Oda al altruismo (+fotos)

De regreso los técnicos y operarios de Etecsa que durante más de 70 días trabajaron por restablecer la red de comunicaciones en la provincia de Pinar del Río

El reconocimiento del publo por el cumplimiento del deber. (Fotos: Carmen Rodríguez/Escambray).

Los días de La Palma nunca se borrarán de la memoria de José Andrés Gil González, un joven operario de cables, integrante de la brigada espirituana de 33 hombres que durante más de 70 días laboró en el restablecimiento de los diferentes servicios luego de los daños provocados por el huracán Ian a las comunicaciones.

“Fue muy duro trabajar en esas condiciones durante tantas jornadas, incluidos 18 días de apagón total, casi sin agua en ese sitio que fue el más azotado por el huracán y donde tuvimos que abrir trochas con machetes y halar postes con los carros”, cuenta y la garganta se le aprieta cuando rememora cómo después de 12 días toda la brigada disfrutó de un pomo de agua fría.

“Lo que sí es inolvidable es la manera en que nos agradecían los pinareños. Allá dejé nuevos amigos y otra familia que junto a la de aquí que me apoyó mucho. También tengo que resaltar la solidaridad entre los que fuimos allá porque lo compartíamos todo y el apoyo de quienes se quedaron por la fuerza espiritual y material que nunca nos faltó”.

Todos los trabajadores de Etecsa que dieron su aporte a la recuperación en Pinar del Río, en compañía de sus familiares, recibieron diplomas de reconocimiento.

Por ello el homenaje, presidido por Tania Velázquez Rodríguez, presidenta ejecutiva de Etecsa, donde todos, en compañía de sus familiares, recibieron diplomas de reconocimiento.

Tampoco faltó el recuento de tantos días en que la naturaleza impuso desafíos a brigadas de corte y bajante, a reparadores de la División Territorial de Etecsa en Sancti Spíritus responsables de restablecer el servicio en La Palma, San Luis y en la cabecera provincial.

Gracias a su aporte, refiere Calixto Sosa Martínez, jefe de Capital Humano en esa entidad, del 28 de septiembre hasta el regreso las brigadas de líneas se encargaron de reponer decenas de kilómetros de redes secundarias, restablecieron más de 4 000 servicios residenciales y fueron capaces de tirar y empatar unos 11 kilómetros de cables.

En medio del regocijo por el regreso, todos coinciden en que de resultar necesario van con el mismo ímpetu a cualquier lugar porque en medio de apagones, lluvias o jornadas de un sol ardiente, “valió la pena ese abrazo espirituano que llevó esperanzas a Pinar del Río”.

Carmen Rodríguez

Texto de Carmen Rodríguez
Reportera de Escambray por más de 30 años. Especializada en temas económicos.

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