Nuevas ventanas en la Universidad: ¿qué dice Patrimonio?

Violación de los procedimientos para la restauración del patrimonio ponen contra la pared la conservación de un inmueble emblemático de Sancti Spíritus

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Las ventanas colocadas rompen con los valores patrimoniales del inmueble del siglo XX. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)
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Las ventanas colocadas rompen con los valores patrimoniales del inmueble del siglo XX. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Más que el valor de mil palabras, una imagen sirve a la mesa todo tipo de criterios, sentimientos y actitudes. Precisamente, la erigida en una de las esquinas más céntricas de la urbe del Yayabo, desde hace un tiempo aviva preocupaciones, descontentos. La transformación de gran parte del ventanal del edificio del Docente 1 de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez frena el paso a no pocas personas que cruzan por la zona.

Así lo cuentan las quejas llegadas a esta reportera, quien también mira de reojo la construcción porque lastima si se hace de frente. Y así también sucedió con quienes tocaron las puertas de la Oficina del Historiador y Conservador (OHC) de la ciudad de Sancti Spíritus, alarmados al ver venir abajo parte de las persianas francesas en ventanas de varias hojas con cristal en su interior y, en su lugar, colocar otro modelo hecho con aluminio.

“La población nos comunica sobre los cambios y cuando vamos al lugar supimos que la dirección de la Universidad había realizado los trámites como está estipulado con la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF). Pero, al ser un edificio con valores patrimoniales, este último organismo precisa consultarnos para regular las acciones. Tuvimos prácticamente que reclamar el expediente”, dice Roberto Vitlloch, director de la OHC.

De inmediato, el proceso enderezó su andar según las leyes y se buscaron las soluciones más objetivas, en tiempos de escasez y arcas económicas deprimidas.

“Decidimos quitar las ventanas de madera que se ven de la calle Tello Sánchez y la del costado que mira hacia Brigadier Reeves. Con sus materiales se arreglarán las que dan para la Avenida de los Mártires y Carretera Central”, refiere César Madrigal Pérez, jefe de ordenamiento de la DMPF.

No conforme con la alternativa, pero consciente de la situación económica, Vitlloch sostiene que le sugirieron a la dirección de la Universidad utilizar el aluminio con un diseño específico, a fin de no romper tanto con el valor del edificio que inició su construcción en 1947 y poco tiempo después fue la sede del Colegio Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús.

“Dicho inmueble ha tenido varios objetos sociales y ha sido intervenido en otras oportunidades, pero sin grandes afectaciones.

Desde el punto patrimonial, si se sustituyen las ventanas de aluminio con el mismo diseño y pintadas de blanco no habría ningún tipo de problemas. Ejemplos tenemos en la sede del Banco Popular de Ahorro y en la puerta que próximamente tendrá la otrora Real Cárcel. Pero, en este caso nos preocupa la calidad del aluminio utilizado, del más burdo, y su diseño y tamaño que no se corresponden con las medidas originales”, añade el arquitecto.

De ahí que en un mismo lateral confluyan ventanas de una, dos y tres secciones con vanos —otro elemento que según lo estipulado no debe modificarse— tapados con paños de madera.

La hechura corre a cargo de trabajadores por cuenta propia, quienes al unísono pintan toda la institución.

“Se ha trabajado de forma muy rigurosa en el cambio, además de varias puertas para cuando empiecen las clases estar listos, pues el comején nos tenía toda la marquetería en muy malas condiciones”, insiste Alberto Miguel Pérez, administrador del Docente 1.

Por su parte, Madrigal Pérez, al frente de una da las funciones principales de la DMPF, rememora que se le sugirió contactar al Fondo Cubano de Bienes Culturales para acceder a ventanas de mejor calidad.

“Nosotros no podemos imponer porque no tenemos una entidad donde podamos llegar y decir: necesito de este u otro tipo. Ya la Universidad había comprado las ventanas, a fin de aprovechar el presupuesto aprobado. No estamos en época de desechar nada, por eso lo que se haga tiene que quedar como una inversión permanente”, acota.

Bien lo sabe Ángel Castañeda Rodríguez, al frente del proceso inversionista de la casa de altos estudios espirituana, que al sumar y restar los 106 000 pesos otorgados para el cambio de carpintería no se puede aspirar a un producto diferente al obtenido en la Empresa Provincial de Abastecimiento Servicios a la Educación.

“La Empresa de Producciones Varias asumirá la reparación de las que se quedan de madera con los elementos en buen estado de las que quitamos”.

¿Y qué alternativa se buscó para los vanos?

“Por el momento, tendrán madera hasta que tengamos acrílico o cristal y podamos sustituirlos”, respondió.

DISTANCIA

Ese inmueble, con diseño poco frecuente en la ciudad, con su fachada lisa desprovista de decoración, solo algunos detalles art déco en su entrada principal, obliga a un accionar pensado, guiado y controlado. El cuidado y conservación del patrimonio ha sido, desde hace seis décadas, una de las líneas de trabajo principales de nuestro país.

Por ello, resulta vergonzoso que en pleno siglo XXI se continúen violando los mecanismos establecidos y falten conocimientos, tanto a nivel individual como institucional, relacionados con los valores patrimoniales, y que no se controle a pie de obra, según lo estipulado por el Decreto 272 que establece las contravenciones en materia de ordenamiento territorial y urbanismo. Asimismo, que el personal especializado en conservación se mantenga distante.  

“Sin dejar a un lado la situación económica del país, no podemos dejar a la deriva el control urbano. Alternativas hay, lo que su búsqueda precisa de análisis más integrales porque nada puede propiciar que perdamos nuestro patrimonio”, coincide Roberto Vitlloch.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

2 comentarios

  1. La solución nunca debería ser aceptar lo mal hecho por una cuestión económica. Las cosas se deben hacer bien ab initio. otra entifad pudiera estar interesada en estas ventanas ya compradad, otras áreas de la universidad, tal vez. Pero el Patrimonio debemos cuidarlo, hacer conceciones por estos motivos solo lleva al desorden.
    Muchas veces planificación fisica ordena demoler muchas obras, tanto del sector privado como del estatal, esta no debería ser una excepción.
    Por ejemplo podemos citar las demoliciones de hoteles sobre la duna de Varadero por no cumplir lo estipulado en las leyes de costa y la tarea Vida.

  2. Que decir!!!! Con la miseria que tenemos en Cuba….es un dilema; se restaura o se conservan y protejen los valores patrimoniales e históricos……pero no es menos cierto que el mal gusto en las reparaciones, las violaciones constantes y las chapucerias están a la orden del día. Ojalá y todo fuese diferente…Ojalá!!!!!

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