En el campo no hay después (+fotos)

Sostiene la Heroína del Trabajo de la República de Cuba, Juana María Blanco, quien ha vivido tan ocupada en su quehacer agrícola, que ni mira el almanaque, ni su honra laboral; prefiere seguir atada a la vida rural

A Juana María le enorgullece que la finca La Victoria, bajo sus riendas, lleve 40 años sin perder la rentabilidad. (Fotos: José Luis Camellón/Escambray).

Nunca le interesó patentizar su fórmula laboral, pero pudo ser una de las pioneras en Cuba con ese esquema organizativo hoy llamado colectivo laboral. Desde que dedicó su vida al campo, no ha hecho otra cosa que trabajar vinculada al área, a los resultados, comandando ella misma los rumbos de la finca La Victoria, genuina “fábrica de comida”.

Antes de que le colocaran en el 2006 la Estrella de Heroína del Trabajo de la República de Cuba, ya Juana María Blanco Santos era un referente de la obra agropecuaria en toda la geografía de Sancti Spíritus y un poquito más allá.

Cocinera, administradora, económica, veterinaria…, ninguna faena del campo le resulta ajena a esta Heroína de Cabaiguán.

En la UBPC Guayos, perteneciente a la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, Juana sigue fiel a la tierra. Ha sido tan dueña de su trabajo y del pedazo de suelo que le ha tocado cultivar, que más de una vez ha parado en la guardarraya a todo el que haya osado imponerle un dictado agropecuario diferente al suyo; como aquel en que quisieron obligarla a sembrar un cultivo para que el recorrido de la Agricultura Urbana de ocasión no encontrara canteros vacíos.

“En mi área se siembran los cultivos cuando tocan y están creadas las condiciones, no se siembra para complacer visitas”, aclaró con el verbo filoso y transparente que la caracteriza; el mismo que también destila amabilidad y respeto a quienes comparten sus días de sol y labranza.

¿Tiene ventaja vincular el resultado final al ingreso del obrero?

Cuando se trabaja de la manera que lo hacemos aquí, sientes que esto es tuyo, y me lo creo también; además, me siento orgullosa cuando cojo una buena cosecha y tengo mucha comida para entregar. Lo otro es que cuando surge un problema, como es el tuyo, de una forma o de otra, tiene un arreglo; le llegas más o le llegas menos, pero el problema no termina en un fantasma.

Es verdad que no hay comida para criar animales, pero no he sacado los puercos, sigo con ellos, siempre se puede inventar una alternativa, no puedo llegar a los niveles de carne de antes cuando hacía convenios, pero seguimos produciendo para las necesidades de la UBPC y para el pueblo cada vez que podemos.

¿Cuáles son las reglas laborales en la finca La Victoria?

Trabajar unidos, con conciencia, todos los días, las horas que sean necesarias sin andar mirando que si son ocho horas o si llovió…, porque en el campo no hay después.

¿Reuniones en mi finca? Jamás. Aquí trabajan ocho personas, ninguno se queda sin desayudar, yo invento algo, como si tengo que darle un boniato frito; pero cada uno cuando llega por la mañana sabe para donde tiene que coger.

Me siento orgullosa cuando cojo una buena cosecha y tengo mucha comida para entregar.

¿En la agenda agrícola de Juana María existe el almanaque?

Me retiraron por una ley que ya no recuerdo, pero sigo aquí, con mis 74 años, con el mismo deseo, entusiasmo, buscando alternativas frente a los problemas, porque para salir de esta situación que tiene el país lo primero es trabajar.

No hay cosa más linda que todos los días salir para el trabajo. ¿Qué es eso de que si trabajo la mañana, no trabajo la tarde?; aquí eso no se permite. Mira, ellos sembraron frijoles en toda la mañana; por la tarde van a chapear; aquí nadie se ha derretido porque hay sol, eso es un cuento, y trabajan el año entero.

Claro, después ven el resultado en dinero; llevan sus viandas, desayunan, almuerzan, toman café tres o cuatro veces al día, y no se les cobra nada. Aquí la ley es que esto es de todos.

Tengo los años arriba, pero me siento bien, contenta porque estoy sembrando. Cogí esta finca para criar pollos en el año 1983, he pasado por todas las crías y sembrados; ni me fui para el pueblo, ni dejé la tierra. Cuando faltaron los pollos, me puse a criar conejos, después no pude seguir por problemas con las jaulas, pues pasé a criar puercos, toros; pero nunca abandonar la finca; ahora que más problemas hay, más trancada estoy aquí. Tengo tres hijos y jamás he tenido un certificado médico.

¿No se ve amarrada Juana María por la falta de recursos?

En el campo no se puede coger miedo, aquí lo que se siembra se coge. Luego por ahí no quieren sembrar frijoles porque se enferman con la plaga; venga después para que vea los míos. Estoy segura de que los voy a coger, siempre hay alternativas, hay miles de palos para envenenar los bichos; hago un cocimiento, lo dejo enfriar, mañana lo echo en la mochila, fumigo, y todo eso ayuda, pero los frijoles tienen que salir. No voy a retirar el cultivo porque haya una plaga, entonces, ¿qué va a comer la gente?

Tengo crías de cerdos y hay sembrado calabaza, malanga, yuca, frijoles, también una caballería (13 hectáreas) de caña para entregarla al central. Para que el campo produzca lo que hace falta que el hombre sea continuo en el trabajo, mañana y tarde, sin fallar; no dejarlo que se riegue y atenderlo.

Yo siempre les digo: si pueden hacer 10 surcos y están mal hechos, hagan cinco nada más. Cobran lo mismo, pero ahorramos dinero al no tener que repetir las cosas, también se ahorran que los regañe, porque soy bravísima para los que me hagan mal; se me acaba la nobleza cuando veo chapucería.

Lo otro es que no siembro nada hasta que no llegue su fecha; si no hay menguante, no siembro boniato, porque jamás en la vida dará el rendimiento que tiene que dar. Conmigo no valen las campañas, ni hacer compromisos productivos para saludar fechas, tampoco un reguero de gente para sembrar boniato, eso no da nada. Las reglas del campo en mi finca se respetan, porque si coges la tierra para hacer emulaciones, no hay resultados ni sostienes nada.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

Comentario

  1. Tasman Mairs Santiesteban

    Juana, mujer sencilla, cordial, amable y respetuosa, ejemplo de trabajadora y revolucionaria, consagrada al campo, los azucareros nos sentimos orgullosos de contar con tu estirpe de mujer incansable para enfrentar y vencer las dificultades.

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