El reclamo de las cargas

Sancti Spíritus precisa aprovechar aún más la capacidad del transporte destinado a la distribución de la canasta básica, el consumo social y otros recursos   Como si fuera su segunda casa define José de la Caridad García, su vínculo con el camión ZIL-130, perteneciente a la base de carga del

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A pesar de los reclamos, todavía existen carros que viajan con capacidades disponibles. (Foto: Xiomara Alsina / Escambray)

Sancti Spíritus precisa aprovechar aún más la capacidad del transporte destinado a la distribución de la canasta básica, el consumo social y otros recursos

 

Como si fuera su segunda casa define José de la Caridad García, su vínculo con el camión ZIL-130, perteneciente a la base de carga del Transporte en Fomento, la primera en la provincia que se incorporó al reordenamiento previsto por Fidel, hace más de una década, para disminuir el consumo de combustible y aprovechar al máximo la capacidad de los carros en sus recorridos.

Pero a José lo enorgullecen otros hechos: además de ser fundador de esta actividad se mantiene con el mismo equipo por más de 30 años, desde cuando pertenecía a la Empresa Cuba Café. “Lo cuido como si fuera mi propia casa, para que llegue todos los días a Sopimpa, Corina, La Vija, La Guanábana, Torre y El Pedrero, unas 16 comunidades del lomerío de Fomento, a las cuales llevo pan y dulces para los residentes en esos intrincados sitios”, dice.

Con mejor suerte corrió José Rafael de León, otro de los choferes fundadores de este programa, al que poco tiempo después de entrar a la base, le cambiaron su camión viejo por una moderna camioneta china, empleada también en el traslado de mercancías, pero de menor peso y volumen.

EL DILEMA DE LAS CARGAS

Aun cuando la provincia sobresale por el cumplimiento en tiempo de la distribución de productos para la canasta básica y el consumo social y garantiza otras entregas como medicamentos, libros, muebles, madera y hasta materiales para la construcción, el funcionamiento en las ocho bases del territorio espirituano sigue a merced de lo que puedan hacer los 130 camiones y 34 camionetas que conforman el parque total algunos de ellos con más de tres décadas de explotación.

El aprovechamiento al máximo de la capacidad y, por ende, el ahorro de portadores energéticos de los equipos, figura como premisa de directivos y trabajadores vinculados a la tarea, tema que ocupa también a la Empresa Provincial de Trasporte, rectora del programa, por ser estas unidades un punto neurálgico en el desempeño económico y social de la misma.

A decir de José Antonio Camber Fonseca, administrador de la Base de Carga de Sancti Spíritus; aunque la distancia media planificada para sus carros es de 36 kilómetros, en ocasiones y por necesidades del país estos se exceden: “Hemos buscado tejas en Artemisa y planchas de zinc en Mayabeque o llevamos ladrillos, rasillas, tubos y demás conexiones de barro desde Sancti Spíritus hasta Baracoa o Santiago de Cuba”, explica.

“Continuamos sujetos a cualquier demanda de trasportación de cargas —continúa Camber— y de estas parte la planificación de los recursos para garantizarlas; pero el gran dilema de las cargas está asociado a la Empresa Mayorista de Alimento, nuestro principal cliente, que por mala coordinación con las bodegas de Comercio se retrasan nuestras operaciones de distribución y aunque nos pagan las horas de estadía, eso nos afecta otro indicador asociado al desempeñó del equipo que debe realizar un promedio de 2.2 viajes por día”.

La distribución tardía de la leche en polvo, que se entrega al final del mes cuando las tiendas recibieron los productos de la cuota, engordan, igualmente, la lista de insatisfacciones de los transportistas que deben realizar un nuevo ciclo de entrega, con pocas cargas para llevar el alimento a las unidades. Igual dificultad se presenta con la entrega de la harina para la elaboración del pan de la canasta básica, pues, según consta en la Base de Carga espirituana, la Empresa Alimentaria cambia constantemente de un almacén a otro, pero la demanda inicial, por la que planificaron el combustible, contemplaba otro recorrido.

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El 2017 fue un año de consolidación de esta actividad en Sancti Spíritus. (Foto: Xionara Alsina / Escambray)

CARGAS SIEMPRE HAY, PERO…

Mientras la mayoría de los administradores de las Bases de Cargas de la provincia abogan por reordenar los pedidos de los clientes para corresponder con todos, en Fomento se les escapan prestaciones; porque otros camiones vinculados a determinados organismos, ocupan el papel que ellos deben desarrollar.

Isidoro Rodríguez González, hasta hace poco vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial, explica: “Tenemos muchos retos que cumplir para alcanzar mayor eficiencia en la actividad y el primero está relacionado con la calidad del servicio, así como el perfeccionamiento de la planificación y una correcta demanda. Las Bases tienen un desempeño estable que responde al objetivo por el cual fueron creadas, pero cuando ocurre una ilegalidad o no se respeta el recorrido previsto el cliente pierde credibilidad y confianza en el sistema. Cargas siempre hay, solo debemos buscarlas”, apunta finalmente”.

De cualquier forma, el 2017 fue un año de consolidación de esta actividad en Sancti Spíritus, que estuvo entre las provincias punteras en el apoyo a otros territorios del país con el traslado de mercancías imprescindibles para la recuperación, tras el paso del huracán Irma. Aunque también sobresale por el adecuado uso de portadores energéticos, sobre todo desde el 2011 cuando comienza el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) por la Base de Cabaiguán, el que posteriormente se extendió a casi todos los municipios. Hoy solo restan La Sierpe y Yaguajay, pero por ese concepto ya se cuantifica un ahorro de combustible superior a los 57 300 litros.

Nada extraordinario, atendiendo a que ese, precisamente, ese fue el propósito al crear este programa, que vino para quedarse; aunque todavía precisa perfeccionarse.

Xiomara Alsina

Texto de Xiomara Alsina
Reportera de Escambray por más de dos décadas. Especializada en temas socioeconómicos.

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