Los BRICS asumen el desafío de construir un mundo multipolar

El grupo de las cinco mayores economías emergentes, tendrá seis nuevos miembros a partir del 1 de enero de 2024 y desde entonces las once naciones representarán el 46 por ciento de la población mundial y el 37 por ciento del PIB global

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Foto final de los participantes en la XV Cumbre de los BRICS en Sudáfrica.

Este 24 de agosto de 2023 se abrieron nuevas esperanzas para la humanidad, cuando el grupo de los BRICS, compuesto por las cinco economías emergentes de mayor solvencia: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, adoptó el acuerdo unánime de aceptar como nuevos miembros, de pleno derecho a partir del 1 de enero de 2024, a seis nuevas naciones: Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía.

Al valorar el trascendental acontecimiento, el presidente del gigante asiático Xi Jinping lo resumió en apretada síntesis: un “día histórico”, un “nuevo punto de partida”. Y a renglón seguido apostilló: “Es un nuevo horizonte de trabajo para los BRICS. Es algo que dará una mayor calidad a su mecanismo de cooperación, para la paz, la estabilidad y la seguridad”.

Y como reseña RT: Xi subrayó que esta decisión refleja tanto el interés del bloque de expandir su cooperación con los países en vías de desarrollo como la disposición de los mismos por contribuir a un futuro próspero.

Por su parte, el primer ministro de la India, Narendra Modi, tras apoyar el ingreso de los nuevos miembros al bloque, recordó que durante su presidencia en 2016 se definió a los BRICS como “un grupo que elabora soluciones flexibles, inclusivas y colectivas” y destacó: “Siete años después, podemos decir que el grupo BRICS va a derribar barreras, revitalizar las economías, estimular la innovación, crear oportunidades y dar forma al futuro”.

Entretanto, el mandatario brasileño Luis Inacio Lula da Silva expresó que la concurrencia de decenas de líderes del sur global en la cumbre demuestra que “el mundo es más complejo que la mentalidad de la guerra fría que algunos quieren restaurar” y afirmó: “El mundo con bienestar para todos solo es posible con un orden internacional más inclusivo y solidario”.

Lula enfatizó en la imposibilidad de promover el desarrollo sustentable cuando el presupuesto de los países subdesarrollados es consumido para pagar la deuda externa y no para el desarrollo, círculo vicioso en el que se mantienen las economías de la mayoría de las naciones de América Latina, por citar a una de las regiones más desiguales del mundo en la actualidad.

 En tal sentido, sentenció: “Requerimos soluciones que diversifiquen y agreguen valor a la producción en países en desarrollo. La señal más evidente de que el planeta se está convirtiendo en un lugar más desigual es el crecimiento del hambre y la pobreza. Eso es inaceptable”. Al final de su intervención, Lula prometió reconstruir los vínculos históricos con los países en desarrollo e iniciar un nuevo capítulo de cooperación con África.

Luego de manifestar que el grupo BRICS no tiene el propósito de competir ni oponerse a nadie, el estadista ruso Vladimir Putin argumentó: “Los países de los llamados mil millones de oro están haciendo todo lo posible para preservar el antiguo mundo unipolar”, a su conveniencia y recalcó: “Los colonizadores modernos, escondiéndose tras los buenos eslóganes de la democracia y los derechos humanos, intentan resolver sus problemas a costa de otros, y siguen desviando descaradamente los recursos de los países en desarrollo”.

Rusia le presta especial atención al suministro de y fertilizantes para producir alimentos a África, una de las regiones más empobrecidas, lo cual constituye una muestra de solidaridad, y emprende proyectos de cooperación para contribuir al desarrollo de las naciones necesitadas.

“Continuaremos el trabajo para ampliar la influencia de los BRICS en el mundo… Estoy seguro de que trabajando todos para el bien común podemos alcanzar mucho y garantizar un futuro brillante para todos. Trabajaremos juntos para abrir un nuevo capítulo”, sentenció Putin.

En el texto de la declaración final de la XV Cumbre de los BRICS, que culmina este 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica, se expresa la voluntad de las cinco naciones fundadoras de desligarse de la dolarización de las transacciones entre sus miembros, moneda empleada por el bloque de naciones hegemónicas del occidente desarrollado, opulento y expoliador: “Subrayamos la importancia de promover el uso de monedas nacionales en el comercio internacional y en las transacciones financieras entre los BRICS y sus socios comerciales. También instamos a que se refuercen las redes de bancos corresponsales entre los países del BRICS y a que se permitan las transacciones en las monedas nacionales”.

Al cónclave fueron invitados 67 jefes de Estado y más de 20 de ellos manifestaron su interés en ingresar al bloque de naciones en desarrollo, entre ellos, que se mantienen como reserva para nuevos ingresos, figuran Bolivia, Honduras, Venezuela, Argelia, Indonesia, Nigeria, Bangladés y Cuba, la mayor de las Antillas, cuyo mandatario asistió al evento en representación del Grupo de los 77 y China.

Luis Herrera

Texto de Luis Herrera
Reportero de Escambray por más de 35 años. Especializado en temas económicos y de orden interior.

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