Cobija del arte (+fotos)

Desde hace 60 años, la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena presta sus servicios en una de las construcciones más lujosas de la ciudad espirituana

Independientemente del préstamo de libros, el centro resulta espacio para la promoción de nuestra cultura.

Elegante y esbelta, roba la vista en el parque Serafín Sánchez Valdivia, de la ciudad del Yayabo. Arcos, columnas, balcones, escalones de mármol de carrara, cúpula, esculturas… el más puro estilo ecléctico le otorgan a la construcción de dos pisos, ubicada en la calle Máximo Gómez, la distinción de resultar la más lujosa de la villa. Asimismo, resguarda en su memoria momentos trascendentales de la historia.

Construida entre 1927 y 1929, nació bajos las guías del arquitecto Alberto Luis Mendigutía Silvera y el maestro de obras Pepe Trelles entre las ruinas de otra edificación para servir como teatro y tienda de confituras. Aunque la decisión de sus dueños de expender el local tomó tiempo, finalmente pasó a ser la sede de la Sociedad de Instrucción y Recreo El Progreso, el espacio insigne de las familias blancas espirituanas. Tanto es así que se le negó su entrada al propio Fulgencio Batista por su condición de mulato.

Y, entre tantos sucesos culturales, se registra un hecho sin antecedentes: sucedió allí la primera transmisión televisiva de Sancti Spíritus. Artistas de la época actuaron dentro del edificio y televisores en el parque lo reprodujeron.

Pero, sin duda, el 6 de enero de 1959 anunció que sus puertas se abrirían a todo el pueblo. Desde allí Fidel Castro habló por vez primera a los espirituanos. Lo prometido no demoró. El majestuoso edificio desde el 30 de diciembre de 1963 cobija la colección y quehacer de la Biblioteca Rubén Martínez Villena.   

“Desde entonces ha tributado al desarrollo de nuestra sociedad —confiesa Lilia Rosa Oliva Prieto, su directora, quien además trabaja allí desde hace cuatro décadas—. Independientemente del préstamo de libros, somos espacio para la promoción de nuestra cultura, de investigaciones y traspasamos nuestros muros, como en la comunidad de El Cacahual, centros penitenciarios y todas las escuelas”.

PASADO Y PRESENTE

El majestuoso edificio desde el 30 de diciembre de 1963 cobija la colección y quehacer de la Biblioteca Rubén Martínez Villena.
El majestuoso edificio desde el 30 de diciembre de 1963 cobija la colección y quehacer de la Biblioteca Rubén Martínez Villena.

De acuerdo con estudios de la investigadora Felicia Pérez Moya, la primera biblioteca pública se fundó aquí el 10 de octubre de 1917, como resultado de la labor de Manuel Martínez-Moles. No obstante, el 3 de enero de 1963 el Consejo Nacional de Cultura de la Región de Sancti Spíritus creó una biblioteca pública con carácter provincial en el antiguo local del Gobierno Municipal. A los pocos meses se trasladó a su actual sede.

“Nuestra institución ostenta la réplica del machete del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, el Escudo de la Ciudad de Sancti Spíritus y el Premio Nacional de Cultura Comunitaria. El Consejo Provincial de la Asociación Cubana de Bibliotecarios lleva más de 15 años destacado a nivel nacional; y la Red de Bibliotecas Públicas, más de una década con igual resultado. Incluso, en el Concurso Nacional Leer a Martí siempre este territorio tiene premios”.

Su colección, superior a 99 000 títulos, es consultada por sus más de 1 200 asociados inscritos activos, aunque la visitan muchas más personas en las diferentes salas: Infanto-juvenil, Fondos Raros y Valiosos, Literatura, Arte y Música, la de personas en situaciones de discapacidad y la General, la cual se ha convertido en lugar para disfrutar conciertos y eventos como Voces de la República.

“Atendemos desde aquí las 29 bibliotecas de la provincia, tanto las municipales como sus sucursales —explica Belkis Marisol Rodríguez González, quien desde 1999 lidera la esfera técnico- metodológica de esa red—. Así preparamos, orientamos a todo ese personal. Coordinamos eventos y acciones de superación, a fin de que sea un recurso humano más integral según las necesidades de nuestro contexto”.

En estos 60 años, son muchos los hombres y mujeres que han impulsado la labor bibliotecológica en Sancti Spíritus. Julio Crespo Francisco y Marta Picart figuran entre los referenciales.

“Nuestra máxima es que los especialistas y técnicos de cada sala brinden el mejor trato. Quienes traspasan el umbral tienen que llevarse la información que necesitan. El bibliotecario precisa ser capaz de proponer todos los soportes, donde estén esos datos”, opina Fadia Castellanos de la Paz, con 45 años de experiencia en el trabajo bibliotecológico.

Primero en la de Trinidad, y luego en la propia Rubén Martínez Villena, se ha convertido en uno de los puntales de la institución. Tanto es así que ella y Lilia Rosa merecieron en 2021 la Distinción por la Cultura Nacional.

“Amo todos los procesos bibliotecarios y ese amor es denominador común para que nuestro colectivo se caracterice por la permanencia de sus especialistas y técnicos”.

CELEBRACIÓN A LO GRANDE

Su colección, superior a 99 000 títulos, es consultada por sus más de 1 200 asociados inscritos activos.
Su colección, superior a 99 000 títulos, es consultada por sus más de 1 200 asociados inscritos activos.

Para Lilia Rosa, quien conduce procesos en el interior de la institución desde hace muchos años, el mejor de los regalos en estas seis décadas de la biblioteca se vive en las excelentes relaciones con escritores e intelectuales de la provincia.

“Muchos de ellos han hecho importantes donaciones a nuestra colección. Además, con solo llamarlos están presentes para dialogar con los lectores”.

Como homenaje al cumpleaños, durante todo el 2023 se potenciaron actividades para los diferentes públicos y para reconocer a quienes, con su labor, hacen que este espacio sea singular. Uno de los más significativos fue que se le dedicara la Jornada por la Cultura Cubana.

Un inmueble de tan espléndida belleza solo puede ser sede del arte y del conocimiento.
Un inmueble de tan espléndida belleza solo puede ser sede del arte y del conocimiento.

Instituciones como el Centro Provincial de las Artes Plásticas y las filiales espirituanas de la Sociedad Cultural José Martí y la Asociación Hermanos Saíz también rompieron sus rutinas para agasajarla.

Igualmente, se han acogido en sus salas exposiciones y conciertos, propuestas todas dirigidas a fomentar iniciativas de crecimiento cultural.

“Estamos muy reconfortados con lo recibido y hecho porque hasta hemos sumado a nuestros jubilados. Entre las tantas metas tenemos el compromiso de informatizar las colecciones, tal y como lo logró la Biblioteca Municipal de Fomento. Ya tenemos presentado el proyecto al Gobierno, así que damos pasos de avance en ese sentido”, apunta la directora.

Sin duda, no pudo ser mejor la decisión tomada hace seis décadas: un inmueble de tan espléndida belleza solo puede ser sede del arte y del conocimiento.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

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