El teatro que camina por dentro (+fotos y modelación en 3D)

El teatro insigne de Trinidad lucha contra viento y marea para salir definitivamente de su proceso de restauración Ante la cuartilla en blanco, recuerdo a Enrique Serpa, periodista y escritor que en tiempos de la República publicó en la prensa un titular mítico: “¡Piedad para Trinidad!”, cuya primera línea refiere:

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La constancia en las labores constructivas ha permitido el avance en la obra civil. (Foto: Carlos Luis Sotolongo/ Escambray)

El teatro insigne de Trinidad lucha contra viento y marea para salir definitivamente de su proceso de restauración

Ante la cuartilla en blanco, recuerdo a Enrique Serpa, periodista y escritor que en tiempos de la República publicó en la prensa un titular mítico: “¡Piedad para Trinidad!”, cuya primera línea refiere: “hasta la naturaleza se ha declarado, al parecer, enemiga de la villa”. Si no supiera que puedo ser acusado de plagio, trastocaría las palabras de Serpa y el verdadero nombre de este reportaje fuera ¡Piedad para el Caridad!, acaso como la súplica colectiva que a ratos produce verlo apuntalado, resistiendo los embates del tiempo.

Pensar que un designio fatal acecha a la edificación no es una idea tan descabellada a estas alturas, no después de ver cómo el pasado septiembre las rachas huracanadas de Irma derrumbaron el pretil y el alero recién remozado; contratiempo que, si bien no supone retrasos en el cronograma de entrega de la obra civil, según afirman los especialistas al frente del proyecto, impone un nuevo desafío a los trabajadores que acometen la obra después de un bregar de años para devolver los bríos a esta institución insigne de la villa.

Pese a las veleidades, el Caridad impone su fachada neoclásica, aunque desvencijada, en el contexto urbano donde se encuentra enclavado, y con la paciencia de los ancianos ve cómo de a poco sus espacios resurgen entre los escombros.

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Al comienzo de las reparaciones el edificio mostraba un deterioro acumulado. (Foto: Carlos Luis Sotolongo/ Escambray)

LOS HECHOS Y LA REALIDAD

 “Cuando escuché lo del teatro se me paralizó la digestión, déjame decirte. Con tantas cosas que pudieron haber pasado y el ciclón vino a encarnarse en el Caridad. Yo estaba con el radio pegado al oído y me entró un frío en el estómago… ¡Hijo, es que ese teatro siempre tiene las de perder! ¡Mira que uno pasa por ahí y ve a todo el mundo trabajando El teatro insigne de Trinidad lucha contra viento y marea para salir definitivamente de su proceso de restauración a pleno sol para que después venga el ciclón ese a acabar!”, contaría días después Amparo Sorís Ortega, vecina de uno de los callejones cercanos al barrio de La Popa, cuando la prensa auscultaba el sentir de la población después de las lluvias.

Como Amparo, los trinitarios que transitan hoy por la calle Jesús María asisten a lo que las agendas populares denominan la nueva temporada de la serie Rescatando el Caridad, donde las manos reconstruyen los elementos perdidos y ultiman detalles para entregar la edificación al Ministerio de Cultura para lo que se prevé como la fase final.

En declaraciones a medios locales Rosela Ayala Hernández, directora de Inversión y Desarrollo de la Oficina del Conservador, explicó que el edificio no presenta ningún tipo de afectación en su interior ni tampoco en lo que hasta el momento había ejecutado la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios.

“Nosotros adquirimos el inmueble en un pésimo estado, después de 23 años de clausurado. De ahí que no solo se restauró la cubierta original, sino también la nave principal y la primera crujía. Todo eso está en perfecto estado. El alero que se cayó durante el ciclón se había consolidado con anterioridad, pero al caer el pretil, que tiene 30 centímetros, impulsado por los vientos del sur, los daños eran inevitables. Hoy se están salvando todos sus elementos”.

De acuerdo con los expertos, quedan pendientes la parrilla encima del escenario y la carpintería exterior con la pintura de la fachada. Al decir de Olainys Pérez Rodríguez del Rey, especialista principal del grupo de Inversiones de la Oficina, la ejecución de la obra constituye una de las más costosas que ha acometido la entidad rectora de la salvaguarda del patrimonio en la Ciudad Museo, con un monto de más de 84 000 pesos en moneda nacional y cerca de 23 000 CUC.

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El huracán Irma redujo a cenizas el pretil original del teatro. (Foto: Carlos Luis Sotolongo/ Escambray)

EL DESPERTAR DEL CARIDAD

 Duznel Zerquera Amador puede describir la rehabilitación del teatro Caridad con los ojos cerrados. Desde que se desempeñaba como director técnico hasta ahora, que lleva sobre sus hombros el liderazgo de la Oficina como conservador de la ciudad, ha lidiado contra los mil y un imprevistos que supone una intervención de semejante envergadura.

