El libro es una exigencia (+video)

Así lo califica Juan Eduardo Bernal Echemendía, Juanelo, a quien se le dedica el capítulo espirituano del mayor suceso cultural del país

Juanelo es uno de los intelectuales espirituanos con mayor reconocimiento. (Foto: Oscar Alfonso/Escambray).

Hay seres humanos que transpiran por todos los poros el espíritu de su ciudad. Hay urbes que habitan en quienes conocen hasta los milímetros de sus más recónditos recodos. Es una relación íntima, propia, cómplice de muchas anécdotas. Lo sabe, lo siente, lo vive Juan Eduardo Bernal —Juanelo para el mundo— con Sancti Spíritus, la villa que le roba gran parte de sus suspiros.

“Es muy rica en expresiones de la cultura, en expresiones públicas de individuos y eso va conformando toda una estructura de la actuación pública social que enriquece la ciudad. Haber recibido todo ello gracias a las experiencias de tantos amigos, familiares… me nutrieron un compromiso para con ella. No se sabía, entonces, que podía escribir, pero me estaban comprometiendo con su memoria. Sí defiendo a Sancti Spíritus en mi obra, primero, porque nací aquí y, en segundo lugar, porque tiene una importancia tal que quienes tienen responsabilidad con ella deberían cuidar más su memoria cultural”.

Habla con la pasión de un fiel escudero y del escribano más exacto de muchos de sus tiempos. Quizá sea esta una de las tantas razones por las que el capítulo espirituano de la XXXII Feria del Libro se dedica a uno de los intelectuales espirituanos con mayor distinción.

“Siento alegría y mucho agradecimiento porque el reconocimiento no solo es de una institución o de un grupo de personas responsabilizadas desde el punto de vista administrativo, sino del pueblo. Me siento muy reconocido por quienes viven aquí, donde nací y donde me voy a morir. Si muero en otro sitio, pido que me traigan hasta acá. En esta ciudad he tenido los peores y mejores momentos. La respuesta popular es también una muestra de agradecimiento. Soy un sujeto que no se lleva muy mal con el resto de su paisaje. Esto no se espera y siempre se agradece”.

¿Qué importancia le concede a la realización de la Feria del Libro, aun en tiempos tan complejos como los que vivimos en el país?

“Se mantiene porque es el libro, el cual significa una persistencia y no solo es un compañero sino una exigencia. Resulta algo que nadie puede borrar jamás. Existen otras alternativas y montones de soportes y plataformas, pero todas están orientadas también a no perder el libro impreso. Las futuras generaciones se van a remitir inevitablemente al libro impreso. Nadie renunciará a él.

“La Feria hoy existe como voluntad política de país porque el libro anima los mejores esfuerzos y las mejores voluntades”.

Consciente de los esfuerzos que exige poner en las manos de un pueblo lo que se le considera el suceso cultural más importante del país, Juanelo es de los que intentan no perderse cada espacio, diálogo e intercambio cuando la literatura toma la palabra en Sancti Spíritus.

“Creo que las personas se sienten muy satisfechas porque perfectamente podía no suceder la Feria. Hemos experimentado muchos asuntos en el curso de nuestras vidas. Hemos enfrentado pretextos y otros han asumido posturas para que no se desarrollen cosas que son tradicionales, y la Feria se incorporó ya como un acto nuestro inevitablemente tradicional en la vida cultural y en el pensamiento del cubano. Este suceso está por las razones expuestas con anterioridad y porque nada que obedezca al impulso de la inteligencia puede ser abandonado”.

Al hojear la vida de este auténtico yayabero saltan a la vista Diccionario de la trova espirituana (2001), Gente que la calle conoció (2003), Espacios intangibles (2004), De trova y otros cantares (2006)… discursos que nos devuelven a Sancti Spíritus mirada desde los ojos de un martiano de convicción.

“Martí es lo supremo. No es una compañía sino un compañero y muy exigente porque cuando lo conoces en cada minuto te llama a hacer cosas. A veces hasta a rectificar. He cometido muchos errores y no sé cuántos más me queden, pero muchas veces me pongo a pensar en lo que ha sido determinado evento de mi vida y analizo qué solución le hubiera dado el Apóstol. Y lo hago —y no es panfleto— porque fue un hombre muy transparente, muy sincero y murió como vivió. Siempre en la búsqueda de un ideal. De ahí que llamo a su lectura y a no renunciar a los ideales porque son sencillamente esenciales para poder sostener un proyecto de vida”.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

Comentario

  1. Si sr Juanelo, pero no todos nos podemos dar el lujo de comprar un libro.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *