Muchos ya peinan canas, otros ni necesitan el peine tras el paso de los años, pero se mantienen allí, reincorporados a la profesión que aman, tiza en mano, supervisando o apoyando el proceso docente-educativo en los centros educacionales ante el déficit de maestros que hoy enfrenta Sancti Spíritus.
María Teresa Delgado Román, jefa del Departamento Metodológico de Recursos Humanos en la Dirección General de Educación de la provincia, explicó que el territorio inició el presente curso escolar 2024-2025 con más de 640 jubilados prestando servicio en el sector, la mayoría de ellos —alrededor de 500— frente al aula o como coordinadores de los diferentes niveles de enseñanza.
Según Delgado Román, dentro de esa cifra también se incluyen bibliotecarios, psicopedagogos, logopedas, auxiliares pedagógicas e instructores para el trabajo educativo, los cuales tienen una incidencia en el proceso docente-educativo.
“En este inicio de curso deben sumarse alrededor de 20 educadores, a partir de los estudios que hemos realizado teniendo en cuenta los ciclos de jubilación del personal que hoy está en plantilla”, añadió la fuente.
Como alternativa, en estos momentos existen 1 111 educadores acogidos a la variante de horas-clases, que son personas preparadas en diferentes especialidades de la educación que laboran en otros organismos, pero imparten alguna asignatura en los centros educacionales mediante contrato.
“Por estos días se realizan los análisis con la Universidad para incorporar un grupo de estudiantes de segundo, tercero y cuarto años de las diferentes carreras afines a las asignaturas en que tenemos necesidad de docentes para contratarlos mediante la variante de horas-clases. No obstante, deben incorporarse alrededor de 85 graduados de carreras pedagógicas que pasarían a personal fijo de la Dirección General de Educación”, añadió.
Delgado Román explicó que la enseñanza con mayor déficit de cobertura docente es la Secundaria Básica, con alrededor del 70 por ciento, y la mejor situación se localiza en la educación especial, con más del 95. En tanto, por municipios las necesidades de docentes son marcadas en Sancti Spíritus, Trinidad y La Sierpe, aunque este último territorio experimenta una mejor situación este curso; además de las escuelas pedagógicas, donde no se ha logrado completar la plantilla de educadores.
De acuerdo con referida fuente, una de las alternativas que más aportan es la llamada sobrecarga docente, a la cual están acogidos cerca de 850 maestros y profesores de los 5 339 fijos en la plantilla.
“Esta estrategia consiste en aumentar las horas clases o los programas a impartir y es una variante que estamos obligados a aplicar, conscientes de que repercute negativamente en la calidad del aprendizaje, pues el docente dispone de menos tiempo para su preparación, pero ese personal es nuestro, bien preparado, con experiencia y ayuda; además, influye en la organización escolar de la escuela al permanecer todo el tiempo en el centro, a diferencia de los que se encuentran contratados por horas-clases”, reconoció finalmente María Teresa.
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