“Contrario a lo que pudo pensarse, en ningún momento hemos tenido problemas con la fuerza de trabajo. Aquí no se ha dejado de trabajar durante tres años. En la ejecución de la obra uno de los puntos más críticos fue adquirir el sistema de alarmas y contra incendios, ambos hubo que importarlos por valor de 70 000 pesos en moneda libremente convertible. Las personas piensan que la obra no avanza, pero el teatro camina por dentro. Hoy podemos decir que contamos con pinturas murales rescatadas, con el mobiliario del recibidor, un piano que se compró, entre otros aspectos, porque se pretende que en este sitio se enaltezca la cultura local y nacional”.

Así, al caminar por las entrañas del Caridad, Escambray confirma lo que los expertos vinculados a la obra describen: la ejecución de la platea, los caminos auxiliares, el escenario, las instalaciones eléctricas, los camerinos, baños, salón principal, cubierta, cisterna… gracias a la brigada compuesta por 14 trabajadores por cuenta propia que asume esta suerte de renacimiento.

“No ha sido fácil —comentan los obreros—, aquí hay días en que nosotros mismos le hemos cogido miedo al asunto porque se trata de un lugar muy viejo, que merece que seamos muy cuidadosos, pero poco a poco hemos ido avanzando”.

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Así está previsto luzca el interior del inmueble al momento de la reapertura.
(Modelación: cortesía de la Oficina del Conservador de Trinidad.)

CULTURA A ESCENA

El Ministerio de Cultura escribirá los últimos capítulos de la aventura del teatro Caridad. Sonido, luces, climatización, mecánica escénica, técnica y tecnología trazan el próximo cronograma de ejecución. Consciente de la magnitud de la avalancha que se avecina, Rolando Lasval Hernández, director provincial de Cultura y Arte en Sancti Spíritus, afirma que ya se trazan pautas.

“Nosotros tenemos un compromiso con Trinidad de devolverle el teatro que merece. El aire acondicionado, por ejemplo, ya está en fase de importación. Es costoso y complicado, pues nosotros también tenemos una capacidad determinada para las importaciones y uno debe sopesar también las necesidades de otras instituciones. El teatro Caridad está llamado a convertirse en el más grande de la provincia, con un total de 600 lunetas, es decir, el doble de la capacidad del Principal en el municipio cabecera. Algunos de estos insumos deben arribar en los primeros meses de este año”.

¿Quiénes intervendrían en el proceso de montaje?

“Nos apoyaremos en todas las instituciones que forman parte del sistema de empresas de la Cultura. Tenemos a Tecno-escena para la parte acústica, el telón. La Empresa Atrio se encargará de supervisar el proyecto y la terminación… Además, estarán presentes los especialistas de artes escénicas para las características técnicas y el chequeo de calidad, etc.”

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Así está previsto luzca el interior del inmueble al momento de la reapertura.
(Modelación: cortesía de la Oficina del Conservador de Trinidad.)

¿Qué se prevé cuando el teatro reabra sus puertas?

 “Como es de gran magnitud, se tiene pensado para jerarquías culturales. El equipamiento de primera generación no puede ser destinado a una explotación o subir a cualquiera al escenario. Desde ahora, estamos barajando en qué pudiera pasar el día de la inauguración. Pretendemos que ese escenario se convierta en un valor agregado a la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

Mas, justo ahora, casi al colocar el punto final, ni Enrique Serpa ni su mítico titular se desdibujan. A modo de flash-back llegan las voces que a ratos evocan los días de gloria tras las bambalinas, las fotos de colores difusos que perpetuaron el esplendor de antaño. Delante de la imagen de hombres que levantan el pretil derrumbado, uno llega a preguntarse como quien ya no sabe lidiar con la espera: ¿cuándo despertarás, Caridad?

Carlos Luis Sotolongo Puig

Texto de Carlos Luis Sotolongo Puig
Autor del blog Isla nuestra de cada día. Especializado en temas de patrimonio cultural.

3 comentarios

  1. hace falta que ya haya una mirada difrente para Trinidad que tantos vistantes que vienen y esa imagen depolorable del teatro unos turista que vistaron la ciudad en el año psado en junio 2017 y ya vinieron este año y encuentran el Teatro en las mismas condiciones , pero ademas de las suciedades que se encuentra alrededor delñ teatro , en Trinidad estan las calles llenas de salideros y de suciedades que es por eso que este año hay menos turismo en Trinidad habra crecido en otros lugares aqui ha decrecido hasta el turismo nacional.

  2. Según me han contado, nuestro Teatro Principal, también está en estado deplorable… ¿Cuándo le tocará su rehabilitación y restauración como Teatro y no como cine.?

    • A mi me parece que a usted le estan contando cosas que no son. El teatro Principal de Sancti Spiritus no está en estado deplorable. La semana pasada estuve alli y es una pequeña joyita: aire acondicionado bien, lunetas confortables, sistema de sonido bien. No sé qué le habrán dicho ni con que intención, pero el teatro de Sancti Spíritus nunca ha estado mejor.

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