Residuos del secado de arroz se utilizarán en hornos de la industria básica cubana

El molino espirituano Ángel Montejo entregará las cenizas del proceso de secado para emplearse en la cobertura de altos hornos. Las cenizas del secado de arroz que se derivan de la quema de la cáscara en la Unidad Empresarial de Base Ángel Montejo, de Sancti Spíritus, comenzarán a utilizarse a

En el proceso de secado no se emplea combustible convencional.El molino espirituano Ángel Montejo entregará las cenizas del proceso de secado para emplearse en la cobertura de altos hornos.

Las cenizas del secado de arroz que se derivan de la quema de la cáscara en la Unidad Empresarial de Base Ángel Montejo, de Sancti Spíritus, comenzarán a utilizarse a mayor escala en la industria básica cubana como cobertura de alto horno, comercialización que contribuirá a la sustitución de importaciones de esa materia prima de elevado costo en el mercado exterior.

El pasado año de forma experimental comenzaron la entrega de ese residuo a la industria Antillana de Acero, ubicada en las cercanías de La Habana, y dada la aceptación de la materia prima se proponen estabilizar el envío de esas cenizas para su empleo en altos hornos de ese gigante de la siderurgia nacional.

Humberto Gómez Valdivia, jefe de Mantenimiento de la planta espirituana, detalló a Escambray que a partir de la introducción del secado de arroz en el molino Ángel Montejo, la adaptación tecnológica para ese proceso contempló la utilización de la cáscara de arroz como combustible, convirtiéndose en la única planta de este tipo en Cuba que hace ese procesamiento con los residuos del molinado, eslabón de donde salen las cenizas a comercializarse ahora en la industria básica.

“Este año tenemos contratos para suministrar la ceniza a costos inferiores a como se cotiza en el mercado internacional, por lo que haberle encontrado uso a ese residuo tiene un impacto económico y también ambiental”, afirma Humberto Gómez.

La industria Ángel Montejo tiene planificado secar en la actual etapa pico de la cosecha unas 3 000 toneladas de arroz húmedo y ahorrar mediante la quema de la cáscara cerca de 40 toneladas de diésel; en tanto que lograr la quema controlada en el horno evita el esparcimiento a la atmósfera de los dañinos residuos de esa combustión.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *