Los batidos de La Aurora (+fotos y video)

Justo en el kilómetro 378 de la Carretera Central, en la comunidad La Aurora, hace seis décadas inició sus prestaciones La Batidora, un centro insigne de la gastronomía espirituana, que desde sus inicios hasta la actualidad mantiene su principal oferta: los batidos de frutas naturales, esos que constituyen un referente para quienes viajan de un extremo a otro de la isla.

El buen hacer, la búsqueda de alternativas y la calidad del servicio identifican el lugar, donde un pequeño colectivo hace maravillas para garantizar la elaboración de la refrescante bebida, a pesar de las carencias de estos tiempos.

“La venta de los batidos comenzó en una casa aledaña a este local —expresa un vecino de la localidad— en el año 1963, luego se trasladó para lo que es hoy la casilla, hasta que poco después se creó la cafetería donde actualmente funciona. Antes se acompañaban de panqué, pero la falta de harina limita la elaboración de este alimento”.

 “Los batidos de La Aurora se hicieron famosos en épocas de abundancia, pero mantenerlos en estos tiempos y a un precio asequible de solo 15 pesos es una verdadera proeza’’, refiere Agustín Labrada, un villaclareño de paso por la unidad. Otros consumidores dan fe de la buena calidad al utilizar leche de vaca y frutas naturales.

Cuando semanas antes se detuvo momentáneamente la producción de batidos, debido a la falta de azúcar, muchos pensaron que resultaría imposible retomar la oferta que durante seis décadas ha mantenido el lugar; pero la dirección de la Unidad Empresarial de Base La Aurora, puso a prueba una nueva formulación que incluye el empleo de mermeladas industriales con alta concentración de dulce, a la que le incorporan un por ciento de frutas naturales, principalmente mango o guayaba, además de la leche de vaca fluida, el hielo y la sal que le imprimen un sabor distintivo.

 Ello demandó adecuar la ficha de costo, pero el resultado ha sido positivo, muestra de ello es que diariamente se venden allí unos 400 batidos a clientes que llegan de cualquier parte o de la propia comunidad y sus alrededores.

“Durante las temporadas de cosecha de diferentes frutas nos dedicamos a comprarle los excedentes a las bases productivas cercanas a La Aurora, de esa forma tenemos aseguradas en neveras mango, guayaba, piña y tamarindo, pero hemos tenido frutabomba y mamey, en dependencia de la época del año”, asegura Iridys Díaz del Sol, directora de la UEB.

Drusly Ramos Ledezma, administrador de la unidad desde hace cinco años, habla de las iniciativas puestas en práctica para mantenerla funcionando.

“Sabemos lo que significa para los clientes contar con los batidos que han identificado a este centro por muchos años. Los vecinos de la zona, los niños de la escuela y los visitantes foráneos siempre han estado pendiente de las dificultades, incluso cuando estuvimos sin elaborarlos y seguíamos vendiendo otros productos, todo el que llegaba a la unidad solo se interesaba por conocer cuándo comenzaríamos nuevamente”, asegura el administrador

La Batidora, de La Aurora, no solo se distingue como una tacita de oro por la limpieza de sus áreas y la exquisitez del servicio, es también un centro reconocido a nivel del sector de la gastronomía por sus resultados económicos y la manera de seguir buscando alternativas sin incrementar los precios para continuar con su producto líder que, sin duda, agradecen los espirituanos y, por qué no, el resto de los cubanos.