La campeona mundial espirituana de Béisbol 5 (+fotos)

Lietis Nieves Arcia Martínez nunca había practicado un deporte con el que conquistó una medalla inesperada. Desde sus escasos 19 años aun no aquilata bien el tamaño de su hazaña.

sancti spiritus, beisbol cubano, beisbol 5
“voy a dedicarme ciento por ciento al Béisbol 5”, asegura Lietis. (Foto: Vicente Brito/Escambray)

Ni en su Mayajigua natal, ni en la barriada del Camino de La Habana, donde vive, Lietis Nieves Arcia Martínez nunca jugó, como buena parte de los cubanos, la llamada pelota a la mano o callejera. Por eso celebra de manera especial su título mundial de Béisbol 5.

Es más: desde sus escasos 19 años aun no aquilata bien el tamaño de su hazaña. En 63 años de deporte revolucionario, apenas ronda la decena la cantidad de deportistas espirituanos que ostentan el título de campeones del orbe en contados deportes.

Sin embargo, ella, con todos los méritos, no se lo cree, como hace unos meses atrás, cuando hablamos en la Sala Yayabo en medio del campeonato nacional.

El título en el campeonato mundial de la disciplina le dio un alegrón a
los aficionados. (Foto: PL)

“Lo había pensado, pero nunca me creía que podía llegar al equipo nacional y mucho menos a un Mundial, incluso cuando me llamaron para la preselección, me impactó, pero estoy contenta, creo que me lo merecía, por eso estoy feliz y me encanta este deporte, aunque llevo poco tiempo practicándolo”.

Le debe suceder a casi todos los que consiguieron el oro con un equipo Cuba que arrasó en el primer mundial del deporte en el que terminó invicto con marcadores abultados en casi todos los partidos.

“Nos preparamos muy bien, algunos llevaban cinco años. En el torneo salimos con la mente positiva, a ganar cada partido, muy enfocados, nunca confiados, porque todos los equipos tenían mucha calidad. El juego mas difícil fue contra Japón cuando lo enfrentamos la primera vez, el segundo set lo ganamos 2-0 y estábamos acostumbrados a ganar con mucha diferencia de carreras, incluso casi ni lo celebramos y terminamos inconformes, aunque en ese partido nos dimos cuenta de que era un gran rival, por eso en la final salimos a hacerle la mayor cantidad de carreras posible, porque defendía bien”.

Lo lograron a pesar de medirse en un terreno con todas las de la ley en El Zócalo mexicano. “Se nos hizo un poco difícil porque en el terreno el bote de la pelota no era el mismo, se nos levantaba más de lo normal, pero como todo cubano nos adaptamos rápido al panorama desde un principio. Lo del desborde ofensivo creo que se definió en la preparación, siempre escuchamos lo que el entrenador nos decía, por qué parte teníamos que batear para avanzar los corredores y luego correr fuerte”.

Desde tercera base, Lietis lució muy bien e hizo gala de sus buenas manos, como mismo hizo en el campeonato nacional, evento que le abrió las puertas a la hazaña que hoy protagoniza.

Lietis: Nunca me creía que podía llegar al equipo nacional y mucho menos a un Mundial. (Foto: Vicente Brito/Escambray)

“Creo que aporté bastante, sobre todo en la defensa, ni los entrenadores lo esperaban por ser tan joven y ser mi primera competencia oficial, ellos quedaron muy contentos. La tercera es una posición muy difícil, las conexiones salen fuertes y la pelota te rebota mucho, pero mi pensamiento fue positivo, sabía que fildeaba bien, que si lo podía hacer en los entrenamientos, en el juego tenía que ser igual, siempre me preparé pensando que iban a batear por mí y lo mío era fildear y tirar bien”.

En El Zócalo, Lietis se sintió como en casa, a pesar de jugar por primera vez en medio de tanto público: “Desde que llegamos lo primero que nos dijeron fue que no nos preocupáramos por el público, que nos concentráramos en el juego y no le hiciéramos caso a lo que hablaban en las gradas; es verdad que te pone un poco más tenso, te da un poco más de nervios, pero por esa parte no hubo problemas, porque el público fue encantador, siempre apoyándonos,  nos ayudaron, nos aplaudieron a pesar de que le ganamos a México”.

Y pensar que hace tan solo unos meses esta muchacha practicaba softball, deporte en el que llegó a ser subcampeona nacional con Villa Clara. 

“Comencé en el Béisbol 5 dos semanas antes del campeonato nacional, el entrenador me contactó a través de una compañera del softball que me preguntó si quería jugar y le dije que sí, empecé a entrenar y me empezó a gustar. Nunca lo había practicado, pero no fue difícil porque es más o menos la misma mecánica de fildeo, se me hizo más difícil en el bateo que todavía me pasa, tengo que coger un poco más de técnica, saber dirigir la pelota que es lo más importante, y pegarle duro, fortalecerme. Jugar el campeonato nacional me dio un poco de experiencia para afrontar el mundial, aunque no se puede comparar”.

No fueron pocos los que en Cuba siguieron los hilos del Mundial a través de la televisión y así conocieron de la novedad. Por eso, cuando llegó a su Camino de La Habana, pudo disfrutar aún más su medalla: “Todo el mundo me apoyó, en especial mi familia, me sentí contenta con el recibimiento, no esperaba que me recibieran con tanto amor y cariño y que me siguieran en las redes sociales, hasta la gente de mi trabajo en el Combinado Deportivo Mártires de Barbados”.

Entre quienes la cogieron más cerca estuvo su pequeño de seis años, Ernesto Alejandro: “Dice mi mamá que siempre estaba delante del televisor mirando y le daba besos a la pantalla; cuando llegué me abrazó fuerte. Ah, y empezó a pedirme cosas”.

Desde tercera base, Lietis lució muy bien e hizo gala de sus buenas manos. (Foto: Vicente Brito/Escambray)

También su esposo Javier, a quien la práctica de este deporte tan oriundo de las calles cubanas y su condición de entrenador de hockey convirtieron también en parte de la medalla: “Desde las gradas en el nacional, dirigía el partido, la posición del bateo y para dónde tenía que ir la pelota —explica el esposo—. En este Mundial fue muy importante el estudio del contrario, como los partidos salían por Internet, con paquetes de datos los vimos todos y cada vez que terminaba uno conversábamos de tres a seis horas con ella, y hablamos de su bateo, su fildeo y lo que veía de cada equipo, ella lo compartía en los mítines”.

Por eso y por los años juntos, Leitis no se sonroja al confesarle un “te amo mucho”, que a él sí le saca los colores. Saben que este título es apenas el comienzo: “Voy a dedicarme ciento por ciento al Béisbol 5, a seguir entrenando para mejorar mi bateo, que es lo que más me hace falta y a luchar por mantenerme en el equipo Cuba. Hay muchas posibilidades de que el deporte se convierta en olímpico y, de ser así, lucharíamos por ese título”.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

3 comentarios

  1. Ramón J. Miranda Echevarría

    Felicidades, interesante no imagine que en el equipo estuviera una espituana, por demás nativa de Mayajigua, FELICIDADES.

  2. Muy bien por ELSA,mucha prontitud y excelente reportaje para dar a conocer a esta njoven promesa campeona mundial en este deporte.

  3. Gualterio Nunez Estrada

    Tremendo reportaje, se ve, se oye el personaje.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *