso

sancti spiritus, cultura, mincult, ministerio de cultura, subversion contra cuba, jovenes creadores
La cultura no se puede alimentar de una relación de amor y odio, su verdadera unidad está en hacer, enseñar el resultado, exaltar lo auténtico venga de donde venga, puntualiza Carlo.

Vivir en la era digital supone cambios sustanciales en nuestros comportamientos. ¿Se ha preguntado cuántas veces al día revisa su celular o qué tiempo le dedica a las redes sociales? La hiperconexión que experimentamos es un fenómeno que responde al proceso de informatización de la sociedad y tampoco es un hecho aislado.

Hay datos recientes proporcionados por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) en los últimos días que revelan el avance alcanzado en el país en los últimos 20 años en materia de conectividad. Al cierre de octubre de este año el número de usuarios de la telefonía móvil supera los 6,2 millones, de los cuales 4,2 tienen acceso a datos móviles. Los usuarios de telefonía fija alcanzan los 1,48 millones y 1,34 millones acceden con cuentas permanentes a los servicios de internet por wifi. Las casas con servicios Nauta Hogar ascienden a 176 000 y la tendencia al crecimiento del acceso a la Internet irá incrementándose.

Los niveles de conectividad y acceso social en esta materia hablan de calidad de vida, pero también de nuevos retos que debemos asumir, más allá de las consideraciones sobre precios y calidad de la señal, que son temas que siempre están sobre la mesa.

Es una comodidad podernos conectar a través del móvil con las personas que queremos y que están lejos. Pero también esa hiperconexión puede implicar un alejamiento de los que están cerca. Los estudios más recientes aseguran que entre 80 y 110 veces al día miramos nuestro celular, indagamos en las notificaciones buscando un mensaje, la hora, el clima, los likes, comentarios, nuevas publicaciones, noticias. Los adolescentes llegan a superar las tres horas ante la pantalla del móvil participando de grupos de WhatsApp, ToDus o Telegram.

Lo difícil está en encontrar el equilibrio si tenemos en cuenta que Internet y las redes sociales no son un lujo, se han convertido en una necesidad social de primer orden, nos dan confianza y comodidad en todos los sentidos. Lo mejor es que nos ayudan a establecer nuevas relaciones y un nivel de acceso al conocimiento como nunca soñamos. Sin embargo, hay muchos peligros acechando si no supervisamos a nuestros hijos o simplemente no discernimos entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, la verdad y la mentira. La ingenuidad se paga de muchas maneras. No toda la información que circula en internet es fiable, no todos los datos con exactos. Basta con dar Me Gusta a un determinado asunto para que, a partir de ese momento, cada vez que usted se conecte aparezcan referencias al suceso. Ahora mismo, por ejemplo, las redes sociales, páginas, perfiles, sitios web de las más dudosas procedencias se hacen eco del llamado “Movimiento San Isidro” y llaman a “cesar la represión” hacia esos muchachos que están en una casa de La Habana exigiendo un montón de cosas escudados en una supuesta manifestación pacífica, con disfraz de artistas y promotores culturales comunitarios. Intelectuales, artistas y personalidades son convocados minuto a minuto a que se pronuncien en su defensa. Pero lo que nadie dice es que esos que protestan cobran buenas sumas de dinero de las agencias subversivas de los Estados Unidos desde hace mucho por sus acciones aparentemente legales y nobles. Ninguno de los que te sugieren sumarte a su protesta habla del ultraje a la bandera cubana por parte de su líder unos meses atrás. Mucho menos que ellos han expresado públicamente que no reconocen al Presidente del país ni a la Constitución que aprobamos más del 80 por ciento de los cubanos.

Es bueno y un derecho excelente estar informados, tener la posibilidad de acceder con libertad a los contenidos más variopintos, pero el gran reto es saber dónde está lo cierto, discernir. Aquí no hablamos de lo fácil y común que se ha vuelto crear un perfil falso, robar dinero de nuestras cuentas y muchas trastadas más. Hablamos de algo mayor: encontrar la verdad, tener activado el sentido de lo justo, no dejarse engañar por sensacionalismos baratos e historias prepago.

Carlo Figueroa

Texto de Carlo Figueroa

Comentario

  1. Excelente comentario, una idea inicial para un desenlace en una información en la que los medios nuestros no han puesto mucho interés ni eco y que pudo tener una bifurcación hacía, por ejemplo a los costos que ETECSA no debe incrementar cuando se declare el DIA CERO, porque desde sus inicios ETECSA concibió los servicios al costo del CUC y en CUC ya que comenzó tomando estadísticas como por ejemplo los más de 6.2 millones de usuarios y de ellos los 4.2 con acceso a datos, de los que por hacer un pequeño cálculo tenemos en cuenta que si cada uno de los 6.2 millones de usuarios gasta un CUC diarios, serian 155 millones de CUPs y si nos vamos a los 4.2 con acceso a datos otros millones más.
    Cabe pensar entonces, y que incluso aún no ha salido el comentario u información acerca de lo que el DIA CERO depara para los importes de los servicios de ETECSA.
    Gracias.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *